Tinta De Plata Y Oro. (Drarry/Scorbus)

EL Pasillo Y El Cuarto De Escobas.

<<Todo lo que puede pasar en el pasillo de ida y regreso de la biblioteca. Harry y Draco no se imaginarían ni en un millón de años todo lo que les pasaría... Solo por una tarea. Y es que que cuando los sentimientos son mutuos es muy difícil ignorarlos, sobre todo cuando se puede sentir el aliento de la persona que te gusta chocando contra tus labios.>>

• • • • • El pasillo...

Draco iba gruñendo por el pasillo, en camino hacia la biblioteca para terminar una tarea que la profesora McGonagall les había encargado hacer y que no pudo terminar ya que la información que había obtenido había sido tristemente pobre. Y al enterarse de que alguien mas si pudo redactar una mucho mejor, mas concisa, le había descolocado de su lugar... Aunque era algo que ya se esperaba.

- ¡La señorita Granger pudo traerme más de lo que le pedí a todos! Y todo lo encontró en la biblioteca. - Repetía con desdén, arrastrando las palabras - Amí que mierda me importa que la enciclopedia con patas hubiera encontrado más información que la que yo le di a la vieja bruja. Y en sima de todo me dijo "joven Malfoy... En la biblioteca todo se encuentra... Pero no es el único lugar para aprender."- los pasos de Malfoy resonaban en el suelo del pasillo, estaba enojado, frustrado de haber sido comparado con un simple sangre sucia, estúpida Granger, pensaba el rubio con desprecio - Y qué... Yo no le digo que donde compra su ropa de mal gusto no es el único que hay... Hay otras marcas igual de desagradables. Y esa Granger... Ha de cogerse a los malditos libros o qué... ¿Los profesores?

Tensó la correa de su mochila y arrugo el pergamino de su tarea que traía en la mano izquierda, sujeto por un listón verde... Siguió su camino, y cada paso era un poco mas de su desagrado por la profesora, ahora tenia que pasar gran parte de la noche metido en las oscuras paredes de la biblioteca y sus interminables libros. Suspiró... Aunque no acostumbraba hacerlo, suspiró para darse la paciencia suficiente para soportar estar solo sin la compañía de ninguno de los idiotas de sus amigos.
Pero no era el único que sufría... No, no.

•

Harry ya tenia el metro y sesenta de pergamino de la tarea que Severus le había encargado. Y Harry estaba enojado, furioso y hasta peor que irritado... Por que ¡por Merlín! El profesor de pociónes le acostumbraba ponerlo a destripar o limpiar restos de cesos de ranas y no terminar de redactar una interminable tarea. Ya hasta las pestañas y uñas le dolían de tanto escribir, lo peor de todo es que Hermione no le había podido ayudar, y Ron tenia tarea que hacer y lo hizo en la sala común, ya que el no entra en la biblioteca si no es por alguna tarea muy importante.

- ¡Me perdí en entrenamiento de Quidditch de hoy! - Y eso era lo que más le enfurecía; de haber limpiado los calderos, hubiera ido a los entrenamientos, ya que estaba acostumbrado a limpiar y eso se le facilitaba y lo terminaba rápido... ¡Pero redactar un metro y sesenta de pergamino, en la mitad de la mañana y una tarde! ¡Merlín! Era un milagro que hubiera terminado, bueno quien no lo haría si te amenazan con hacer una del doble de tamaño si esa no estaba lista para la mañana... ¡Y el no tomaba clases mañana!

- Ahora si que la edad le esta amargando aún mas de lo que ya estaba. - Paró para guardar su tarea en su mochila, la cerro y tensó la correa con su mano izquierda, siguió su camino hacia su torre.

- Que cansancio. - Susurró, sus pasos eran rápidos y duros, pisaba el suelo fuerte para descargar un poco de su furia, retenerlo le atraía serios problemas... Como enfrentarse a Malfoy y no soportarlo un solo segundo y terminar atacándolo, eso sería un gran incentivo para Dolores de expulsarlo definitivamente del colegio. - Malfoy... Malfoy siempre estará del lado equivocado. - Ese era otro tema que lo aquejaba últimamente, el pensar en Malfoy siempre le dejaba una sensación de vacío, unas ganas infinitas de poder tocarlo, de tenerlo y saber si como de suaves se ven esos platinos cabellos se sienten igual. Pero como olvidar que él ya le había dado esa oportunidad y la desaprovechó por sus creencias... No estamos hablando de religiones... Pero como si lo fuera, Harry sabia que tenía que renunciar a su credo, a su rubio malcriado.