TRIGÉSIMA PRIMERA PARTE

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TRIGÉSIMA PRIMERA PARTE: HUND 

Espero que presentes tu trasero en el bar esta noche, tenemos que hablar de algo muy importante querido sobrino. Te has tomado tus vacaciones, pero ya terminaste y la diversión con tu nuevo juguete debe acabar.

Nuevo juguete. La sangre del alfa hirvió por el apodo. Jaebum sabía que nada que viniera del bastardo de su tío era bueno, él no apreciaba a los de su tipo y menos a las personas. En otras etapas de su vida eso no le hubiera importado, por ponerlo en palabras se pasaba los pensamientos del hombre por las pelotas y luego escupía en ellas.

Que su tío tenga la opinión que quiera, él viviría con eso y se despreocupaba de que llegara a afectarlo. Su objetivo no estaba en darle orgullo al viejo, su objetivo siempre estuvo en Youngjae y en mantener a su compañero a salvo. Nada mas importaba en la vida del alfa hasta que Park Jinyoung ingreso abruptamente a su vida y todas las ideas de mantenerse al margen de los sentimientos, de encariñarse o preocuparse por alguien, todo pasó a irse a la basura; casi podía escuchar sus propias palabras. Se había pasado los ideales también por donde el sol no daba y a diferencia de lo que vivía con el viejo, esto si le molestaba.

Molestaba en un sentido triste, no de enojo.

Jinyoung lamentablemente representaba otra debilidad y Jaebum era más que consiente que su tío tenía el dato de quien era él. Era cuestión de tiempo para que llegaran al menor, y el maldito miedo de que este corriera el destino de Youngjae era desesperante. Haber perdido a un compañero había sido doloroso, perder a Jinyoung también seria el quiebre y demasiado desgarrador.

Jaebum suspiro mientras miraba por la ventana de la limusina que lo transportaba al bar. Ojos curiosos lo observaban por el espejo retrovisor y al notarlo el alfa se giro para encontrarse con ellos, incrustando su mirada sobre ellos.

-¿Qué mierda miras? ¿Otra vez quieres seducirme?

-Cuanta confianza, Hund. –Jaebum rodo los ojos ante la mención de su apodo.

Tiempo había pasado desde la última vez que alguien le dijo así. ¿Un mes? ¿Un poco más? Octubre ya estaba terminando dentro de dos días y con ello noviembre llegaría para hacer que la tranquilidad se terminara. Lo que había sido un receso de peleas y unas vacaciones soñadas acabaron. No solo faltaba poco para terminar la carrera en la universidad, también había llegado la hora de el tiempo libre del alfa, lo cual para el hombre asqueroso- quien era su tío- representaba dinero, mucho dinero a montones por la cantidad de peleas que le obligaría a hacer.

Podía ver su futuro como heredero y peleador clandestino. Jaebum siempre supo que era su vida así, nunca intento cambiarla hasta que hace poco recordó que tenía un gran problema por resolver y ese inconveniente tenía una cara pálida, hermosa. Cejas negras como su cabello, un cuerpo digno de acariciar y un trasero que ¡Dios! El alfa se había vuelto adicto a él.

Park Jinyoung había logrado mejorar sus días, haciendo que todo pasara tan rápido y en formas tan diferentes que Jaebum pensó que era afortunado de estarlas viviendo. El tiempo volaba y todo conllevo a que el día de la verdad se acercara cada vez más.

Cuando terminara la universidad no habría excusas validas para decirle, mas allá de justificar que la falta de tiempo se debería al trabaja, Jaebum sospechaba que el menor no sería tan idiota para pensar eso y menos para creer los pretextos que tendría que decirle sobre las marcas o moretones. Podría explicar que eran peleas callejeras, pero repetir la misma cosa tres veces por semana- lo que equivalía a la cantidad de peleas- no era muy creíble, y si quería generar un vinculo de confianza entre el ellos seguir con mentiras estaba muy lejos a ayudar que la meta se lograra.

PERRO NEGRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora