☆just the two of us☆ [2jae]

Clase de música.

El pequeño Youngjae se encontraba de camino a su escuela un miércoles por la mañana, caminaba dando saltitos de vez en cuando pues estaba muy feliz ya que su mami le había preparado su platillo favorito, Gimbap.

El camino fue más corto, soltó la mano de su mami y se adentró a la escuela, saludó con su pequeña manita a sus compañeros de clase y a su maestra. 

Se dispuso a sentarse en la misma mesa de siempre, con 3 de sus amigos con los que solía platicar acerca de caricaturas o de historias que se inventaban entre risas y pucheros. Las maestra les solicitó que se formarán en una línea recta por estaturas ya que irían a la clase de chicos mayores, y a Youngjae le dio mucho miedo, pues siempre le repetían lo crueles y temibles que esos niños de 12 años llegaban a ser, el solo contaba con 7 añitos y su mami le decía que se mantuviera alejada de los chicos mayores ya que podrían hacerle daño.

Con mucha angustia se formó y empezó a seguir a sus compañeros de clase, pasaron un jardín y llegaron a la zona de salones para los niños de 10 años en adelante, la maestra les dijo que escogieran a que clase querían ir, por que al ser la semana cultural había una gran variedad de talleres. Los ojitos de Youngjae leyeron todas las opciones y se detuvieron en dibujo (por que se le daba horrible), y en canto, este último por que su papi le cantaba por las noches mientras su mami lo arropaba y ahora quería ser el quien cantase para su papi y mami. 

Caminó con la maestra y tocó suavemente su brazo.

–Jae, ¿ya has decidido a cual quieres ir?–El pequeño asintió y señaló con su dedo el cartel que decía con letras doradas "taller de música y canto", la maestra sonrió y llamó a un chico de estatura enorme a ojos de Youngjae.

–Jaebum, como eres el líder del taller de música te encargo a Youngjae que es el mejor de mi clase–El chiquillo se sonrojó ante las palabras de su maestra y ante la mirada del niño llamado Jaebum.

–Esta bien maestra Bae, no se preocupe– Dicho esto estiró su mano para tomar la del pequeño entre la suya y caminar al salón donde impartirían la clase. Tomaron asiento en la primer fila y Jaebum acomodó las sillas mientras los demás niños entraban a la clase. 

Youngjae miraba admirado todos los instrumentos que yacían en el lugar, alguno jamás los había visto y otros los conocía gracias a las películas que a veces veía con su papá. Se levantó de su asiento y empezó a caminar en dirección a la parte trasera del salón, donde se encontraban todos los instrumentos, estaba a punto de tomar un pequeño pandero pero no pudo hacerlo ya que una voz lo detuvo.

–Los niños curiosos son los que primero salen regañados Jae– el pequeño sintió sus mejillas teñirse de color rojo intenso y sus ojitos llenarse de lágrimas, a él nunca lo regañaban por que era un niño bueno, uno muy listo para tener 7 años.

El menor regresó cabizbajo a su silla y jugó con sus deditos en lo que el resto del salón se llenaba. Luego de 10 minutos Jaebum se paró a cerrar la puerta y carraspeó su garganta.

–Buenos días niños, muchos de ustedes ya me conocen, otros no–dijo posando su vista en Youngjae–Soy Jaebum del primer semestre y de hoy en adelante impartiré esta clase, tengo a penas 15 años por lo que muchas de las veces no podré resolver todas sus dudas, pero intentaré ayudarles en lo que pueda.

La boquita de Youngjae se abrió ligeramente, ese chico era muy grande, podía ser su papá.

Jaebum les indicó a todos que debían hacer lo que regularmente hacían, la mayoría de los niños tenían de 10 años, por lo que no había problema alguno. Fue de uno en uno explicándoles que hacer, hasta que llegó con Youngjae y se topó con un puchero en la cara de este, Jaebum mentiría si dijera que no le pareció tierno.