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El alba comenzaba a asomarse en el horizonte de Rohan. Y tras la manifestación de Sauron, Gandalf había decidido convocar una reunión con el rey.
-No había mentira en los ojos de Pippin. Insensato, pero honrado a pesar de ello. Nada le dijo a Sauron de Frodo o del Anillo. Hemos sido, no obstante, afortunados. Pippin vio en el Palantir un esbozo del plan enemigo. Sauron avanza para atacar la ciudad de Minas Tirith. Su derrota en el Abismo de Helm ha demostrado a nuestro enemigo una cosa: sabe que el heredero de Elendil se ha dado a conocer, que los Hombres no son tan débiles, que su coraje sigue intacto. Una fuerza tal vez suficiente para retarle. Sauron teme esto. No se arriesgará ante los pueblos de la Tierra Media, unidos bajo una bandera. Reducirá Minas Tirith a escombros, antes de ver a un Rey recuperar el trono de los Hombres. Si las almenaras de Gondor se encienden, que Rohan se prepare para la guerra.- Anuncio el mago blanco caminando de un lado a otro.
La sala estaba inmerso en un silencio abrumador. La reciente noticia del próximo ataque de Sauron en Minas Tirith, angustiaba a todos, no sabríamos a que nos enfrentaríamos, Saruman ya no estaba al mando, y ahora la cabeza de la serpiente principal encabezaba todo.
- Dime. ¿Por qué cabalgar en ayuda de aquéllos que no nos la prestaron? ¿Qué debemos a Gondor?- replicó el rey Théoden. Las miradas inauditas de los presentes, incluso la mía se posaron en el.
- Nos estamos enfrentando a una fuerza mayor que amenaza la vida de todos en esta tierra. No hay tiempo para decidír a quienes ayudaremos y a quien no. - Respondí indignada ante el comportamiento del rey. Debíamos dejar la obstinación y luchar juntos, solo así ganaríamos.
- Yo iré - Se ofreció como voluntario Aragorn, para llevar las noticias a Minas Tirith.
- No- contesto Gandalf firme.
- Deben ser avisados - reclamo
-Se les avisará- afirmó. Con lentos pasos se acercó a el y susurro algo a su oído. Mi audición era más desarrollada que los hombres, por lo que escuche claramente sus palabras. - Hay que alcanzar Minas Tirith por otra senda. Sigue el río. Localiza los barcos negros.- indicó. -Entended esto - se giro hacia nosotros alzando la voz -La situación ha emprendido una marcha imparable. Yo cabalgaré a Minas Tirith. Y no cabalgaré solo.-
Dando por finalizaba la reunión. Gandalf salio por las puertas de la casa del rey, llevándose consigo a los dos hobbits, Merry y Pippin.
-Siento una fuerte inquietud en mi pecho, temo por Pippin. El Ojo le ha visto, no sabemos que amenazas corren tras el ahora - mi voz tembló intranquila. Aragorn posó su mano en mi hombro dando su apoyo, con una mirada consoladora.
