Cuando la rubia los liberó del trance y se fue a la universidad, los tres chicos parecían no tener nada que decir; Jaehwan se encontraba sentado en el piso, con la espalda recargada en la pared, mientras que Hongbin estaba de pie, mirando a Wonsik con atención; este último también estaba sentado con la espalda recargada en la pared, abrazando sus rodillas... El castaño pretendió no ver que se limpiaba una lágrima de la mejilla.
—Tienes que dejar de hacerlo— soltó Jaehwan de repente, y Wonsik solo atinó a sonreír débilmente.
—De nada. —
—No dije que no te agradeciera que me hayas salvado de nuevo de esa loca— dijo el cobrizo con seriedad —; apuesto a que Hongbin también te lo agradece, pero debes dejar de hacerlo o la influencia del muñeco será cada vez más fuerte y te costará más trabajo deshacerte de ella. —
—¿Qué...— comenzó el pelinegro con el ceño fruncido, pero Hongbin, que no había escuchado nada de lo que Jaehwan había dicho, lo interrumpió.
—Tiene que haber una manera de conseguir los muñecos... Es la única esperanza de salir— dijo, con la mirada fija en la vitrina que estaba situada al lado de la entrada del recinto.
—No quiero sonar pesimista, pero no hay manera Hongbin, tú mismo me lo dijiste. —
—Pero Sanghyuk logró escapar...—
—No tenemos ni idea de cómo demonios logró hacerlo, pero sí sabemos que no fue atacando la maldita vitrina— replicó Wonsik con fastidio; no recordaba nada de la noche anterior, pero se sentía fatal; se sentía sucio y agotado, pero por sobre todas las cosas se sentía asqueado —. Por favor, no digo que estoy resignado a estar a merced de esta psicópata toda la vida, pero seamos realistas...—
—Lo más probable es que Sanghyuk se libró de la influencia de su muñeco— intervino Jaehwan, provocando que Hongbin se quedara pasmado, y que Wonsik se pusiera de pie y se acercara a los barrotes de su celda para poder ver a su amigo.
—¿Librarse de la influencia de su muñeco?— preguntó incrédulo.
—Sí, lo más probable es que lograra desarrollar cierta resistencia al conjuro; la practicó el tiempo suficiente y cuando sintió que estaba listo trató de escapar. Ella siempre que nos saca para que podamos asearnos lo hace controlándonos con los muñecos, así que si Sanghyuk no logró librarse de ello, entonces no sé cómo se las ingenió para escapar, es la única forma que me parece posible. — Respondió Jaehwan en tono pensativo.
—No pareces muy ignorante en el tema— comentó Hongbin, tras procesar todo lo que su amigo les acababa de decir —¿Cómo es que sabes tanto?—
—Es una larga historia—
—Oh, y como tenemos tanto que hacer...— replicó Wonsik con sarcasmo, provocando que Jaehwan soltara una pequeña risa.
—Aprendí sobre el tema hace tiempo— respondió al fin.
—¡¿Qué?!— exclamaron los otros dos, perplejos ante lo que acababan de escuchar.
—¿Por qué querrías aprender algo así?— preguntó Hongbin.
—No malentiendan, yo nunca hice magia negra, tuve que aprender sobre ella porque... bueno, no hay luz sin oscuridad...— explicó Jaehwan.
—Aun así, ese tipo de conocimiento es muy poco convencional ¿No te parece?— inquirió Wonsik, mirándolo con atención —¿Por qué aprendiste?—
—Bueno, algo que tienen que saber primero, es que Haití es considerada una de las principales cunas del vudú; allá es común ver que las personas tengan objetos para protegerse del mal y ese tipo de cosas. Mi padre es médico, y hace algún tiempo lo transfirieron a un hospital de nueva creación en ese país, ahí me hice amigo del hijo de uno de los médicos locales, Nivard; él comenzó a explicarme en qué consistía todo eso del vudú y la magia... Yo jamás le creí... no hasta que un día que me encontraba en su casa llegaron unas personas buscando a su madre; se veían bastante asustados, y llevaban consigo a un chico que se retorcía de una forma muy perturbadora. Cuando Nivard llamó a su madre, ella dijo que no había tiempo para discreciones, cerró la puerta con llave y tras evaluar al chico, dijo que alguien había hecho un muñeco de él y le habían clavado algo en el corazón; la señora comenzó a murmurar muchas palabras que en su momento no entendí, pero luego de unos minutos la bolsa de la tía del chico se incendió de la nada... y el muñeco cayó de ella. En fin, la madre de Nivard curó al chico y no quiero ni pensar qué le hicieron a su tía, el punto es que fue cuando comencé a creer en eso. Los médicos en ocasiones se hacen de muchos enemigos, así que comencé a preocuparme por la seguridad de mi padre; Nivard era aprendiz de su madre, así que le pedí que me enseñara, y lo hizo. Es por eso que tengo conocimientos al respecto. — Explicó el chico, y tanto Wonsik como Hongbin se encontraban atónitos ante lo que acababan de escuchar.
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Voodoo doll
FanfictieMuñeco Vudú: Objeto de apariencia inocente, comúnmente utilizado para acceder al alma de una persona.