Dia 3

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Flashback:
Robin estaba sentado junto a su arbol pensando porque regina escapo cuando vio una sombra acercarse. Se estaba enderezando hasta que visualiza a la morena que ocupaba sus sueños. Se levanta y se acerca ligeramente.
-¿regina? ¿Que haces aqui? ¿como sup.... - No logra terminar su pregunta que la mujer tironea del cuello de su camiseta para besarlo, se sentia lleno de desesperación y sentimiento, en cuanto se separan ella lo mira con temor a quiza que tomo la decisión equivocada, quiza captado mal las señales y el podría reirse, queria esto desde el momento en que la vio asi que para tranquilizarla la vuelve a besar, fue mucho mas suave, mas tranquilo y seguro.
Al comenzar a faltarles el aire se alejan y se miran con una sonrisa idiota, no les falto hablar por un largo rato hasta que ella rompio el silencio.
-tink me dijo donde encontrarte. debía decirte que tengo un pasado, y probablemente no sea agradable, no muchos quieren cargar con eso- hace una pequeña pausa y se gira para no ver a esos ojos azules mirandola atentamente- y lo entiendo, tampoco puedo confesar todo ahora, no puedo confiar en la gente y me da miedo por que me agradas locksley, pero estas a tiempo, no te voy a juzgar, en verdad, eso es mucho para muchas personas- se vuelve a girar y lo observa buscando respuestas en esos ojos azules.
Robin solo la mira como un tonto, regina estaba confiando en el para contarle esto, y eso era suficiente.
Rodea su cintura con sus fuertes brazos y acaricia su mejilla.
-soy un hombre paciente milady, no presionare si no quieres hablar, pero si lo haces seré todo oídos. Me gustas por lo que eres ahora, con mochila y todo, soy fuerte, puedo soportar cualquier golpe. ¿sabes? Me cai de mi bicicleta tantas veces, una me golpee con el manubrio y debieron darme puntos ¿crees que deje de andar? Jamas- acaricia su mejilla- jamas será demasiado para mi, yo puedo con eso, te lo aseguro-.

Regina estaba abriendo los ojos al sentir la puerta abrirse.
Confundida mira alli para observar a robin entrar algo tambaleante. cierra los ojos, había bebido, podia notarlo.
-¡regina! Prometi que no me rendiria contigo, no quiero hacerlo, regina, te amo¿porque tu te rindes conmigo?- pregunta el hombre ya con lágrimas acumuladas en los ojos y ella solo niega limpiando las propias.
-mis demonios comienzan a ser demasiado para mi robin, no te voy a arrastrar ni a ti ni a los niños a eso-.
Al verla llorar robin borracho se acerca y la abraza con fuerza.
-te amo, por favor no te vayas no se que seria sin ti, tu eras y siempre seras mi futuro regina mills-
Ella niega y hunde su cabeza en su pecho, por la mañana el no iba a recordarlo, podía cobijarse un poco en el hombre que ama.
-robín son las 5 de la mañana un sábado, ve a dormir -
-no, no te dejare- murmura como un niño y sigue abrazándola.
-No me dejes, vamos, duerme, esta es tu cama también- le hace lugar.

El la mira con duda pero luego de quitarse torpemente y con ayuda de regina los zapatos se recuesta a su lado.
-No me voy a rendir. Te amo, ojala lo entendieras- murmura y la abraza.
-Lo se robin, eres un terco hombre y amo eso de ti- besa su frente y se permite acurrucarse en él y dormir hasta que el sol los despierte.

Lo primero que siente robin al abrir los ojos es un terrible dolor de cabeza. No recordaba demasiado, vagamente recordaba abrir el mueble donde regina guardaba el licor y beber y beber. Se hunde en la cama algo decepcionado de si mismo cuando de repente abre grande los ojos, estaba en la cama. Mira a su costado y ve a regina acurrucada a su lado, abrazandolo con fuerza atrapándolo con sus piernas. Sonrie con ternura y una triste mueca al ver como inconscientemente ella aun no puede dejarlo ir, ese era su cuerpo hablando por ella, se aferraba con todas sus fuerzas a él y era literal, sus nudillos estaban blancos por la fuerza que emitía a su camiseta y su entreceja estaba arrugada. Robin se toma su tiempo para admirarla, extrañaba esto. Acaricia su mejilla intentando aliviarla como un, estoy aqui, jamas te dejare aunque seas una perra testaruda.
Corre un mechón que tapaba su bello rostro y ve como su rostro se relaja. Esta se mueve aflojando su agarre y acomodando su cabeza en su pecho, robin podia sentir lágrimas calientes acumuladas en sus ojos.
-ojalá pudiera ayudarte, ojalá me dejarás milady- murmura tristemente aspirando su olor a manzanas y vainilla del cabello y cierra los ojos, odiaba verla tan afligida y nerviosa sin poder hacer nada.
La ayudó y relajo con todo durante 8 años, si ya no podía hacerlo mas ¿realmente merecía ser su esposo?.
Consigue volver a dormir por un rato mas hasta que siente cómo se aleja de sus brazos.
-¿regina?- murmura y abre ligeramente los ojos.
-vuelve a dormir robín- murmura mientras se sienta en el borde de la cama.
Robín también se levanta y besa su hombro abrazándola por detrás, aun tenia esperanzas.
-milady, ¿ como dormiste?-
-como hace mucho tiempo no lo hacía- murmura y lo aparta dulcemente y se mete al baño para ducharse, lo hace tan rápido que olvida traer una toalla y se maldice a si misma. Espera que robín ya se haya ido y abre lentamente la puerta tapándose con sus manos.
Estaba caminando hasta el mueble cuando robin habla.
-regina- y al darse vuelta lo ve con una sonrisa y una toalla en la mano que le tira encima.
-gracias- y con eso regresa adentro a vestirse.
La mañana transcurrió con una naturalidad que la asustaba, hicieron el desayuno juntos y luego de intercambiar un par de palabras cada quien se fue a su trabajo.

El amor no es suficiente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora