LÄRM- NoiAo DMMd [TERMINADA]

Te amo más

[Por cumpleaños de Aoba]

En este plot no es cumpleaños de Aoba.

Ja, hajimemashou!

—Te espero afuera, Aoba.

—Sí. —digo mientras brindo unos yenes a la cajera.

Mizuki sale de la única tienda de dulces japoneses abierta y yo lo acompaño después de unos segundos satisfecho con mi compra. Río para mis adentros a la vez que presiono la bolsita de caramelos contra mi pecho. Me alegro de haberlos conseguido para Noiz, a pesar que pude comprarlos cualquier día durante mi estancia, quería comprarlos lo antes posible. Como si la diferencia fuera enorme. Pero no, estaba tan contento con mi bolsita de dulces y la expresión que Noiz tendría al verlos estaba por mi cabeza.

Mizuki y yo caminamos por la callada ciudad, él tiene una bolsa con dos botellas de sake de Black Needle y pasamos por la tiendita que estaba a punto de cerrar. Las calles se ven hermosas en la oscuridad, la nieve y las luces, sobre todo porque es víspera de Navidad. Pensar en eso me hace sentir algo triste, a pesar que toda mi familia me espera en casa... bueno, solo una parte. La otra parte, igualmente importante se encuentra en en jet de camino a América para un viaje de negocios. Viaje que no pude evitar que tomara.

—Después de tanto tiempo, me alegra mucho verte —comenta Mizuki—. ¡Mírate! La vida de casado te sienta, pero a la vez no has cambiado. Deberíamos beber un día de estos, antes de que vuelvas.

—También me alegra mucho verte Mizuki —sonreí.

—También Noiz —dice. Me congelo, como si el clima no fuera suficientemente frío—, No lo he visto desde la boda. ¿Por qué no vino contigo?

Suspiré.

—Noiz es una persona ocupada.

—¿Pasa algo?

—¡No, no, para nada! Todo con Noiz está bien... solo que quisiera que estuviera aquí.

Pasamos por un callejón, tan oscuro para siquiera mirarlo. Contengo mi respiración cuando siento que emerge una sombra de las oscuridades. Una mano negra como la noche me sostiene por detrás cubriéndome la boca apartándome a un lado. Arrastrándome al callejón.

No puedo gritar, sólo retorcerme. Mi corazón late diez veces por segundo y mi sangre abandona mi rostro. Todo parece que ocurre lentamente, pero la verdad es que de un segundo a otro mi espalda es estampada contra la pared. El impacto detuvo el flujo de mi sangre por unos instantes y cuando abro los ojos veo el rostro de mi esposo increíblemente cerca. Con su dedo enguantado cubriendo sus labios. Yo abro los ojos como platos.

—¿Aoba? —escucho la voz de Mizuki.

Noiz me sostiene con un brazo en mi espalda y el otro sigue entre la distancia de sus labios y los míos. Sus ojos verdes me miran con paciencia.

Por un momento creo que, pensar mucho en él, me afectó tanto que ahora lo veo en la cara de la oscuridad. Pero mi olfato lo niega todo, ese perfume embriagador que se queda pegado a la piel con una caricia es de mi Noiz. Y está ahora frente a mí... en Midorijima.

Mi corazón ahora salta de emoción.

—¡Noiz! ¿Qué haces aquí?

—¿No te dije que guardaras silencio? —mira hacia la calle donde Mizuki me busca. Luego suspira.

—Creí que tenías un viaje de negocios tan importante que no podías posponerlo.

Noiz vuelve los ojos a mí.