Pruébalo.

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[Contenido +18] (Siempre quise poner esoxdxd, pero si es smut)

Jaebeom era religioso, no lo había sido desde el inicio de su vida, pero si la mayor parte de ella. Cuando cumplió los 15 años, su madre y padre sufrieron un accidente terrible dejándolos a ambos al borde de la muerte. Durante dos meses Jaebeom fue diario al hospital donde ellos estaban, mientras él estaba al cuidado de su tía, trataba de llevar su vida normal, tratando de ignorar lo más que podíasi es que se podía ignorar algo asíla ausencia de sus progenitores. Para el comienzo del tercer mes del accidente Jaebeom fue llamado del hospital, al llegar se encontró con la maravillosa noticia de que su padre había despertado y parecía renacido, pues sus fuerzas y su apariencia no parecía ser la de alguien quien estuvo tres meses en coma.

Su felicidad duró poco, pues el doctor le explicó que era algo común que la gente despertase con mucha energía ya que es el último soplo de vida, así que le aconsejaron quedarse al lado de su padre para dejar que este se despidiese y el hacer lo mismo. Dos días después a la 1:31 a.m su padre falleció y el dolor que sentía era muy grande, él siempre había tenido la esperanza de que sus padres se despertarían y que volverían a ser tan felices como antes.

Una noche escuchó a su tía hablando sola por lo que fue con ella, esta le dijo que estaba rezando, que lo hacía desde pequeña y se sentía muy bien cuando cada que lo realizaba.

Jaebeom tenía 16 años cuando su madre despertó, después de mucho tiempo volvía a ver sus ojos y su sonrisa, y el lloró, por que la persona que más amaba en el mundo estaba ahí, porque aunque aún extrañase a su padre el que su mamá estuviese viva era lo mejor que le había pasado en la vida.

Jaebeom tenía 15 años cuando comenzó a rezar por la salud de su madre, prometiéndole a Dios que si le traía de vuelta a esa maravillosa mujer él le dedicaría su vida entera.

Jaebeom tenía 18 años cuando se inscribió en el seminario para volverse sacerdote.

Jaebeom tenía 34 años y desde los 15 jamás se había cuestionado sus decisiones, porque creía y amaba a Dios y todo lo que el significaba, porque era feliz dando la misa de los domingos y los sermones de entre semana, porque su madre lo iba a ver tres veces por semana y le platicaba de su vida. Pero Jaebeom estaba olvidando algo, era un ser humano, porque no salía nunca, porque cuando sus pocos amigos de la juventud le visitaban y contaban acerca de sus familias él se sentía solo y abandonado, porque todo lo que él creía que lo hacía sentir completo había dejado de hacerlo.

Su vida comenzó a volverse una rutina, una melancólica y depresiva rutina, pero no quería cambiarla, había hecho una promesa a Dios y debía cumplirla.

Jaebeom nunca se había cuestionado sus creencias, pero últimamente el mundo era tan malo y tan perverso que a sus ahora 38 años ve la vida desde otro punto de vista, porque su madre había fallecido y sus amigos habían dejado de ir a verlo, porque estaba solo y ahora tener a Dios en su corazón no era suficiente. Porque últimamente todo es su vida parecía una farsa, una realidad alterna y poco fiable. 

Fue un domingo en la misa de las 7:00 am cuando lo vio por primera vez, con su camisa a botones blanca y su pantalón negro, el cabello dividido y cayendo a cada lado de su rostro, sus labios rosados y su sonrisa ladina, fue ese mismo domingo cuando comenzó a tener sueños con esos ojos cafés.

La segunda vez que se vieron fue en una Convención, las iglesias de toda la ciudad se habían reunido por todo un fin de semana y él estaba ahí, sentado en lo más alejado del recinto observando a su alrededor con un rostro inexpresivo y una mirada burlesca, entonces sus miradas se cruzaron y le dedicó una sonrisa para después lamer sus labios y guiñarle un ojo. Eso descolocó de sobre manera a Jaebeom, nunca nadie se había atrevido a dedicarle una mirada tan profunda, ni mucho menos se le habían insinuado de esa manera.

☆just the two of us☆ [2jae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora