Capítulo 9

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Hola lectores, 

Solo quería aclarar que este capítulo va a ser algo diferente a lo que estáis acostumbrados. Es una parte narrada por Chris en la que cuenta un poco como se siente después de lo ocurrido en el baile y es una parte importante para que comprendáis lo que ocurrirá en los próximos capítulos. 

Apreciaría que me comentárais si os ha gustado este cambio o no ya que tengo pensado introducir alguno más en el fututo. 

¡Saludos y espero que disfrutéis del capítulo!

Normalmente no solía madrugar, era una de las cosas que más detestaba, no obstante aquel día me sentía diferente. Hope. Aquel nombre que entonces me sonaba muy lejano pero resonaba en mi cabeza una y otra vez. La noche anterior había sido un desastre por no decir otra cosa. Estaba más que frustrado, aquel idiota aparece después de dos semanas en el olvido para destruir mi relación con Hope. Sin embargo aquello no era lo que más me irritaba, era el hecho de que Hope hubiese creído a Jace antes que a mí. Se suponía que era su mejor amigo, o al menos eso había pensado durante diez años. Diez años en los que yo… me había enamorado de ella.

Ni siquiera sabía cómo decírselo, si es que me atrevía a decírselo alguna vez. Desgraciadamente, soy uno de esos chicos tímidos que no saben hablar de sentimientos, y menos de amor. Llevo dos años queriendo decírselo, dos largos años en los que la veo pasar cada día y siento como el corazón se me detiene cada vez que me habla, me abraza o surfeamos juntos. Pero sé que ella no siente lo mismo, si no, ¿me habría tratado como lo hice en el baile? No. A ella le importaba más Jace, sino no le protegería desde que le conoció. ¿Cómo podía defender de aquella forma a un chico que había conocido hacía un par de días? Ni tan siquiera habrían tenido una charla decente. Tal vez odiase tanto a Jace por eso conocido como “celos”, pero lo único que quería es que no hiriese a Hope, y al final había sido yo quien lo había hecho.

Mis pensamientos eran una tortura aquella mañana de sábado así que, a pesar de ser tan solo las siete de la mañana, me levanté. Mi habitación era un auténtico horror hasta que no limpiaba mi madre. Las tablas de surf estaban tiradas por la habitación al azar, en el primer sitio en el que podía dejarlas, nunca me paraba a ver si mantenían el equilibrio o por el contrario iban directas al suelo. Las paredes, habían perdido su color azul y tuve que tapar las partes blanquecinas con fotos de Hope, Aly y yo. Eran mis mejores recuerdos por lo que no me molestaba que estuviesen tapando la pared. Había colocado algunos pósteres sobre el escritorio, la mayoría eran de mi grupo favorito, Paramore. Fue Hope quién me recomendó aquel grupo; una cosa más por la que estarle agradecido. El armario empotrado intentaba disimular la cantidad de ropa que había tirado justo al lado, entre este y el escritorio. Lo había colocado de manera que, si alguna vez venían Hope o Aly por sorpresa, podría esconder la ropa fácilmente en el armario.

Cogí una camiseta azul que había en el cabecero de la cama y me la puse ignorando el moratón que Jace me hizo en el costado. Sí, antes de que Hope llegase, vino y me preguntó si sabía algo de la chica con capa del parque Dreamland. Le contesté que no y no me creyó así que decidió que lo mejor que podía hacer era darme una patada. Al principio pensé en decírselo a Hope, pero decidí callar. Que Jace cargara con ello en su conciencia que seguro que la tendría vacía.

Pasé mis manos por la zona inflamada y me mordí el labio al sentir una punzada de dolor. Desde luego no se podía decir que Jace pegaba flojo, aunque eso ya se veía a primera vista. Bajé al comedor y me encontré con una nota de mi madre. Otra vez habían tenido que marcharse a ver a mi abuela. Estaba muy enferma, sin embargo la habían ingresado en Nueva York y no podía ir a verla. Otra cosa más que añadir a mi lista de frustraciones aquella semana.

La Cazadora de Brujas [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora