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capítulo 14

Capítulo 14: ayudando

Luego de estar preparando las invitaciones —que Lena se había encargado de escribir—. Nos dividimos y fuimos a ver a los diferentes grupos.

Mairen, Meg y yo, bajamos hacia donde ellos estaban, nos dirigimos hacia la sala donde debían de estar, al abrir la puerta los jóvenes nos miraron, sonreímos y nos acercamos.

—¿Cómo va todo?— pregunté mientras tomaba la hoja donde habían anotado algunas ideas.

—bien por ahora alteza. Hemos anotado algunas ideas para la decoración ¿Que le parece?

—son geniales— hablo Meg mirando la planilla. —puedo agregar el decorado a las cortinas si necesitan.

—¿Podrías?— preguntó el joven mirándola.

—claro que si, mi madre y mi abuela pueden ayudarme. Incluso Alissa y algunas doncellas mas— sonrió, miré al joven quien sonrió de la misma forma.

—entonces ya tenemos una gran ayuda con eso— contesto mirándola, Meg asintió.

—llevaré esto donde mi abuela y empezaremos.

La ví irse de una forma bastante apresurada, supuse que debíamos de apurarnos con las cosas y volví la vista hacia los apuntes, mientras Mairen y los demás organizaban las cosas, yo empecé a mirar por la ventana,el grupo donde estaban Kerttu, Iris y Caprice se encontraba afuera.

Kerttu parecía dar órdenes, mientras que Iris ayudaba a un caprice con las ideas, levanté una ceja al ver a Aarón haciéndome señas, lo mire, las caras que el hacia me daban gracia, cada vez que Kerttu lo miraba este se ponía serio, como si de verdad prestará atención. Solté una risa.

—¿Vene?— me llamo Mairen, me giré rápidamente.

—¿Si?— pregunté.

—¿Alfombra dorada o roja?

—hm..— pensé. —¿Dorada?— pregunté insegura e indecisa.

—yo creo que el rojo estaría bastante usado en por ejemplo Italia— habló uno de los jóvenes, yo lo mire, asentí.

—oh bueno..entonces dorado será— sonrió anotando y tachando el color que se había dejado de lado. Volví a mirar por la ventana, me encontré con Aarón mirando hacia donde yo estaba, negué y lo saludé, el hizo lo mismo.

—¿Cómo está todo por aquí?— me giré y ví a mi abuelo, luego volví a mirar por la ventana.

—abuelo— sonrió Mairen.—-estamos organizando bien las cosas.

—me alegra escuchar eso— contestó, sentí que se acercaba a mi. —¿Algo interesante para ver?

—oh, no, solo miraba los jardines y el cielo y..eh..— me detuve cuando levanté la mirada y lo ví, su rostro era de completa incredulidad, sabía que el no creería aquella mentira, ya que, sabía que es lo que realmente estaba mirando.

—los jardines ¿Eh? ¿Quieres ir a caminar?

—no, no, no, debo de ayudar— conteste jugando con un mechon de mi cabello, ví por el rabillo del ojo que Mairen me miraba.