CAPÍTULO 15

8 0 0
                                    

Al día siguiente nos levantamos temprano, Caleb no dejaba de mirarme e Ian no me soltaba la mano... era incómodo.

—Si quieres estar con él ve y hazlo.— Me soltó la mano de repente.

—Ian.— Paramos de caminar.

—Mira Laila, yo sé que apenas nos estamos conociendo.— Miró a Caleb que iba unos metros más adelante.— Él es importante para ti, él fue y es lo mismo que para mí, Esther.— Me miró cabizbajo— No te voy a forzar a estar conmigo cuando en realidad quieres estar con él.

—Mira Ian, tienes razón.— Su cara decayó aún más.— Él fue muy importante para mí, fue mi primer amor. Pero...— Sonreí.— Te quiero a ti Ian, pero tambien a él y no se si de la misma manera de la que te quiero a ti.

—No me amas.— Afirmó.

—No, es poco tiempo para decir esa palabra.— Sonrió.

—Tienes razón.— Me dio un dulce beso en los labios.— Lo que sí amo es poder besarte cada vez que quiera.

—No quiero herirlo tampoco.— Ian asintio y siguio caminando.

Cuando parecía que estábamos cerca, alcance a ver una figura alta y corpulenta, supe quién era...lo iba a matar...

Corrí hasta él, estaba de espalda a mí por esa razón no me vio llegar y arremetí contra él, lo tire al suelo con una patada en la espalda y sostuve una de mis cuchillas en su cuello.

—Laila, no.— Escuche la voz de Caleb.

—Dime porque nos traicionaste.— Le dije a Ladse

—La pequeña Coss.— Rió. Apreté más el cuchillo en su cuello lo que le hizo una pequeña herida.

—Laila, no lo hagas.— Caleb se acercó a mí, lento.

—Déjala.— Ian se puso entre Caleb y yo.

—Te enteraste que soy un hibrido.— Entrecerré los ojos tratando de analizar lo que quería decir con eso.

—Me importa un maldito comino que seas hibrido o humano... nos traicionaste.- Gruñí

—No lo hice, no pude.— Miró a Caleb y lo imité.

— ¿Tú lo conocías?

—Sí.— Cerró los ojos.—Es uno de nosotros.— Comentó Caleb. Luego Ladse tomó mi mano.

—No pude matarlos.— Sentí un enorme alivio cuando dijo eso.

Retire mi cuchillo y me pare junto a Ian. Caleb le ayudo a levantarse.

—¿Dónde están?— Preguntó Ian

—A unos minutos.— Señalo hacia su lado izquierdo y comenzamos a caminar en esa dirección.

—¡Caleb!— El chico llamado Sasha venia corriendo de donde se suponía que estaban las personas, pero de pronto todo se volvió oscuro y frio.

Vi como el chico era atravesado por una bala, personas gritando y siendo asesinadas, luego vi todo como si estuviera sentada viendo una película de terror, mis pies no reaccionaban, solo escuchaba el golpeteo errático de mi corazón hasta que mi familia se atravesó en mi campo de visión, corriendo, traían sangre en sus cuerpos pero no sabía si eran de ellos o de alguien más. Reaccione, me solté del agarre de Ian y corrí hacia ellos pero un Akuma se me puso en el camino y me disparo en el brazo. No sentí dolor, por lo que saque mis cuchillas y las tome con ambas manos, de una patada alta le tire el arma, como respuesta me pego en el estómago y cuando estaba en el suelo aproveche para cortar los músculos detrás de las rodillas, cayó y fue su fin. Observe a Ian luchando contra otro Akuma, era muy bueno, con su daga los terminaba rápidamente, era todo un espectáculo verlo luchar. Seguí luchando contra los Akumas que se me interponían, hasta que todo paro... caí de rodillas sobre el césped, el sol se había ocultado entre las nubes que amenazaban con dejar caer la lluvia que reflejaba mi tristeza...

AKUMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora