L O L I T A

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Emprendieron rumbo hacia su casa, pero empezó a anochecer, así que decidieron pasar por Aokigahara y acampar ahí.

Eso sí, no fueron por la entrada principal. Escogieron un sitio donde veían que estaba más despejado. Mientras Brendon, Hayley, Halsey y Jenna montaban las tiendas, Tyler y Melanie se fueron a pasear un poco.

Sin estar muy lejos, encontraron el cadáver de una mujer. Llevaba un saco en la cabeza y estaba ya descomponiéndose. Siguieron andando, encontrándose con otro, esta vez era el cadáver de un ¿niño? No estaban muy seguros. Y entonces llegó el tercer cadáver.
- Vamos a destaparle la cara a este. - dijo Tyler.
- Bueno, vale. - El castaño dio unos saltitos de alegría y sacó su mariposa roja y blanca. Cortó un poco el saco por los laterales y lo levantó.

En cuanto Mel vio la cara de aquel cuerpo, se paralizó y se sentó. Las lágrimas empezaban a salir con más y más rapidez. En cuanto Tyler se giró para mirarla, se acercó a ella y la abrazó, acariciándole el pelo.
- Es él, ¿verdad? - preguntó Ty en un susurro. Mel afirmó con la cabeza y posó sus manos en el brazo que rodeaba su pecho.

Era él. Hacía años que no sabía de él. Desde que decidió irse de aquel instituto, dejó de hablar con su antiguo mejor amigo.

Markus era el único que no la hacía daño, era el único que no se burlaba de ella, el único que la acompañaba en los recreos y reía de sus chistes. Era el único hasta el día en el que se juntó con North.

El día en el que anunció que él y North eran pareja, la dejó de lado. No volvieron a hablar, y si compartían palabra era porque él la insultaba mientras ella se defendía. Fue muy duro, nunca olvidará aquel día en el que la humilló delante de todo el instituto. Dijo todos y cada uno de sus secretos más íntimos el día de su décimo octavo cumpleaños. Y el error no sólo fue de Melanie, por haber confiado en aquel desgraciado. También fue el de Markus, por haberla desafiado.

Se prometió que el día en el que logrará verlo lo apuñalaría hasta matarlo y, aunque ya esté muerto, lo va a hacer.

Empuñó la navaja de Tyler y empezó a clavarla por su estómago, luego su cuello, sus brazos y sus piernas. Por último, le sacó su ojo izquierdo y se lo guardó.
- Benditas sean las faldas con bolsillos. - Melanie se veía notablemente alegre. Las lágrimas desaparecieron.
- Oye banditos, ¿y si dejáis de profanar cadáveres y venís a cenar un poco? - preguntó Josh, tomándolos por sorpresa.
- ¡We are banditos! - gritó Tyler, subiéndose a su espalda.

Melanie le volvió a colocar el saco y se fue con una sonrisa de oreja a oreja. Por fin.

Regresaron al campamento que montaron y cenaron una sopa de verduras hecha, cómo no, por Jenna. Estaba deliciosa.

En cuanto terminaron se fueron a sus respectivas tiendas.

- Ty. - susurró Joshua.
- Dime. - respondió también en susurro.
- Me apetece follarte muy duramente. - el pelirrojo se subió encima de su novio, empezando a besarle el cuello.
- ¿Ahora? ¿Con todes así de cerca? -
- Sí. -
- Sabes que nos escucharán, y sobretodo a mi, ¿no? -
- Sí. -
- Bueno, ¿a qué esperas? - Tyler comenzó a besarle, mordiendo su labio de vez en cuando. Lo cogió por la barbilla mientras Josh intentaba quitarse el cinturón.
- Espera, que no puedo quitarme el puto cinturón. - El castaño soltó una risilla y lo ayudó.
- Sigamos. - Siguieron besándose, como si hubieran pasado mucho tiempo separados.
- Espera, - Josh sé quitó de encima de Ty para coger el móvil - voy a poner música. Vamos a hacerlo un poco más emocionante. - Le guiñó el ojo derecho y puso A Little Death de The Neighbourhood.

Mientras empezaba la canción, le quitó la camiseta al castaño, a continuación su ropa interior. Tyler siguió con la camiseta de Josh y después los pantalones.

- Gírate. - El castaño lo susurró en su oído como si fuera el activo.

Josh obedeció. Tyler cogió sus manos y las juntó a su espalda, cogió el cinturón y ató sus manos.

