Tres

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Stanley

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Stanley

—Bien, el número de Zayn y el mío están anotados en la nevera, si tienes cualquier problema solo llámanos.—Liam le indico al adolescente que cargaba al menor de los Malik, quién ya llevaba su pijama.—Te deje las instrucciones de cómo preparar su leche, luego de eso se quedará dormido prácticamente de inmediato, así que no tendrás mucho que hacer. Oh, y recuerda cambiarle el pañal antes de dormir, no le dejes ningún peluche cerca de su rostro cuando lo dejes en la cuna...—

La risa del adolescente interrumpió el discurso de Liam.

—Tranquilo, señor Liam, todo estará bien, vaya y disfrute de la fiesta.—Zack dijo con una sonrisa ladina.—Yo me quedare cuidando de mi pequeño amigo ¿Cierto?—Dijo mientras pellizcaba suavemente la mejilla del bebé.

Demian miro al adolescente y en un rápido movimiento, dio un leve mordisco a la mano del adolescente, haciéndole gruñir.

Una carcajada se escucho a las espaldas de Liam.

—¡Demian!—Liam exclamó sorprendido.

Una mano se colocó de manera posesiva sobre la cadera del hombre.

—Ese es mi hijo.—Zayn murmuró con orgullo.—Si le pasa algo a mi hijo, si sacas algo de mi casa, me enteraré y no querrás saber que haré ¿Entendido?—Zack asintió.

—Si, señor Malik.—

—Bien, vamos, los chicos nos esperan en el auto.—Liam asintió y le dedico un sonrisa de disculpas al adolescente.

—Gracias por cuidarlo, Zack. No volveremos tarde.—

—Que tengan una buena noche, en especial usted señor Liam.—Zack dijo con una mirada coqueta.

Soltando un gruñido, Zayn apretó el agarre alrededor del cuerpo de Liam y lo dirigió hacia la puerta de la casa.

—Si ese crío no se detiene, te aseguro que terminaré en la cárcel.—Zayn gruñó molesto y Liam suspiro.

—Por favor no empieces, Zayn.—Liam pidió amablemente.—Solo disfrutemos de esta noche, es la gran noche de nuestro hijo ¿Si?—El moreno suspiro y besando los labios de su esposo asintió.

—Andando, antes de que se nos haga tarde.—

Con una sonrisa, Liam se dejó guiar por Zayn al auto, donde el moreno le abrió la puerta para luego dirigirse hacia el lado del piloto y arrancar en dirección hacia el lugar del evento.

[...]

Liam le sonrió amablemente al valet que se encargó de abrir su puerta cuando Zayn se detuvo en la entrada del edificio donde se festejaba la fiesta.

—Gracias.—El hombre sonrió cortésmente hacia el castaño.

—Ten.—Zayn gruñó alejando a Liam de aquel desconocido y entregándole las llaves de mala manera.

La Lección de ZaynDonde viven las historias. Descúbrelo ahora