Ella no sabía los pensamientos tan alejados de la realidad que pensaba su esposo, Regina no amaba a nadie más, intentaba alejarlo antes de que le suceda algo por su culpa, antes que sea infeliz de por vida por ella. Ese dia se fue temprano, antes que Robin despertara y toca la puerta de la casa de Mal.
En cuanto esta abrió ella se acogió entre sus brazos y comenzó a llorar.
—Lo siento, lo siento mucho, tienes razón.... Pero no te dije todo. No te conte lo que Cora me dijo. Tengo que dejarlo ir Mal.— Dice y su amiga preocupada la deja pasar.Un cafe después ya le había contado todo.
—Palomita, lo que dices es... Terrible, pero debes contarle.— niega la rubia mientras abrazaba a su amiga.—No puedo Mal, eso lo destruirá más. Prefiero ser la villana de la historia que generar culpa en el hombre que amo.— ante eso Mallory no pudo objetar, suspira y besa su frente, la historia era más complicada de lo que creyó y ya no podia presionarla, entendia mucho mejor su accionar, sobre todo porque la conocía, intentaba protegerlos.
Robin busco como loco por la casa a su esposa y al no encontrarla llamó sin parar sin conseguir respuesta, su mente volaba imaginaba miles de escenarios y en todos había alguien mejor que él, eso era todo, sabia que era demasiado bueno para ser verdad que una mujer como Regina se fije en un pobre desgraciado como él.
Cuando paso el mediodía el Rubio se fue a un bar, había prometido tantas veces no volver a hacerlo y aqui estaba, ahogando sus penas en alcohol.—Es la mujer de mi vida... Y la perdi. ¿Puedes creerlo amigo?.— Habla con el bartender algo borracho ya.
—En los divorcios siempre hay algo que uno no ve que hace que acaba por hacerlo explotar todo, creeme, los buenos esposos no se separan, perdi todo por no prestarle atención a mi mujer como merecía, no queda más que lamentarse.— confiesa este rellenandole la copa poniendo cara de lástima.
—Ese... Ese es el problema. No tengo idea que hice mal. Fui atento, buen padre, traía dinero a casa... ¿Por qué no fui suficiente?—
Efectivamente el contrario hombre no tenia respuesta a eso.
Flashback:
Cuando regina dijo que tenía una pesada carga nunca preguntó nada, dejo que tenga sus secretos tanto como él tenia los suyos, era una sana relación o eso pensó.
Estaban sentados en Granny's simplemente tomando un cafe y disfrutando la compañía del otro, a pesar de los ya meses de relación aun se sentia nuevo.
Sus manos estaban entrelazadas sobre la mesa y el tacón de la mujer acariciaba su muslo, se veia tan hermosa asi, despreocupada. Se habían reunido después del trabajo y luego de un complicado caso que la tenia estresada era feliz de quitarse el blazer negro y desabrochar el primer botón de su camisa tomando algo con su pareja. Él creía que su sonrisa podía, iluminar la habitación entera, y asi se lo hizo saber.
—Ahi esta, esa efusiva pero alusiva sonrisa en la que pienso cada vez que cierro los ojos.— Tras decir esas palabras coloca un mechón de pelo tras su oreja y acaricia su mejilla, estaban cómodos el uno con el otro.
No esperaban interrupción y menos de de alguien difícil de tratar para la morena.
—¡Tú!.— Una voz los sobresalta y ambos giran para ver a una mujer de pelo corto con la piel como de porcelana con el rostro lleno de ira y dolor.—No mereces estar libre Regina, eres Malvada, deberías estar pudriendote en tu celda y no libre coqueteando con cuando hombre se te cruce.—
Regina estaba muda, él notaba su palidez y dolor en sus ojos, a pesar de no entender, queria defenderla de la grosera mujer, pero cuando iba a saltar noto un apretón de manos y ella negando. Se levanta e intenta caminar, hacia ella pero la más joven da un paso atrás.
—Mary Margaret...—
—¡No! No quiero escuchar tus mentiras, suficiente me arruinaste la vida.— Se gira y camina fuera dejando a la morena con su corazón roto.
—Ojalá fueran mentiras.— susurra a nadie en particular. Él se apresura a levantarse y abrazarla, no comprendía la situación pero nadie merecía ser tratado asi, castigado de forma tan cruel.
—Vamos, te llevare a casa.— Ella asiente y limpia una escurridiza lágrima quedándose en su lugar abrazándose a si misma.En ese momento el Rubio de tono oscuro se apresura a ir a pagar, cuando regresa coloca su chaqueta sobre los caídos hombros de la mujer y apoya su mano en la espalda baja acompañandola a la salida. Con ternura besa su mejilla y no hace preguntas. No pregunta cuando llegan y regina se desviste colocándose el pijama pese a ser temprano, no pregunta cuando esta llama a su amiga susurrando algo que no alcanzó a entender y le pide que cuide a henry, y no pregunta cuando le suplica que se quede. Estaban abrazados en su cama, ella tenía la mirada perdida y su cabeza sobre su pecho, él tarareaba una canción mientras jugaba con sus negros cabellos.
Luego de un rato ella se endereza y lo observa abriendo la boca para comenzar a explicar pero él le coloca el dedo sobre sus labios en señal de que se quede en silencio.
—No debes decirme nada si no te encuentras lista para hacerlo milady, era verdad cuando dije que podia con tu carga, eres maravillosa y eso es lo único que me importa.—
Su triste sonrisa fue suficiente respuesta, apoya su frente con la suya y suspira.
—Quiero hacerlo, mereces saber con quien estas. Pero besame primero, quiero recordarte antes que huyas.— El hombre estaba confundido pero obedece sin dudar y la besa con ternura.
