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MinHo cerró la puerta y sus pasos fueron lo único que se oía en la habitación. No había contestado a su pregunta. Pero tampoco lo necesitaba para que JiSung supiese que era él. Su olor estaba por toda la habitación ahora y el menor se removió inquieto en la cama esperando que el mayor se acercase más.

MinHo no sabía como sentirse, todo se le venía encima y solo esperaba que JiSung dejase a JaeBum tarde o temprano. Se sentó en la cama y suspiró, dejando de nuevo la habitación en un completo silencio.

—Hyung... —sollozó Han estirando un brazo hasta que su mano alcanzó el hombro de su mayor— g-gracias por venir....

El silencio era algo incómodo, a diferencia de otras veces en las que había estado presente entre ambos. Ahora todo era diferente y eso a ninguno de los dos le gustaba.

—¿Qué te ocurre, Han? — preguntó al cabo de un rato, sorprendentemente muy tranquilo— ¿Qué diablos te ocurre para volver con él?— y ahí estaba, MinHo soltando su rabia y alzando poco a poco el tono de voz— ¿De verdad crees que ha cambiado? ¿De verdad crees que él te ama? ¿De verdad le amas?— pero su voz no pudo seguir el ritmo de sus pensamientos y se quebró.

Han se mantuvo en silencio después de tantas preguntas. ¿Debía decírselo? Quizá era mejor que MinHo no supiera nada hasta el momento adecuado, hasta que todo terminase. No podía correr el riesgo de que todo se fuera a la mierda. O peor aún, no podía correr el riesgo de que MinHo o alguno de sus amigos fueran heridos.

—No sé para qué querías que viniese si no vas a decirme nada— Lee se levantó y se giró dándole la espalda. Pero Han correría todos los riesgos con tal de no perderle. Porque sabía que si MinHo salía por esa puerta, probablemente no volviese a entrar nunca.

—T-te lo contaré Hyung... Pero n-no te vayas — suplicó el menor. El mayor de los dos suspiró mirando al suelo y cerró los ojos cansados.

—No quiero oír nada de tu novio— dijo soltando todo su dolor en la última palabra— no me interesa Han....

JiSung tiró de su manga y le sentó en el medio de la cama. Se puso de pie y aprovechó que MinHo tenía los ojos cerrados para bajar la persiana y volver hacia él.

El mayor sintió un ligero peso y no comprendió por qué Han le había puesto un cojín encima; y no fue hasta que abrió los ojos que se dio cuenta de que no era ningún cojín. Tenía a JiSung encima. Realmente era preocupante. Realmente le preocupaba haber confundido a su pequeño con un cojín, porque el peso era bastante similar. Y de no haber sido porque JiSung colocó sus piernas a los lados de la cadera de MinHo y frotó su nariz contra el cuello del mayor, Lee hubiera dicho algo al respecto.

—Hyung...— susurró Han cerrando los ojos, a la par que colocaba sus manos en los hombros contrarios— déjame explicártelo por favor— a pesar de la situación y del previo ataque de ansiedad de antes, JiSung estaba muy calmado y relajado.

—Han...— pidió el mayor algo incómodo.

—No me llames Han.... Hyung me gustaba cuando me llamabas a tu manera— inconscientemente el menor hizo un puchero contra el cuello de su amigo. MinHo soltó un suspiro por las caricias y apretó las manos contra sus propias piernas. Intentó pensar en MinHyuk, quien había empezado a gustarle, realmente quería que MinHyuk le gustase, pues era un gran chico y le encantaba pasar tiempo con él. Pero cualquier idea acerca de cualquier cosa se fue a la mierda cuando JiSung siguió hablando— Hyung... Bésame por favor...

MinHo perdió todo el control que había aguantado durante estos pocos minutos y sus manos se posaron en las mejillas del menor, haciendo que le mirase. Y Lee pudo jurar que no había ningún tipo de broma en sus ojos, que estaba siendo totalmente sincero y eso le dio pista libre. Se acercó y juntó sus labios suavemente.

Young Wings «Stray Kids»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora