DÉCIMA PARTE

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DÉCIMA PARTE: PECADO

-¿Duelen?

Jinyoung no pudo pasar por alto el detalle de la espalda marcada, acercándose con cautela, poso su mano encima de uno de los hematomas en el hombro superior, lo toco, lo delineo hasta cierto punto donde la voz de Junior le interrumpió con palabras como ¨Tócalo más abajo¨, ¨ ¿No te sientes feliz?¨, cosas totalmente inoportunas que llevaron a que se apartara de golpe, pareciendo asustado, y que peor que mostrar ese lado frente a Jaebum. No solo se había dado cuenta, el moreno pensó que debía verse muy mal como para obtener una reacción de tal forma, lo que no dejaba de ser preocupante ¿Y si además de golpes tenía algo más? Muchas veces por el dolor y por la costumbre ante el mismo las personas no son capaces de captar la gravedad de las cosas, eso aplicaba para animales también, ante la necesidad de sobrevivir, por mas huesos dislocados, el sentimiento que prevalece es el de salvarse, ya luego llegaría el dolor; aunque él particularmente no sentía nada.

-No me duelen, no te preocupes.- Admitió, buscando en uno de los estantes dos paquetes de rameen, abriendo y colocando estos en la hoya de agua hirviendo que previamente estaba preparando.- ¿Nunca escuchaste la frase ¨Las heridas solo duelen en el momento¨? Ya están bien, ni las siento.

-No te hagas el superado.- Jinyoung no era tan tonto para caer eso. Muchas veces, por no decir siempre, amigos y hasta él, había usado esa frase para evitar sentirse una molestia o preocupar a los demás; ya nadie podía engañarlo. Que Jaebum lo intentara merecía un premio, pero ante un experto no era competencia.- ¿Tienes un botiquín?

-En el baño. Es ese del frente.- Señalo la puerta entre abierta, justo la que quedaba cara a cara a la cocina.- Solo enciende la luz y veras que está en un estante.

Tomando las indicaciones, Jinyoung encamino su búsqueda hasta el cuarto y dentro, como había dicho el mayor, tras prender la luz fue muy fácil darse cuenta de la gran caja de color azul oscura encima de un estante; ese debía ser el botiquín. Tomando todo lo necesario, desde la caja hasta una toalla húmeda con agua, salió en la búsqueda de Jaebum, pasando primero por la cocina para ver que sorprendentemente ya no estaba, lo que lo dejaba en el último cuarto, donde justamente lo vio cuando solo asomo la cabeza por la entrada, observando que estaba no solo comiendo, también parecía estar concentrado en su computador y piano, componiendo algo.

-¿Tienes trabajo que hacer?- Con la pregunta, Jinyoung dio anuncio a su llegada, cogiendo una silla para acercarla a la mesa de ¨trabajo¨, dejando las cosas ahí antes de tomar asiento y desde esa posición, pudo echar un pequeño vistazo más de cerca. En la pantalla del computador solo había programas de ecualizadores de audio, de grabación, todo lo que necesita un productor musical para crear melodías, y Jaebum se veía muy concentrado bajando los niveles de ciertos instrumentos, a tal punto que cuando capto por primera vez al menor a su lado fue cuando este se le acerco demasiado para leer el titulo de la canción.- ¿Mayday? ¿Esa no es una señal de auxilio?

-¿Cuándo llegaste?- Pregunto el mayor, cogiendo luego el segundo plato preparado y deslizándolo hacia el castaño; pasando rápidamente de la pregunta. No solo se había tomado la molestia de preparar la comida, Jaebum estuvo en los últimos detalles, desde traer los palillos y una cerveza para cada uno, sorprendente, porque Jinyoung nunca espero que este pudiera tener un gesto así con él alguna vez.- Come, debes estar hambriento.

-¿No deberíamos curarte las heridas primero?

-Creo que podemos esperar por eso ¿No?- Cierto. Si olvidaba un poco a Mark, a todo lo ocurrido la noche anterior y los problemas de hacia un rato, la idea de relajarse un no estaba mal. Aunque habían llenado sus estómagos con puras bebidas, ninguno se paró a pensar en la comida, y a esas horas de la noche, casi pasado la medianoche, tenía demasiada hambre.

PERRO NEGRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora