✿ capítulo siete

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Firme, redondo y suavecito. El paraíso de Jeon JungKook. El culo de TaeHyung era la perdición del azabache. Y la nueva posición para dormir de TaeHyung le dejaba las mejores de las vistas. El vientre de TaeHyung había crecido bastante hasta el punto de comenzar a estorbarle, en especial al dormir, ya que TaeHyung suele dormir boca abajo, por lo que terminó comprando una almohada especial para personas embarazadas así que dormía de costado abrazando fuertemente la almohada aquella y el gran premio de JungKook era que, por inercia, TaeHyung empinaba su culito. Aunque JungKook dudaba que lo hiciera sin querer, porque TaeHyung era un provocador de primera y sabía cuáles eran las debilidades del menor. Aunque JungKook agradecía que TaeHyung haya comprado la almohada gigante, porque, ¡vamos! Esa cosa era lo más cómodo del mundo e incluso la utilizaba cuando TaeHyung no estaba en casa.

Probablemente cuando el bebé nazca él se dejará esa almohada.

Ahora, el motivo del porqué JungKook estaba admirando de más la retaguarda de su novio era por simple hecho que eso fue lo que lo recibió —según él— al entrar a su acogedora cocina/comedor y no había notado el cambio tan grande que había sucedido en aquellos trocitos de carne.

—JungKookie, que bien que despertaste, tengo hambre y si seguías durmiendo llegaríamos tarde a la cita —dijo TaeHyung mientras seguía revolviendo su té de tilo.

—Osito, no tengo ganas de cocinar hoy, ¿podrías hacer tú el desayuno?

—Ay sí, ay sí. Dejen al embarazado hacer todo. ¿Sabes? ¡Ojalá me queme con el sartén a ver si te sientes culpable y no me mandas a cocinar de nuevo! —y TaeHyung se volvió hacia la estufa bufando a la vez que tomaba el sartén, un par de huevos y mantequilla.

JungKook suspiró y resguardó su cabeza en sus brazos sobre la mesa. Estaba cansado, la noche anterior se quedó hasta tarde en la cafetería preparando una orden especial de galletas y bollos para una boda y no pudo descansar nada ya que debía levantarse temprano para la revisión de su osito y semillita.

Aunque no se quejaba del todo con aquello último debido a que hoy era la cita más esperada de todas. Hoy recibirían la gran noticia del sexo de su bebé.

—Toma y come callado, que si te atreves a quejarte de mí comida te agarro a escobazos —TaeHyung dejó de mala gana su propio plato y el de su novio.

Él quería que lo mimaran y JungKook de idiota le manda a cocinar. Ojalá la torta de huevo le caiga mal y le dé indigestión, pensó TaeHyung.

—Osito, no te enfades conmigo, ¿sí? Sabes mejor que nadie que me encanta cocinar, en especial si es para ti, pero no he dormido más de tres horas y estoy cansado. Ten compasión de mi por hoy, ¿sí, bebé?

TaeHyung le miró y sólo asintió con su cabeza como respuesta. Seguidamente prendió la televisión para oír las noticias. Sí, oír. TaeHyung odiaba a la periodista que salía en el horario de la mañana, tenía cara de soy-una-zorra-y-me-acuesto-con-todos, oh, también por el hecho de que compartieron un taller de pintura hace un año y la tipa siempre hacía todo lo posible para arruinar sus pinturas y por ello no miraba la pantalla cuando ella presentaba.

Terminaron sus desayunos y TaeHyung sin decir ni una sola palabra se llevó ambos platos al fregadero y los lavó rápidamente para luego ir a su habitación a cambiarse la camisa. La mirada de JungKook le siguió en cada movimiento. El azabache suspiró y sencillamente se dirigió al baño a ducharse.

Lo que sea que su novio tenía esperaba que se le pasara pronto.



lemonade baby ⌗ gguktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora