Winter | Primera Parte | L.S

Siete

Sus manos sudaban mientras circulaba por los fríos pasillos.

Había algo en aquel lúgubre lugar que le resultaba familiar de una manera escalofriante. Era raro porque se encontraba en su primera visita a una cárcel, él nunca había estado allí antes.

Blake lo escoltó de cerca, evitándole contactar con las penetrantes miradas de los hombres tras las rejas. Se detuvo frente a una celda apartada, casi aislada del resto.

Esperaba relajarse al distinguir la figura de su padre, sin embargo, sus nervios aumentaron al ver la confusión en su rostro cuando se vieron cara a cara. 

-         Cinco minutos –sentenció Blake, alejándose unos pasos para darles privacidad.

-         Hola, papá –murmuró, sus manos apretando los puños de su sweater.

-         Creí que no regresarías -acusó su padre. 

-         ¿Qué? -Harry torció su rostro en confusión, su padre frunció el entrecejo. 

-         Luego de la discusión por tu nuevo amigo -explicó, la duda sonando clara en su voz. 

-         ¿Louis? –era la única persona "nueva" en su vida-. ¿Yo ya estuve aquí, con él?

-         ¿No lo recuerdas?

-         Lo siento papá, tuve un accidente. Se me olvidaron algunas cosas.

-         Oh cariño, no sabía nada. ¿Estás bien? –se acercó rápidamente y tomó sus hombros para estudiarlo de cerca.

-         Sí, lo estoy –sonrió, recordando el poco tiempo que le quedaba-. Papá, olvídate de Louis.

Cuando confesó ser homosexual tuvo varios roces con su padre. Lo aceptaba, pero incluso así le costaba acostumbrarse y cada chico que le presentaba era rechazado de una forma poco sutil. Decidió que sería mejor hacer caso omiso de ello esta vez. 

-         Vine aquí para verte, pero también tengo algo que decirte –continuó-. Sé que no es el mejor lugar, pero necesito sacármelo de encima.

-         ¿Qué sucede? -cuestionó su padre-. Puedes decirme lo que quieras, Harry. 

-         No quiero hacerme cargo del laboratorio –habló con velocidad, mordiendo su labio con temor al terminar su confesión-. ¿Puedo rechazarlo, cierto? Quizá si firmo alguna constancia donde indique que delego mi puesto a ti o rechazo lo que me era heredado.

-         Cariño, sí, claro que sí -su padre tomó sus mejillas-. ¿Hablas en serio, Harry? –asintió, extrañado por la amplia sonrisa del canoso hombre frente a él-. Estoy tan feliz de oírte decirlo.

-         ¿De verdad no te importa? Creí que te enfadarías, era tan importante para ti.

-         Oh, Harry –lo envolvió en sus brazos y lo sacudió ligeramente-. Lo importante para mí es verte hacer lo que deseas. Pospusiste esto tanto tiempo, cariño, podrías haberlo dicho antes. Me alegra que lo hayas hecho, finalmente. ¿Sabe esto tu madre?

-         Gracias, papá, estoy tan aliviado. Sí, hablé con ella esta mañana –se separó, alegre de sacar aquello de su pecho-. ¿Saldrás pronto, cierto?

-         Lo haré -su padre se inclinó y besó su frente. 

-         Harry –la voz de Blake sonó tras él-, debes salir ya.

Harry asintió sin voltearse y abrazó a su padre una última vez.

Al girar sonriente se encontró con una escrutadora mirada por parte de Blake. Tras él había otro par de ojos marrones que no conocía y lo observaban de una forma que no pudo descifrar.