Winter | Primera Parte | L.S

Seis

-         No lo sé –restregó su rostro con ofuscación.

-         Louis, es importante.

El oficial se quitó las gafas y apretó el puente de su nariz. Lucía completamente frustrado. No más que Louis, sin embargo. 

-         He dicho que no... -guardó silencio al escuchar las metálicas puerta del ascensor-. Ahí lo tiene.

Señaló a las dos figuras entrantes que, al verlos, detuvieron las carcajadas anteriormente compartidas.

-         Blake, ¿ocurrió algo? –el pálido rostro de Harry se dirigió al oficial, pasando por alto su presencia allí.

Louis estudió a Niall, su brazo se hallaba relajado sobre la parte baja de la cadera del rizado.

Lo miró a los ojos, descubriendo que el rubio ya lo miraba. No lo dudó y lo enfrentó, levantando levemente su barbilla. El chico no se aminoró, en cambio aumentó el agarre y rompió el tácito enfrentamiento para devolver su atención al oficial frente a ellos.

-         No, Harry, todo está bien. Estaba buscándote.

-         ¿Por lo de las visitas a mi padre?

Blake lo observó de reojo y suspiró, parecía aliviado ante la pregunta.

-         Sí, ¿tienes un minuto?

-         Claro –Harry pareció reaccionar y caminó ansioso hasta su puerta-. Pase, por favor. 

Louis tomó el brazo de Niall y le impidió ingresar al departamento.

-         ¿Qué? –cuestionó, librándose de su detención.

-         Privacidad –murmuró, cruzándose de piernas y brazos contra el marco de su entrada-. ¿Qué te traes con Harry?

Todos sus movimientos estaban pensados, minuciosamente calculados.

Cometía errores, pero sabía arreglarlos, formaban parte de su devoción por cuidar a Harry. Sin embargo, aquel rubio frente a él se escapaba de sus manos, no había sabido de él hasta aquel día en que lo vio arrojarse sobre el rizado. Era demasiado cariñoso para su gusto.

Podía luchar contra él mismo, separar sus obligaciones de sus sentimientos. Por el contrario, no era capaz de sobrellevar la situación con Niall, no si no estaba al tanto de sus intenciones.

-         Disculpa –espetó Niall, molesto-. Yo debería preguntarte eso. Dejo a Harry aquí un tiempo y cuando vuelvo estás tú en su vida. ¿Quién eres?

-         Louis –relamió sus labios procurando aparentar tranquilidad-. Sabes a lo que me refiero, para él eres su mejor amigo. Para ti él es mucho más.

-         ¿Es esto una escena de celos? -carcajeó Niall-. Te creí más inteligente.

-         No te entiendo –Louis apretó los puños con fuerza. Necesitaba controlarse.

-         Mira, Louis, mis sentimientos por Harry no son una novedad para nadie, incluyéndolo. Lo que tú tienes con él no es cosa mía, pareces alguien importante en su vida y yo no soy nadie para interferir o cambiar eso. No sé que te has imaginado, pero no soy un enemigo para ti ni llenaré la cabeza de mi mejor amigo en tu contra. El único aquí que puede echar a perder las cosas eres tú mismo. 

Le sostuvo la mirada, fingiendo que no le importaba ninguna de sus palabras.

-         Aclarado ese asunto –prosiguió Niall-. No me interesa quién eres, no dudaré en proteger a Harry si es necesario.