Capitulo 08

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Un delgado y suave chorro de café caía con lentitud llenando la taza de café, el sonido producía un fuerte eco en en la mente de Brick, sonando con estruendo a través de un zumbante silbido que chirriaba de fondo, al mismo tiempo que imágenes mentales lo sumergían en un profundo trance.

Rosa, sus ojos rosas.

El líquido subió lentamente, la taza se llenó, pero el chorro no dejó de caer; de pronto, el café comenzó a desbordarse.

El silbido aumentó su intensidad mientras mentalmente se repetía vívidamente la imagen de sus ojos, su sonrisa, su rostro... y la oscuridad que había detrás.

—Eh... Brick —le llamó una suave voz a sus espaldas.

Brick se sobresaltó al sentir un toque en su hombro, y volteó en un brusco movimiento para encontrarse con el rostro de un Robert preocupado.

—Se está derramando —advirtió el hombre, refiriéndose al café que se había extendido hasta el suelo.

Brick maldijo en voz baja al percatarse, tomó varias servilletas y comenzó a limpiar apurado. Una enfermera rápidamente apareció arrebatándole con suavidad las cosas mientras se ofrecía a continuar, y le pedía amablemente al joven que regresara a su cama.

Brick no protestó como lo habría hecho normalmente, y obedeció apenado; Butch tampoco hizo una broma al respecto, ni Boomer se acercó a ayudar; de hecho, ninguno de sus hermanos pareció haberse percatado del hecho, o siquiera haberlo tomado en cuenta, pues estaban hundidos en sus propios trances.

Pasó un largo momento hasta que dramáticos gritos se hicieron presentes desde el exterior, tan estruendosos que lograron quebrantar el silencio del cuarto.

—¿¡Dónde están!? ¿¡Dónde están mis muchachos!? —gritó la chirriante voz.

Robert, que hasta el momento había permanecido al frente de los chicos leyendo documentos, soltó un bufido y cerró el archivo.

—Hm, parece que mamá está aquí —advirtió Robert con un tono de burla, tratando de aligerar el ambiente.

De pronto, la puerta fue abierta con un golpe seco y, tras ella, ingresó apurado un gigante mono vestido con una larga túnica y capa negras.

Mojo-Jojo, un anciano mono imponente y fuerte, palideció al ver a sus muchachos en tal estado, asustado por el estado en el que se encontraban, aún incluso con heridas visibles. Sus capacidades regenerativas eran impresionantes, por lo que habían recibido una verdadera paliza para haberlos encontrado en tal estado.

El hombre mono se apuró pasando de uno a uno revisando sus heridas al mismo tiempo que los mimaba con cariñitos, a los que ellos se mostraron reticentes, e incluso Boomer rechazó con completa frialdad.

—¿¡Qué fue lo qué pasó!? —preguntó exaltado, revisando las heridas del menor, pero no hubo respuesta. El mono gruñó enojado, y lentamente dirigió una mirada iracunda al capitán—. Robert... —le llamó, severo, y trotó hacia él con firmeza.

Robert se removió incómodo en su asiento, y rio con nerviosismo.

—Ehhh... pues... —balbuceó—. Yo... no... era... es que...

Robert era el responsable oficial de los hermanos en horas laborales, por lo que Mojo-Jojo lo culparía de cualquier lesión que ellos recibieran, así hayan sido sí mismos quienes se lo buscaron; y en especial esa mamá mini era muy sobre protectora con sus crías.

—Es que... Los oficiales, y yo... los poderes... —balbuceaba con nervios.

—Robert —interrumpió Brick, observando el apuro de su capitán—, ve por unas cobijas para Boomer, por favor, está oscureciendo y hace frío por las noches —le pidió, pretendiendo liberarlo de la furia de su madre.

Shadows | PPG & RRB | NUEVA VESIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora