Llegó la coronación de Aragón... O como a partir de ahora sería Rey Aragón de Gondor. Alize mi vestido beige con mis manos por tercera vez, con algo de nervios. Legolas soltó una risa desde el umbral de la puerta de mi habitación.
— deja de alisar el vestido o se te gastarán las manos. — bromeó haciéndome fruncir el ceño hacia el. Hize una sonrisa forzada y volví mi vista al espejo, tomando el peine. — Te ves hermosa. — susurro Legolas en mi oído haciendo saltar mi corazón. «¿Cómo había llegado tan rápido y sin hacer sonido alguno?» sus suaves y blancas manos tomaron las mías, haciendo que soltará el peine. El me dió vuelta con delicadeza, entrelazando sus dedos con los míos. Me sonrió, mirándome a los ojos, haciéndome perder en ese azul tan maravilloso e intenso.
— Estoy feliz de que todo esto haya terminado, pero más feliz de tenerte a mi lado.
— Yo también lo estoy — subí una de mis manos a su mejilla — No me arrepiento de haberme ido de ese bosque. Vale cada segundo de este viaje, porque te conocí a tí...
El sonrió apoyando su frente contra la mía.
— Te amo Selene.
Mi corazón se aceleró de felicidad, contemple sus ojos brillantes observandome, y me acerque a sus labios. El suspiro entre el besó, juntando sus manos alrededor de mi cintura, su fragancia a bosque inundó todo el aire, y me deleite en la suavidad de su boca.
Me separé de el lentamente, quedando solo a unos escasos centímetros. Lo miré, notando sus ojos cerrados y su respiración agitada.
— Te amo Legolas. — susurré viendo la sonrisa más hermosa en todo este mundo. El abrió los ojos, y volvio a besarme, riendo en medio del beso.
[...]
Gandalf poso la corona sobre la coronilla de Aragón.
— ¡Llegan ahora los días del rey!— dice el mago sonriendo suavemente. — Bienaventurados sean.
El rey Aragón se vuelve a la multitud, que estalla en gritos y aplausos de júbilo. Sonreí con orgullo, aplaudiendo con ferocidad.
—Este día no pertenece a un solo hombre, si no a todos. Entre todos, reconstruyamos este mundo, para compartirlo en tiempos de paz.— dijo el rey Aragón, haciendo volver a aplaudir a él pueblo. Pétalos blancos caian del cielo, al mismo tiempo que todos hacían silencio para oir la voz de Aragón entonar.
—Et Eärello Endorenna utúlien. Sinome
maruvan ar Hildinyar tenn' Ambar-metta.—(Del Gran Mar a la Tierra Media he venido. En este lugar voy a permanecer yo y mis herederos, hasta el Fin del Mundo.)Aragón, bajo por los escalones hasta llegar a los presentes, quienes aplaudieron e hicieron sus referencias. Legolas dió un paso al frente, y lo seguí encontrándonos con el rey Aragón. Los elfos que nos acompañaban, detrás nuestro cubrían la sorpresa para el rey.
Aragón nos miró a ambos con una sonrisa, y posando su mano en mi hombro y la otra en Legolas, nos agradeció en elfico.
—Hannon le. — hize una ligera reverencia, y me aparte de su vista. Legolas le hizo un gesto de que vea hacia atrás y se apartó de igual forma, dejándole ver a él Señor Elrond, junto a una elfa que porta un estandarte con el árbol blanco. Aragón se acerca extasiado, con los ojos abiertos, y la elfa hace ver su rostro dejando hacerce reconocer.
Sonrió abrazándome a Legolas, quien observa con alegría el reencuentro de Arwen y Aragón. El la besa apasionadamente, y todos aplauden sonrientes –incluso Elrond–.
Aragón junto a Arwen llegaron hasta los cuatro hobbits, y negándose a que ellos se inclinaran, Aragón se inclinó ante ellos al igual que todo el pueblo.
[...]
Y así, nació la cuarta edad del hombre. En dónde la comunidad del anillo, eternamente unida llegaba a su fin, siendo recordada por la amistad y el cariño que nos llevó al triunfó.
Aragón junto a Arwen, se quedaron en Minas Tirith para reinar hasta el fin de sus días. Los hobbits, se marcharon en un largo viaje hasta su hogar;la comarca, mientras que Legolas, Gimli, Gandalf y yo, nos hospedamos otros días más antes de partir a Rivendel. Donde finalmente nos separariamos, Legolas y yo iríamos a su hogar El Bosque Verde, y Gimli recorrería las tierras de Erebor, en busca de enanos.
Estábamos frente a las puertas de Minas Tirith donde nos despediriamos de Aragón y Arwen.
— Les deseo un buen viaje amigos míos— se despidió Aragón con una pequeña sonrisa. Sonreí con tristeza, abrazándolo de improvisto. El me correspondió, suspirando contra mi cabello.
— No te pongas así Aragón, volveremos — dije separándome de él, disimulando las ganas de llorar que tenía. Era muy fuerte para mí vernos a todos separarnos, luego de tanto tiempo juntos. Había llorado como una catarata cuando Sam, Frodo, Merry y Pippin se habían ido, y no creía que esta fuera la excepción.
— No llores Selene...— me suplico Aragón con una triste sonrisa. Seque mis lágrimas soltando una risa.
— Lo siento, no puedo evitarlo. — dije. Legolas me abrazó con fuerza, y acarició mi cabello en forma de consuelo.
— Ya, pequeña demonio. Nos harás llorar a todos— comento Gimli secándose una lágrima. Reí secando mis mocos con un pañuelo que tenía guardado, y trate de respirar tranquilamente.
— Nos veremos pronto, los esperaré con un gran banquete.
—¿Con carne de cerdo y cerveza?— inquirió Gimli con emoción. Aragón río.
— Si Gimli, con las más exquisitas comidas.
Gimli festejó, y solté una carcajada. Gandalf se acercó a Aragón dándole un fuerte abrazo y le murmuró algo a su oido.
El último en despedirse fue Legolas, quien me soltó,y ambos se sumieron en un gran abrazo. Ví a Aragón, soltar un par de lágrimas, y quise llorar nuevamente.
— (Nos vemos pronto amigo mío)— le dijo en elfico. Legolas asintió con una sonrisa, y se apartó volviendo hacia mí, para entrelazar nuestras manos.
Subimos a los caballos, y antes de partir. Frente a las puertas de Minas Tirith, dejé salir mis dones, para hacer crecer un hermoso árbol gigante, de bellas flores blancas y plateadas.
— Un pequeño recuerdo. Es un árbol de los deseos, vivirá eternamente, y protegerá la esperanza del pueblo. — Aragón me sonrió admirando al árbol, y asintió agradecido.
Cabalgué junto a Legolas, dejando atrás la cuidad de Minas Tirith, y a nuestro gran amigo Aragón. Era nuestro turno de alejarnos, y comenzar una nueva vida, lejos del caos de la guerra, y apegados a la paz de la nueva era. Sonreí admirando el cielo azul arriba mío, y volví la vista hacia atrás.
«Hasta luego Aragón».
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Verdadera esencia - Legolas Y Tu-
FanficTercer libro de la trilogía |El corazón de un Ángel|.