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Chan revolvió el pelo del más pequeño y sonrió.

-¿Te lo estás pasando bien?- dijo acomodándose en uno de los sillones que había a un lado de la pista, junto con WooJin. El menor asintió eufóricamente y sonrió.

-Me gusta, es mejor de lo que creía- respondió JeongIn bebiendo su Coca cola. Se acomodó en el hombro de su amigo y les miró- Hyung...- dijo llamando la atención de los mayores- ¿Crees que aquí pongan música trot?- preguntó emocionado.

WooJin soltó una risita y miró a Chan esperando una respuesta.

-No creo que en las discotecas pongan trot, JeongInnie- dijo mirándole. El menor soltó un oh desilusionado y apartó la mirada. El mayor sintió una punzada en el pecho y habló de nuevo.

-Pero estoy seguro de que si se lo pedimos al DJ nos pondrá una- apuntó sonriendo al chico que pinchaba música. El menor le miró con ojos destellantes y sonrió. Chan se levantó y caminó hacia él. Las manos le empezaron a sudar y, a pesar de que le daba muchísima vergüenza, Bang Chan nunca defraudaba a sus amigos.

-Perdona- dijo mirando al chico cuando ya estaba muy cerca. Él se giró y se quitó un casco para poder oírle mejor- ¿Te puedo pedir una canción?- el DJ asintió sonriendo- ¿Puedes ponerme algo de trot?

El joven borró la sonrisa y se incomodó- lo siento, no puedo poner algo así, la gente se molestará, no es algo que guste en las discotecas.

Chan se puso nervioso- lo sé pero, mi hermano está muy ilusionado con la idea de que haya trot en la discoteca- mintió.

-Lo haría si pudiese pero de verdad que no debo.

-Aunque sea solo una canción, por favor- suplicó en silencio mirándole. El rubio suspiró y asintió.

Chan volvió a los sillones y tomó a sus amigos de las manos- venga, es la siguiente.

-¿¡De verdad lo has conseguido!?- exclamó el más joven saltando de alegría.

-Claro que sí JeongInnie- le revolvió el pelo y cuando llegaron a la pista, So Hot empezó a sonar a todo volumen. De lo contrario que pensaban, todos comenzaron a bailar cuando veían que JeongIn saltaba y bailaba animosamente. La gente gritaba de emoción y trataban de imitar al más pequeño, quien tenía una sonrisa enorme en el rostro. Chan y WooJin se miraron sorprendidos y se unieron a su amigo.



Félix tomó a ChangBin del brazo cuando escuchó una canción que quería bailar. El pelinegro le siguió viendo como sus otros dos amigos se quedaban hablando mientras reían donde antes estaban los cuatro.

El australiano empezó a bailar al ritmo de la música y el mayor no pudo evitar mirarle. Sus caderas se movían a un buen ritmo y su sonrisa era imborrable.

ChangBin no sabía por qué era pero, por más que culpaba a los dos vasos de vodka con Coca cola, no dejaba de fijarse en que Félix lucía muy hermoso esa noche. No se había molestado en usar maquillaje para ocultar las pequeñas manchas que cubrían su cara y eso, de algún modo le volvía loco.

La sonrisa de Félix era algo que jamás le había llamado la atención tanto. Esos dientes relucientes y blancos, perfectamente colocados, y junto con sus gruesos labios rosados hacían de su boca una perfecta armonía.

ChangBin sacudió la cabeza y empezó a bailar mirando a su amigo. Sí, habían empezado con mal pie, pero el mayor había descubierto que el australiano se hacía querer, que era alguien divertido y cariñoso, con un gran potencial y que, de alguna manera, había conseguido que se sintiese muy cómodo cuando estaba con él. Se habían vuelto muy cercanos.

Félix le miró y sonrió aún más.

-Adoro esta canción- elevó el tono de voz para que el otro pudiese oírle. ChangBin asintió con una pequeña sonrisa y siguió bailando.

Las canciones pasaban y ambos chicos estaban pasando un buen rato, cada vez mejor.

La intensidad de la música bajó en comparación con la canción anterior y ambos bajaron el ritmo, tomándose un pequeño descanso para beber un poco más de lo que llevaban en las manos.

-Wow, HyunJin-ah tenía razón, este sitio es increíble- dijo el menor mirando a su alrededor sin dejar de sonreír.

Y si había algo que ChangBin adoraba del chico, era que jamás, pasase lo que pasase, esa sonrisa desaparecía. Daba la sensación de que el australiano estaba algo así como enamorado del mundo, porque admiraba cada cosa con detalle y fascinación, tal y como un niño pequeño descubriendo el mundo por primera vez.

-Venga Hyung, vamos a bailar un rato más- pidió el menor con su habitual sonrisa. ChangBin asintió y terminó el contenido de su vaso para después seguir a Félix hacia la pista de baile de nuevo.

La música sonaba alta y el alcohol empezó a hacer algo de efecto en los pensamientos del mayor, quien empezó a ver a Félix con otros ojos.

No sabía por qué, pero tenía la necesidad de cometer una idiotez. Su amigo soltó un Whooa mientras daba una vuelta saltando sobre sí mismo. ChangBin sonrió al ver la emoción del más joven de los dos.

Las canciones pasaban y el mayor sintió calor. Un calor agobiante que no conseguía apartar. Quizás había bebido demasiado, o simplemente le había sentado peor que otras veces, pero no lograba sentirse mejor.

Félix pareció notarlo y detuvo un poco su baile. Posó su mano en el hombro del contrario y le miró algo preocupado.

-ChangBinnie, ¿estás bien?- preguntó mirando a su amigo, quién había comenzado a sudar levemente. El menor recibió un pequeño empujón de alguien, consiguiendo que se acercase un poco más al mayor.

ChangBin le miró a los ojos y sintió marearse. Llevaba un rato sintiendo eso y quería dejarlo salir para sentirse mejor. Las pequeñas pecas de las mejillas y nariz de su amigo le distrajeron de la pregunta que le había hecho. Las analizó una a una, tomándose todo el tiempo del mundo y bajó la vista a los labios fruncidos del australiano. Subió la mirada a aquellos ojos llenos de preocupación y entonces, tras hacerlo, se sintió mejor que nunca.

Tomó las mejillas del chico y le besó.

Holiisss. Me encantan Alv, son tan hermosos ❤ arriba dejo foto del ChangLix y la canción de So Hot que tanto le gusta a JeongInnie, incluso en la vida real😍😂

Espero que os haya gustado y sigáis leyendo.

Un beso~💛

Young Wings «Stray Kids»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora