Capítulo XIII: La Carta

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Me doy vuelta. Noiz revela una carta dentro de su chaqueta. Me la entrega.

— ¿De Theo?
— Sí.
— ¿Para mí?
— Sólo ábrela.

Deslizo los dedos con cuidado sobre la pestaña frontal despegándolo del sello. Nadie sella las cartas con cera de vela ahora ¿Los ricos son antiguos? ¿No conocen los e-mails? No me imagino qué puede estar escrito en el papel grueso con presentación perfecta.
Descubro la carta para toparme con una perfecta grafía cursiva.

— Guau... —murmuro para mí.

"Estimado Aoba Seragaki:
Le envió esta carta para informarle que usted está invitado una fiesta el próximo día 28 de junio a las 20:00 horas en la mansión Sönkeullrich. Esperemos que no falte, por favor.
Theodore W."

— ¿Entiendes lo que dice ahí? —pregunta. Yo asiento—. Oh.
— Es japonés Noiz, sé leer en cursiva.

Noiz ríe por lo bajo.

— Sólo no entiendo esta palabra.
— Ah, es el nombre de la mansión.

La. Mansión. Tiene. Nombre.
— ¿Qué significa?
— Absolutamente nada.

Noiz y yo nos sonreímos como idiotas. Pero hay mucho en mi cabeza.
— ¿También irás?

Él saca una invitación igual a la mía del bolsillo de su pantalón, ésta se encuentra arrugada y casi rota.

— Es la fiesta de mi hermano. No es que tenga opción. —Se encoje de hombros.
— Oh. ¿es fiesta de cumpleaños?
— Mmm, algo así. También es para celebrar una serie de negocios que hemos cerrado.
— ¿En serio?

Asiente. Pero... no sé hablar alemán, no sé escucharlo y mucho menos entablar una conversación. Apenas si puedo leerlo. Noiz tenía razón, debí escuchar canciones alemanas y traducirlas. Y los padres de Noiz...

— Mmm...
— Tranquilízate, no es un carnaval. Theo me dijo que es sólo una fiesta estilo americana y que quiere olvidarse de todas las formalidades tradicionales. Así que podemos ir como queramos.
— Creo que es más bien formal —Le doy vuelta a la carta buscando por instrucciones.
— Bueno, sí —Noiz se aflojó la corbata—. Vendrán primos de América, Rusia, entonces...
— Noiz, ¿tienes primos americanos?
— Oh, sí. No recuerdo mucho sus rostros, sólo sé que no les caía bien. Les rompí algunos huesos en nuestra infancia. Pero vendrán.
— ¿Es tan importante esta fiesta?
— Bueno, sólo te haces mayor de edad una vez en la vida, creo que está bien festejarlo...o algo —Vuelve a encogerse de hombros—. La última vez que los vi me metieron en un pozo.

El corazón se me queda atravesado en la garganta cuando pienso en un pequeño niño rubio desesperado por salir. ¿Qué puedo decir cuando me cuenta cosas como esa? Él me mira inseguro.

— Creo que estarían más entusiasmados de verte, Noiz. Creo que se alegrarían mucho y se sentirían culpables por lo que te hicieron.

Él abre mucho los ojos y se me queda mirando impasible, sin decir nada. Mis pensamientos se disparan por completo. La tensión se cierra cuando se encoge de hombros.

— No importa realmente.
— Pero sé que a ti sí. ¿Les dirías que lo sientes por romper sus huesos?
— No lo sé. No me importa mucho. Me disculparía si fueran tus huesos rotos.

Es ese hábito tan encantador de parte de Noiz, fingir indiferencia en cosas que no le importan a él. Pero aun así creo que es triste. Noiz aun no puede perdonar a sus padres por lo que han hecho, y no le interesa ser perdonado por sus familiares. Noiz verdaderamente ha crecido, pero no puede fingir que su yo del pasado nunca existió. Lleva los ojos a la tarta de manzana con expresión hosca ahora.

LÄRM- NoiAo DMMd [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora