Voodoo doll

2

—¿Ya verás a tu tutor?— Le preguntó Jin a Eunji cuando iban saliendo de clases.

—Se supone pero, ¿Sabes? Ahora que lo mencionas, nunca me dijo a qué hora, supongo que iré a la biblioteca y lo espera... ¡Wow!— exclamó la castaña cuando, al salir del salón, se encontró con que Taekwoon estaba recargado en la pared del frente.

—Vaya, tiene cara de matón. — Le murmuró Jin al oído.

—Yo estaba pensando lo mismo— comentó Eunji con cierto pesar en la voz.

—Bueno, recuerda que todo puede ser producto de su timidez, o simplemente es serio...— comenzó su amigo, pero antes de terminar soltó un leve quejido, provocado por un golpe en el hombro que uno de sus compañeros le dio al salir; Eunji apenas había abierto la boca para decirle algo al gracioso, cuando Jin posó una mano sobre su hombro en señal de advertencia —Todo está bien ¿Sí?— le dijo con una sonrisa.

—Bien. — Respondió Eunji luego de un momento.

—Excelente— dijo Jin, sonriendo aliviado —Te veré mañana. — Agregó y dio la media vuelta para irse. Una vez que su amigo se perdió entre la multitud de estudiantes, Eunji se acercó a su tutor.

—¿Estabas esperándome?— preguntó y el pelinegro asintió.

—Sí. Reparé en que nunca te dije a qué hora, así que decidí venir a buscarte. —

—Bueno, espero que no hayas tenido que esperar mucho— comentó la chica, a lo que Taekwoon solo se limitó a negar con la cabeza —Genial, em, vayamos pues— propuso Eunji, y ambos comenzaron a caminar.

***

—Bueno, el profesor Lee me comentó que tienes problemas con los pares craneales. — Comenzó Taekwoon una vez que se instalaron en la biblioteca.

—Sí, bueno, es de mis principales problemas— respondió Eunji —, no consigo memorizar ni su orden, ni...—

—No, espera un momento, ¿Memorizarlo?— la interrumpió Taekwoon mirándola con seriedad —No tienes por qué hacer eso, tienes que entenderlo para que tu memoria lo retenga, si no lo haces así, lo olvidarás en un par de días. — Eunji se disponía a contestar, pero el chico se levantó negando con la cabeza —Espera aquí. — Le dijo mientras desaparecía entre los estantes; luego de un par de minutos, Taekwoon volvió con un pesado libro de anatomía en las manos —Ahí— dijo entregándole a Eunji el libro, y señalando la sección de los pares craneales —, te daré quince minutos para que lo leas y trates de entenderlo, luego de eso te haré algunas preguntas— explicó el chico mirándola, a lo cual Eunji asintió rápidamente y se puso a leer; era increíble pero la mirada del chico era tan penetrante que la había puesto nerviosa, no pudo sostenérsela.

***

La castaña estaba tan ensimismada tratando de entender al onceavo de los pares craneales, cuando de pronto, el libro comenzó a alejarse de ella.

—¿Qué?— preguntó alzando la vista de golpe, para encontrarse con que Taekwoon estaba atrayendo el libro hacia él —No, espera— pidió en voz baja, al tiempo que se aferraba al libro con ambas manos.

—Ya han pasado veinte minutos, te he dado cinco extra. — Replicó Taekwoon tirando aún más fuerte del libro, logrando quitárselo e, ignorando las miradas de protesta de la chica, lo cerró y la miró —¿Cuál es el octavo par craneal?— preguntó.

—¿El vago?— comentó Eunji, luego de pensarlo un minuto.

—¿Me lo estás preguntando?— respondió Taekwoon arqueando una ceja.