•We need time•

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Las parejas se toman su tiempo, todas lo hacen. Es en aquel momento en el que creen que aquel pequeño lapso de tiempo hará qué su relación vuelva con más fuerza que antes, que perdure. Mayormente, cuando un integrante de la pareja pide esto, lo primero que dice es el tan conocido "Tenemos que hablar". Y también era bien conocido que cuando una pareja pedía tiempo, jamás volvían a estar juntos de nuevo, al menos no como antes, para que luego la relación comenzará a decaer de a poco hasta terminar en nada. Tal vez por eso Will se sintió desfallecer cuando su novio mencionó aquellas tres simples palabras.

Sería hipócrita decir que era fácil, era difícil, más que difícil. Mantener una relación homosexual en una etapa tan conservadora como lo eran los años '80 no era nada fácil. Escalar el Himalaya era más fácil que aquello. Pero ambos podían superarlo, ambos podían seguir adelante como siempre lo habían hecho en otras cosas. Pero, tal vez ambos no pensaron que aquello podía ser demasiado para dos niños de solo doce años.

Ambos se querían, lo supieron desde el primer momento en que se vieron en el jardín de niños. Pero era más que aquel lazo de mejores amigos, era aquel sentimiento que te hacia soñar con los ojos abiertos, que provoca mariposas en el nervioso, junto con las tan conocidas manos sudadas y el rubor en las mejillas. Era un sentimiento que ambos solo habían experimentado con el otro, y que no sentirían con nadie más. Era una lastima que solo uno hubiera cumplido con aquella promesa.

—¿Cuánto falta? - cuestionó un ansioso y preocupado Mike mientras movía su pierna con nerviosismo.

Peleaban y volvían, peleaban y volvían. Era una rutina que ambos por un motivo desconocido no querían que terminase. Si bien, no les gustaba estar todo el tiempo peleándose, sabían que si dejaban de hacerlo solo significaría el fin de aquella tierna y mágica relación que ambos habían formado. Y ninguno de los dos quería aquello, pero Mike había llegado a su punto límite.

Will, necesitamos algo de tiempo, esto solo nos está perjudicando...

Will había quedado estático, sorprendido, asustado. Sabía muy bien lo que aquello significaba, sabía que era un paso para que la relación terminase, o se volviera mejor pero esta última estaba a varios años luz de alcance. No quería, no quería perder a Mike. Y Mike no quería perder a Will, y quiso retractarse de lo que dijo apenas vio los ojos cristalinos del menor. Pero lo hecho, hecho estaba.

—No lo sé Mike, podrían pasar días hasta que despierte - mencionó Karen mientras acariciaba los enmarañados cabellos de su hijo.

Se odiaba, se odiaba como jamás iba a odiar a nadie. Era su culpa, que Will estuviera en aquella camilla de hospital inconsciente no era nada más ni menos que su culpa. Jamás debió haberse separado de Will, jamás debió dejar que el fuera solo a su casa aquella noche. Todo era su maldita culpa, y por si fuera poco, su estupidez no se había quedado allí. No, Mike tenía que ir y que le empezará a gustar la primera chica que no lo rechazaba. En definitiva, imbécil le quedaba corto.

El sonido de la puerta abriéndose  hizo que toda la atención de Mike se centrará en esta. Debía haber despertado, tenía que estar bien o Mike moriría ahí mismo. Miro a Johnatan con la súplica reflejada en sus ojos esperando una respuesta, recibiendo un asentimiento de cabeza que solo significaba una cosa.

Will había despertado.

Como alma que lleva al diablo, despertó a Dustin y a Lucas lo más rápido que pudo, y salió corriendo por los pasillos buscando la habitación de Will. Y sin importarle que hubiera hecho un escándalo digno de un premio, entro a la habitación con una sonrisa en su rostro, encontrándose con lo que llevaba esperando durante horas.

—¡¡¡Byers!!! - grito con alegría mientras entraba a la habitación del más pequeño, quién al apenas verlo, un brillo se instaló en sus ojos y una sonrisa surco su cara. Aunque sí bien Mike quería besarlo, se conformó con abrazarlo.

La imagen de su pequeño Will con aquel brillo en sus ojos y aquella sonrisa que tanta falta le había hecho probablemente no la olvidaría nunca. Pero en definitiva nunca olvidaría las dos simples pero importantes palabras que salieron de su boca: 

-Lo siento - murmuro, casi en un susurro. 

-¿Que? 

-Lo siento, por lo de Eleven... - menciono con una mueca en sus labios. La sonrisa que poseía hace unos segundos se haba desvanecido junto con aquel hermoso brillo en sus ojos. 

Con una mirada, logro que Joyce se marchara de la habitacion junto con el resto de los chicos. Joyce no era tonta y se había dado cuenta de la relación que ambos llevaban, pero después de muchas suplicas de parte de estos había prometido mantener la boca cerrada, siempre y cuando fuera por su bien. Ademas, la mayor en cierta forma se encontraba agradecida con el menor, después de todo, el era uno de los pocos que hacia que Will se levantara con una sonrisa en su rostro. 

-Will... cariño... ¿Que quieres decir? - cuestiono confundido el menor mientras acariciaba los castaños cabellos del menor. 

-Ella, te gustaba, lo se, no preguntes como - menciono antes de que el rizado lo interrumpiera - Y, es mi culpa que ella se haya ido, ademas de que... - y Will iba a seguir diciendo las mil razones por la que era culpable de que la mencionada se hubiera ido. Sino fuera por los labios del mayor. 

¿Cuanto había pasado? ¿Uno, dos meses? No lo sabían, pero si era notorio que para ambos había sido una eternidad estar sin los labios del otro. Se movían en una sincronía casi perfecta, sin querer separase el uno del otro. Se habían extrañado, se habían extrañado como nunca habían extrañado a nadie. Y probablemente hubieran seguido así, pero ambos necesitaban aire.

 -Si, ella me gustaba, pero no como me gustas tu Will - dijo mientras tomaba una de las manos del mencionado y la ponía sobre su pecho, su corazón para ser mas precisos. - ¿Sientes esto? ¿Sientes como mi corazón late por ti y solo por ti? Solo tu eres causante de esto Will, solo eres tu al que amo, tesoro. - Y el castaño no necesito mas para lanzarse a los brazos de su novio en un fuerte abrazo. 

Iba a ser difícil, como todo. Tendrían sus problemas como cualquiera y mas de una vez tendrían ganas de tirar todo por la borda. Pero mientras el otro estuviera allí, no importarían los contratiempos, ni los problemas, solo serian ellos dos contra todo. Porque ambos eran todo. 

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Se que no actualizo como hace un año, salvo el pequeño fragmento anterior. Pero ya entienden el punto... ;)

Les quería agradecer por todo el apoyo que le están dando a estos pequeños one shots. Que están del asco, pero a ustedes les gustan, así que seguiré escribiéndolos. :) 

Muchísimas gracias por todo y espero que les haya gustado :)

Hugging and Kissing {Byler & Foah}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora