Kirishima's Monsters [Boku no Hero Academia]

#6: Malos presentimientos

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†ADVERTENCIA†

• Olvidé mencionarlo, pero aquí Shouto y Dabi son hermanos. Tengo un fetiche con eso.

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—Y, ¿a qué has venido? —inquirió Todoroki.

Kirishima iba a hacer una pregunta similar, pero Shouto se le adelantó. Era algo extraño que poco a poco su departamento se fuera llenando de chicos no humanos, pero mentiría si dijera que no se sentía acompañado.

Eijirou no les tenía miedo y, cada minuto que pasaba, se sentía feliz de haberles conocido.

—M-Me preguntaba si… —comenzó el de cabello verde—, podría quedarme a vivir aquí.

—Lo siento, Midoriya. Ya somos cuatro, no hay espacio —negó el vampiro rápidamente al leer las claras intenciones de Izuku.

—Oye, es mi departamento —intervino Kirishima al ver que aquel chico de cabello bicolor había respondido como si fuese su propia casa.

—¡P-Prometo no estorbar! ¡Soy un fantasma, mira! —siguió mientras se acercaba a Eijirou y le atravesaba con el brazo—. ¡Puedo atravesar objetos y humanos! Y estos últimos no pueden verme a menos que sepan de nuestra existencia…

—Supongo que entonces no hay problema —confirmó Kirishima con una sonrisa.

Todoroki seguía sin querer aquello porque sabía perfectamente las intenciones de Midoriya.

—¿Pero por qué aquí? —inquirió el pelirrojo.

—Es por Bakugou —interrumpió Shouto mirando al fantasmita—. Seguro que estuviste espiándole y descubriste que ahora vive aquí.

Midoriya no podía contradecir aquello porque era cierto.

—E-Es que… el cementerio es muy solitario —aplicó con tristeza al recordar que, con el tiempo, Katsuki había dejado de visitarle.

—¿Y por qué eres un fantasma? —cambió de tema Kirishima con, nuevamente, curiosidad.

—Ah, eso es porque estoy muerto —respondió como si fuera lo más normal y corriente—. Aquí está mi alma —agregó mientras levantaba la linterna que llevaba y mostraba la llama naranja que había dentro—. ¡D-Dicen que si mantengo mi alma sin liberarla durante 500 años, podré reencarnar! —agregó ilusionado al imaginar que podría volver a ser humano.

—¿Sin liberarla…?

—Impedir que se le rompa la linterna —aclaró Todoroki aún en el techo boca abajo.

—¿Y qué ocurre si se rompe? —siguió Eijirou.

—Supongo… que desaparecería y dejaría de existir —respondió el fantasma con una triste sonrisa—. ¡P-Pero mientras no me encuentre con ningún perverso desterrado, no pasará nada malo!