Doce

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El director se aclaro la garganta y colocándose de pie arreglo su saco.

—Teniendo en cuenta el testimonio del joven Malik, no me queda más que sancionar al joven Collins con una suspensión de una semana por los actos cometidos.—Tanto Liam como Zayn se miraron, un mirada de rabia y enojo, de impotencia.

La sonrisa en el rostro del padre de Michael, era petulante.

—Y al joven Leight se le sancionarán con dos días de castigo por la agresión.—Finalizo el hombre y las quejas no se hicieron esperar.

—¿Dos días de castigo? ¡Pudo haber matado a mi hijo! ¡Esa mierda merece más! Debería expulsarlo.—

Liam abrió y cerró su boca rápidamente, miro a Leight y le tendió al menor de los Malik, quien seguía durmiendo.

—Sosten a tu hermano.—Gruño ya molesto, Zayn se coloco a su lado, temía de las acciones de su esposo.—¿Mi hijo debería ser expulsado? ¿Mi hijo, el que defendió a su hermano quién estaba a punto de ser violado por su hijo? Aquí el único expulsado debería ser el suyo y eso sería un regalo, lo mínimo que merece su hijo es ir a la cárcel por tratar de abusar del mío.—

—Señor Malik...—

—Usted ni me hable.—Liam miro con irá al hombre.—Vulneraron a mi hijo, lo acosaron y casi abusaron, y todo bajo su cargo. ¿Donde quedó la seguridad? ¿La confianza que le entregué al dejar a mis hijo bajo su cargo? ¿La justicia? Usted sabe que pasó, usted lo entiende pero lo importa una mierda, porque lo único que entra en su cabeza es el dinero. No me quedaré de brazos cruzados.—

—Ya deja de gastar saliva, maricon.—La voz del señor Collins resonó en la oficina.—Tu hijo solo obtuvo lo que buscaba.—

Zayn soltó un gruñido casi animal y antes de que alguien pudiera detenerlo, había acorralado contra la pared al hombre, su mano envuelta en su garganta, amenazando con cortar el suministro de aire.

—Nunca vuelvas a insultar a mi marido o a mis hijos ¿Entendiste? Porque seré capaz de matarte con mis propias manos sin remordimiento.—El señor Collins jadeaba por aire.—Hare pagar a tu hijo por lo que le hizo al mío, no habrá día de su jodida existencia que no se arrepienta de haber intentado abusar de mi hijo.—El moreno miraba al hombre jadear y removerse bajo su mano. Sonriendo engreidamente, lo dejó caer al suelo.—Dime Collins, ¿Tu dinero puede pagarte una vida nueva? No te vuelvas a meter con mi familia, te veré en tribunales.—

Liam sonrió con orgullo y mirando a su hijos les hizo una seña para que salieran.

—Y eso va también para usted.—Liam se dirigió al director.—Lo haré pagar por esto, veamos si el dinero le permite conservar su puesto.—

Zayn tomo a su esposo de la mano, y con cuidado lo arrastró fuera de la oficina.

[...]

El camino a casa fue en silencio, nadie mencionó nada del tema, en casa se hablaría todo lo que no se pudo hablar.

Zayn dobló en la conocida esquina y Liam no pudo evitar sentir su estómago revolverse al ver nuevamente su hogar, aquella que tantos recuerdos poseía.

El moreno aparco en el lugar de siempre y apagando el motor bajo del auto, sus hijos le siguieron, Liam se deshizo del amarre del cinturón y cuando iba a abrir la puerta, está fue abierta por Zayn quien le tendía una mano.

Sin poder evitarlo, sus mejillas se sonrojaron levemente, tomo la mano de Zayn y salió del auto.

—Gracias.—Murmuro y sin soltarlo, comenzó a caminar hacia la entrada de la casa.

La Lección de ZaynDonde viven las historias. Descúbrelo ahora