- ¿Qué estás haciendo, Tyler? - Lo susurró con cierto asombro.
- Cállate y disfruta. - Le acarició el pelo con suavidad durante unos segundos. Cuando contó diez y vio que Josh se había relajado, tiró de él hacia atrás, pero no con tanta fuerza. - Hoy verás lo bueno que puedo llegar a ser... - Después de susurrar eso en su oído derecho, lamió el lóbulo y siguió hasta el cuello, dejando un chupetón.
- Ty, no creo que-
- Cállate o te irá peor. - Lo dijo con un tono tan dominante que hasta Josh obedeció. Josh nunca obedece.

Tyler cogió su mariposa preferida y la pasó con delicadeza por la columna del pelirrojo, intentando no hacer ni el más mínimo arañazo. No quería que su bonita espalda se estropeara, le encantaba las cicatrices que ya tenía, y no le vendría mal alguna de su parte para que nunca se olvide de él, pero no era el momento.

Siguió deslizando hasta llegar a su redondo y blanco culo, musculoso y sin ningún pelo. El paraíso.

Hizo una fina marca en forma de T entre los oyuelos de su espalda y lamió la sangre que comenzaba a salir en forma de pequeñas gotas.
Un gemido se oyó por parte de Josh. Tyler le soltó una nalgada bastante fuerte. - No quiero ningún sonido. Sólo cuando yo te autorice hablar, ¿entendido? - Realmente no parecía el Tyler que Josh conoció, y le empezaba a gustar esta parte de su pequeño bebé. Hizo un sonido afirmativo.

El moreno le dio la vuelta, viendo como su pene estaba bastante más erecto que antes. ¿Eso era posible?
Empezó a juguetear con el glande mientras observaba los gestos de su pareja. Deslizó sus dedos por el miembro hasta llegar a los testículos.
- Cuenta. - Ordenó Ty.
Pellizcó la piel del testículo derecho.
- Uno. - Se veía en su cara cómo intentaba ocultar el dolor, pero sus gestos se mezclaban con placer. Volvió a pellizcar.
- Dos. - Josh apretó los dientes. Esta vez pellizcó el izquierdo.
El pelirrojo abrió la boca en grande y con dificultad dijo tres.

- Lo has hecho muy bien. - Le dio un beso en la mejilla. - Ahora te toca disfrutar a ti. - Le quitó el cinturón y se lo entregó. -Haz lo que quieras. - Susurró con voz sensual.

Josh cogió el cinturón y se lo colocó a su pareja en el cuello, con cuidado de no asfixiarlo. Tiró de Tyler y lo sentó encima de él, haciendo que Ty ponga las rodillas a cada lado de su cadera.

- Chupa. - Le ordenó mientras acariciaba sus labios con los dedos.
El castaño metió tres dedos en la boca mientras movía las caderas de atrás hacia adelante, hasta en círculos a veces.

Todo estaba saliendo como Tyler quería. Pronto se acabaría todo esto, pero, ¿de verdad lo quería?

Es cierto, Tyler no tiene sentimientos. Ni él ni Melanie. Todo por lo que han pasado desde su infancia los habían hecho de acero. Pero, ¿qué era lo que hacía Josh para que no tuviera ganas de matarlo? ¿Realmente estaba empezando a tener sentimientos?

Josh, por su parte, sólo podía fijarse en ese pequeño brillo que había en sus ojos. Fue la primera vez que lo contemplaba desde que empezaron a salir. Al igual que Tyler, él había perdido cualquier sentimiento, y lo único que quería hacer es ver sufrir y divertirse a costa de ello. ¿Qué le hacía Tyler? ¿De verdad estaba haciendo que quisiera protegerlo? No se lo podía creer. Era completamente nuevo, viendo que creció en un entorno negro.

"¿Por qué?" pensaron a la vez.

Josh quitó la mano de su boca y comenzó a besarlo, pero, esta vez, con dulzura. Y Tyler hacía lo mismo. Lo hacían con sentimiento.

Tyler dejó de moverse para concentrarse más en los labios del pelirrojo.

Se separaron y se miraron a los ojos.
- Te quiero. Es la primera vez que lo digo de verdad. - Habló Tyler en un hilo de voz.
- Yo también te quiero, y es la primera vez que lo digo de verdad. - Confesó Josh.

Josh le quitó el cinturón del cuello, se tumbaron, echaron la manta encima de ellos, se abrazaron y se durmieron. Felices. Se durmieron felices, por primera vez en su vida. Era agradable.

Una lágrima se arrastró por la mejilla de Tyler. ¿Era esto lo que Billie le intentó enseñar?

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