Tinta De Plata Y Oro. (Drarry/Scorbus)

Besos a un Slytherin

--Besos a un Slytherin--

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Para Harry últimamente ver a Draco se le hacía un regalo del cielo, que hasta le asustaba.
Verlo pasar a su lado regalándole esa sonrisa cautivante le hacia explotar mil Snitch's en el estómago- lo cual le asustaba- ocasionado que aveces no comiera nada.
Desde hace rato Harry ya había aceptado que lo que le hacia sentir el Slytherin era eso que todos llamaban amor y aunque le asustaba no lo negaba.
Cuando comenzó a sentir esos revoltosos sentimientos por la serpiente, llegó a pensar que quizás era un embrujo, un hechizo para mantenerlo como un idiota tras la existencia del rubio, pero para su desgracia y bendición, no era asi.
Esas miradas fugaces que compartía con la serpiente eran lo suficiente para la próxima vez en que él se dignase a volverle a mirar. Harry se sentía satisfecho con los segundos que tenia para admirar esos ojos grises que le miraban con diversión, críticos, tan profundos, tan apasionadamente precavidos.

Él quería ser el que descubriera la pasión que sabia el Slytherin ocultaba tras las miradas altaneras y airadas. Apenas y podía disimular las ganas de besarlo que tenia, tan descontrolado estaba por ese chico, oírlo y ver sus cabellos rubios, sus divinos ojos claros y piel pálida, esa sonrisa de lado... ¡Dios! Que alguien le golpee para reaccionar de su profunda alucinación de amor.

- Es que no hay otra forma de describirlo Hermione, es tan... Es tan Slytherin... Tan Malfoy. - Dijo Harry con la vista pérdida hacia el Lago Negro, cubierto de una capa de hielo, viendo los espacios donde se podía ver el agua, sentado junto a sus amigos sobre un tronco, recordaba muchas de los defectos y virtudes de su amada serpiente.

-Harry ¿si estas consciente de que por mi parte no me interesa oírte hablar asi del hurón? -Dijo Ron con el rostro compungido, a su lado una caja de ranas de chocolate; regalo de la castaña, él pelirrojo prefirió esconder su rostro tras un libro. Mientras Hermione solo veía a Harry como la broma más larga que le ha tocado ver.

-Harry... Llevas asi por lo menos dos meses, y estamos cerca de navidad. - Cierto, el lago ya mostraba vestigios de congelamiento, los copos de nieve caían del cielo y era como ver fragmentos de los cabellos de Draco congelados, para Harry así era.

-La otra vez pasé cerca de el y pude respirar el olor del perfume de su cabello... Y era tan-

-¡Oh, Harry callaté! -Chilló Ron, quien solo atinó a meter más chocolates en su boca para así olvidar el mal sabor de su paladar que le provocaba oír a su mejor amigo adorar a Malfoy.

-Es ilegal ser tan cautivante como él.. Se siente algo prohibido verlo como lo veo... ¿Escaparia conmigo si se lo pido?

-¡¿Escapar a donde?! -Gritó Ron, de nuevo y azotando su libro en su regazo, desenvolvió otra rana de chocolate y la metió toda en su boca.

-No sé... Solo pienso que seria muy romántico. -Dijo con una sonrisa de idiota en el rostro.

-Calma Ron... Y tú... -dijo Hermione que se dirigió a Harry, él chico tenia la mente descontrolado pensando en el rubio -deja de pensar esas cosas. Harry por Merlín... Pareciera que andas en las nubes, que apuesto a que si un Hipogrifo se siente sobre tu cabeza tu ni en cuenta.

- ¡Miren, miren, allí viene, chicos! -Señaló a Draco pasar cerca del lago en compañía de Pansy. -Ven sus movimientos...

- ¡No quiero saber de sus movimientos Harry! - Exclamo Ron lastimeramente.

-Su forma de caminar tan grácil, tan elegante... Como un hermoso cisne... - Dijo Harry viéndolo pasar, envuelto en una elegante túnica, con unos guantes en las manos, apunto de ponérselo.

-Un pavo, pavoneándose de lo más ridículo. Como si fuera el centro del universo. -Se mofó Ron recibiendo un codazo -¡Auch! -En las costillas por parte de Hermione.