lemonade baby ⌗ gguktae

✿ capítulo dos

JungKook no terminaba de salir de su trance por la sorpresa, bebió el contenido del otro vasito, que era la limonada rosa, comprobando que tenía palabras similares al de la limonada azul, excluyendo que estas eran de «una futura hermosa niña como tú».

TaeHyung observaba nervioso todas las acciones de JungKook, estaba comenzando a asustarse y ya visualizaba sus fantasías de una familia —mismas que lleva creando desde esa mañana— totalmente rotas debido a la falta del que él llama el amor de su vida. Sus ojos se aguaron. Y JungKook no se dio cuenta de esto hasta que bajó los vasos, que examinaba, según él.

—Tae, cariño. Hoy no es el día de los inocentes, ¿cierto?

El de cabellos cenizos rio bajito, limpiando suavemente las poquitas lágrimas que lograron salir. Si no reía terminaría llorando como bebé y correría en busca de su bajito mejor amigo (incluida también Irene) y muchos galones de helado de galletas. Oh no, eso le recordaría a JungKook.

—Supongo que lamentablemente no lo es, JungKookie.

—¿Por qué lamentablemente no? ¡Vamos a ser padres, Kim TaeHyung! —se puso de pie a la misma vez que alzaba sus brazos y voz— ¿Sabes? Creo que lloraré, ni siquiera sé que decirte, ¡Dios mío! ¡Voy a ser papá!

TaeHyung tampoco sabía que decir ahora, ese brusco cambio lo descolocó y ahora mordía su lengua, esperando que las palabras volvieran a ella.

Pero igual no pudo hacer mucho.

Cuando volvió en sí JungKook estaba gritando por la ventana la aclamada gran noticia de su nueva paternidad. La sonrisa enternecida que descansaba en el adonis rostro de TaeHyung decía más de mil palabras al igual que los ojos destellantes y gritos eufóricos de Jeon.

Ese era su lenguaje, ellos lo entendían, eso era lo único que importa.

✿

Pasada la euforia y las lágrimas la pareja se encontraba acurrucada en su suavecita cama tamaño King de su habitación; TaeHyung dándole la espalda al menor y este último abrazando con cariño el abdomen de su novio, dando mimos a la suave piel de paso.

—¿Sabes, osito? Mi corazón presentía que algo no andaba bien contigo —mencionó mientras apretujaba un poco más el cuerpo del mayor al propio—... Y todo por los bollitos salados que me pasaste pidiendo estas últimas dos semanas.

—¿Qué tienen que ver los bollitos aquí, JungKookie?

—Bueno, no sé si lo recuerdas, pero... Tae, bebé, a ti nunca te han gustado esos bollitos, tú prefieres los dulces.

—¿Qué? —el mayor no retuvo la fuerte carcajada que lo dicho produjo— Por lo menos sólo eran bollitos salados, mamá me contó una vez que en su embarazo pasó gran parte comiendo sándwiches de jalea con mayonesa.

—Oh, eso explica el porqué de tu afán por la mayonesa, osito.

TaeHyung giró su cuerpo, quedando así frente a frente con su amado. JungKook lo recibió con una sonrisa.

—¿Entonces nuestro bebé padecerá de una obsesión por los bollitos salados? —puchereó— Los sigo odiando a pesar de que mi cuerpo los pida, JungKookie.

JungKook por poco y muere de ternura, no supo que decirle a TaeHyung por lo que sólo le sonrió en grande y besó profundo sus labios.