Encore {TaeJin}

Capítulo 3

El mundo dijo, "el show terminó" 

Con frías sonrisas y burlas

Taeyong y su grupo de amigos se reunieron en la azotea de la escuela para almorzar. Todos habían cumplido con la orden de no compartir el material con nadie más. Durante toda esa mañana habían estado mirándose con un gesto desesperado por querer hablar del tema, algunos de ellos, compañeros de Seokjin y Namjoon.

La pareja no parecía sospechar nada. Namjoon seguía tan efusivo y Jin amoroso, como siempre.

"Oh Dios, moría por que llegara la hora de almuerzo" dijo una chica riéndose "y no es que tuviera hambre, pero es que, esto es lo más increíble que ha pasado en la historia de la escuela"

"Así es" dijo Taeyong, presumido

"¿Cómo los conseguiste?" preguntó otro

"Meh, Namjoon es un poco torpe con sus cosas"

El recreo del almuerzo se pasó rápido hablando sobre la vida íntima de la pareja, riéndose y juzgando. Seokjin, el chico brillante y perfecto de la escuela, actuando como una 'puta hambrienta' frente a la cámara, fue el comentario más suave a rescatar entre la conversación.

Namjoon era admirado entre el grupo, 'semental', 'buen tamaño', 'el que hace que Jin grite', etcétera. Porque Namjoon era 'el hombre en la relación' para los ignorantes que no dejaban de ver todo como si fuera una dualidad hombre-mujer.

Siempre una sola es la víctima, porque las maldiciones nunca son para dos, y en este caso, le tocó a Seokjin sólo por el hecho de tener menor simpatía con esa gente, y por llevar la carga social de ser pasivo, en un mundo en que eres mejor si tienes más poder.

Incluso en el más íntimo de los espacios.

~

Había un terremoto debajo de la tierra y Seokjin no tenía la menor idea. No basta mucho tiempo para que cosas así salgan de control, y pese a los ruegos de Taeyong para que sus amigos mantuvieran el secreto, sólo tomó un par de días para que mucha más gente supiera, y el asunto llegara a manos de personas que realmente tenían un odio personal hacia Seokjin.

Era la oportunidad perfecta para ver a alguien derrumbarse. Para ellos, era divertido, excitante, era un experimento adolescente.

¿Qué tanto se puede dañar a alguien?

Seokjin iba de camino a la escuela la mañana de un lunes, cuando se encontró con un agitado Jimin que veía en la dirección contraria.

"¡Seokjin por favor devuélvete a casa!" le dijo tomándolo de los hombros, con una expresión de angustia que Jin nunca vio antes. Jimin era un poco dramático, pero jamás a este punto.

"¿Qué pasó?" preguntó Jin para escuchar sus razones

"Por favor Jin, no vengas hoy, de verdad"

"¿Por qué vienes de vuelta?"

"Jin escúchame, vámonos" Jimin lo tomó con fuerza del brazo para ir con él a la casa del mayor y allí explicarle. No se sentía capaz de darle una razón.

"¡Jimin basta!"

Jin se deshizo de su agarre y caminó con pasos estridentes hacia la escuela. Tenía un importante examen a primera hora y Jimin no iba a detenerlo con sus payasadas y dramas. El pequeño joven rubio hizo de todo para convencer a Jin, pero no hubo caso.