PERRO NEGRO

VIGÉSIMA PARTE

VIGÉSIMA PARTE: TRAUMA

-Yo no puedo entender porque se fijo en tu amigo.- La voz de Mark era la que mas resonaba en el restaurante de Yugyeom, que al ser un poco más de las once de la noche, ya estaba vacío, solo una reunión de amigos se estaba gestando en ese lugar y particularmente el más nervioso era el mayor de todos.- ¿Qué demonios tiene en su cabeza? Jaebum no es siquiera una persona de fiar.

-No sabes que mierda hablas, así que cállate.- Jackson estaba arto. Siempre considero que las personas que hablaban sin conocer a las personas eran irritantes, pero cuando tocaban el tema de Jaebum y lo juzgaban delante suyo, siendo él quien más lo conocía de todos, eso lo ponía peor; hasta ganas de golpear a algunos le daban. Obviamente no tenía ese tipo de intensiones con Mark, pero deseaba que cerrara su boca pronto o se arrepentiría.- Todo lo que haces es quejarte de Jaebum, pero no estás pensando en donde esta TU mejor amigo.

-Oigan, no estamos aquí para pelear.- Yugy intento apaciguar las aguas. El ambiente era tenso, todos lo sabían, tan denso que sentía que cualquier palabra cortaría como un cuchillo y terminaría hiriendo a alguien en el proceso.- Vinimos para juntar ideas, necesitamos pensar donde podemos buscar.

-¡Culpo a tu querido amigo de todo lo que está pasando, fíjate!- Recalco el peli rojo, mirando a Jackson y pasando por alto el pedido del menor.- ¡Hace más de tres horas que no sé nada de él! No sé en qué estado. No sé si está solo, si tiene frio o si esta triste ¿¡Como crees que no puedo culparlo de lo que está pasando!?

-Por casualidad ¿No estás enamorado de él?- Jackson debería estar bromeando ¿Cierto? Mark no podía entender que tenía que ver su pregunta con las circunstancias, pero si sabía que eso más que calmarlo le hizo hervir la sangre mientras guardaba silencio y se mantenía clavado a la mirada de su preguntante.

-Yo también tengo esa duda.- Todos miraron a Bambam cuando aquello salió de sus labios. Yugyeom, a diferencia de los demás, imploraba con sus ojos que su amigo se mantuviera callado y no agregara más comentarios como esos. La situación estaba demasiado tensa como para causar más problemas. 

-¿Me están juzgando acaso?- Por primera vez el mayor estaba sintiéndose como un animal acorralado. Todos los ojos estaban en él, lo sabía, lo sentía, pero por alguna razón lo estaban analizando de la manera que no era y peor, la persona que si era dueño de esos sentimientos también creía en todo esto.- Yo quiero mucho a Jinyoung, pero no de esa manera. Así que no se qué mierda están pensando, pero es mejor que terminen de imaginarse cosas.

-Debo admitir que cuando hablas de Jinyoung, pues, suenas muy parecido a como yo reaccionaria si a Bambam le pasara algo.-Si bien Yugy quería mantenerse al margen, admitía que también la duda lo albergaba y antes de que dieran el tema por cerrado moría de ganas por aclarar ese punto. – Yo estaría...

-Ya cállate.- El golpe de un Bambam avergonzado llego en la nuca del rubio. En esos momentos nadie quería oír lo enamorado que estaba, estaban en otro punto y no había que desviarse.- Pero enserio ¿Nunca consideraste salir con él?

-No puedo creer que estén ahora pensando en esto.- Cansado de tener que hablar, Mark se sentó por primera vez en la noche y como hombre de negocios, junto sus manos sobre la mesa para mirar a todos los presentes.- ¿No ven que tenemos cosas más importantes que pensar?

-Tu silencio lo dice todo.- Susurro Jackson. Y como la cercanía entre el mayor y el era mucha, este otro lo pudo escuchar perfectamente, causando que recibiera una mirada de odio.

-¿Qué? ¿Te interesa acaso?- Las preguntas de Mark fueron directas, incluso con cierto tono amargo e irritado en su voz.

-Oigan, no peleen. Ya está, no hablemos mas de esto.- Poniéndose la situación al hombro, Yugy calmo a todos mientras que los hacía prestarle atención.- Todos queremos saber donde esta Jinyoung ¿No?- Pregunto.- Así que mejor, en vez de discutir por esto, hablemos de cómo nos vamos a dividir para buscarlo. Él no pudo haber ido tan lejos, no se llevo dinero, ni sus cosas, tiene que estar con alguien.