Se separan y ella traga saliva.
—Mate a alguien.— dice sin más y él se queda en shock.
—¿Qué?.— Su mente se paro, no sabia que pensar, era demasiada información para procesar, no estaba asustado ni la juzgaba, solo confundido.
—Estaba casada, con un... Horrible hombre.— Se estremece al decirlo, aun tenia pesadillas con él.— Tenia una hija, Mary Margaret. Una vez se puso violentó por demás, me estaba asfixiando— Traga saliva y se toca el cuello recordando el sentimiento—y.... Lo mate. Era él o yo, estaba desesperada y lo odiaba. Lo empuje por las escaleras. Mary nunca me creyó o perdonó, y es mi culpa. Intentando protegerla nunca le mostré la parte de su padre que me aterraba, la protegi del monstruo que en realidad era ocultando mis marcas y cubriendolo, para ella solo soy la mujer que asesino a su padre.— Tras esto se le escapo un sollozo y el hombre susurrando un oh mi amor la abraza con más fuerza y besa su frente, la arrulla y tararea una canción prometiendose jamás lastimarla, con él solo conocería el amor, y si algún dia fallaba a su promesa se alejaría sin lastimarla.Robin ya estaba en la casa bebiendo un cafe al atardecer cuando escucha el ruido de la puerta al abrirse. Se levanta de un salto y la ve entrar.
—¿Regina? ¿Donde estuviste?.—
—Trabajando.— Dice secamente, no queria más preguntas, demasiado hablo con Mal. Entonces por un momento cada uno se queda congelado en su lugar observandose hasta que ella tira la cartera a la mesa y camina con rapidez hasta él, tironea de su camisa desarreglada ignorando el olor a alcohol y lo besa con calor, necesidad y no se separan hasta que necesitan aire.
—Llevame a la habitación.— Ordena y el hombre que era débil cuando se trataba de ella y la alza subiendo las escaleras mientras la besaba. Cuando la deposita sobre la cama esta se arrastra sobre él, pero cuando estuvo ahi se congelo y trago saliva.
—llamame Marian.— Murmura y lo vuelve a besar, necesitaba sentirse hermosa, querida, su primera elección y no podia hacerlo en su cuerpo inseguro, necesitaba estar en la piel de alguien que según ella, Robin eligió sobre ella, Tenían un hijo en común, por supuesto que si, ella era simplemente defectuosa.
—¿Qué?.— Parpadea y no comprende porque su esposa pediría algo tan denigrante para ambos. Ella le contó como Leopold siempre la llamaba por su esposa muerta cuando lo hacían y pobre de ella si lo corregía, el no queria hacerlo, no queria a Marian y mucho menos tratar asi a la mujer que amaba.—Regina, amor... —
—DIME MARIAN.— Grita de una forma que hizo que su sangre se hiele. Traga saliva y asiente besandola con timidez.—Mm, Re... Marian... Eres.... Estas hermosa.— Esto era una tortura, ¿Porque querria esto?.
Regina tenia los ojos cerrados soltando pequeños gemidos ante el movimiento de sus manos por su cuerpo quitando la ropa.
—Robin, tocame, te necesito.—
—Esta bien... —
—Esta bien, ¿Quien?.— Ordena abriendo sus ojos.
—Esta bien Marian.— acaba con la voz ronca, se sentía sucio, solo queria que pare.
La toca y escucha sus gemidos de placer pero en su mente aún no encontraba la posibilidad del porqué estaba en esta situación.—Robin, Robin, más fuerte.— De una retorcida forma, asi se sentia segura, entendia porque la eligió y estaba bien porque ahora podia fingir estar a la altura. Robin movió sus dedos más fuerte y ella ahogo un gemido contra sus labios.
Agarra su paquete y sonríe picaramente.
—Si eres un niño bueno quizá puedas hacerme otro hijo.—
—Marian, yo....—¿Otro hijo? No, esto estaba muy mal— No, no puedo, regina no puedo, lo siento.— Dice asqueado y la aparta.
Regina abrió sus ojos y de repente se sintió avergonzada y expuesta, no solo por su accionar idiota y humillante si no porque él no la queria ni siquiera asi.
—Oh Dios. Oh Dios... Yo.... No hablemos de esto nunca más.— Ruega y cubre su rostro, pero las dulces manos masculinas corren las suyas propias y la abrazan.
—Regina, Milady, te amo a ti, no quiero a Marian y no quiero volver a verte en esta horrible posición, tienes un nombre precioso y no necesita ser reemplazado por nada.—
Entonces era eso, ella solo fue una idiota que pidió algo asqueroso. ¿Qué le pasada? Sabia lo horrible que se sentía, ¿Por qué lo quiso? De todas formas tiene que dejarlo ir por el bien de ambos, tenían mucha mierda y el merecía alguien mejor que una mujer defectuosa que no lograba concebir un niño, el mismo lo dijo.
—Vete, por favor... Solo vete y olvida todo esto.— Niega y le da la espalda. Él se retira en silencio meditando sobre lo que sucedio.
Si hubiera logrado darse cuenta, vería que se equivoco, los puso en peligro, la lastimó, rompió su promesa, pero no se dio cuenta y Regina no tenia el valor de decirlo porque lo amaba y sentia la horrible necesidad de protegerlo de su peor lado, ¿Pero cuanta mierda soportara esa mujer antes de explotar?.Well disculpen la gran tardanza, aqui tienen👀
Un beso lleno de magia.
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El amor no es suficiente
FanfictionRegina mills era una mujer fria, calculadora y descarada, sola en el mundo con nada mas que un hijo adoptivo.Robin locksley era un hombre honesto, bondadoso y perspicaz, lleno de amigos y un pequeño hijo. La morena era abogada, el rubio era pintor...