Algo inimaginable.

Capítulo 8.

- Y si... ¿Vamos a la piscina? - Propuso Holly.

- ¿Creéis que hace tiempo para ir a la piscina? - Añadí.

Estábamos debatiendo sobre que hacer el sábado, todavía era miércoles pero no se como habíamos acabado en este tema así que estábamos decidiendo que hacer el fin de semana.

- No sé, aunque sea a tomar el sol. - Se veía que Holly tenía ganas ya de piscina.

No había ocurrido nada más desde el lunes así que ahora nos juntábamos más con ella.

- Podríamos coger las bicis y nos vamos a mi torre a comer.

- ¿Estás segura que tus padres te dejaran Emily? - Conociendo a sus padres ese plan sonaba muy dificil.

- No pierdo nada en intentarlo. - Dijo con media sonrisa.

- ¿En bici? Ay no sé. Oye todavía estamos a miércoles, ya lo decidiremos a lo largo de la semana. - Se quejó Holly tomando un sorbo de su batido de fresa.

- Sí, mejor. - Cerré yo la conversación.

- Oye Sarah, ¿ese no es Niall? - Me avisó Emily haciendome un gesto con la cabeza hacia el chico.

- Uy viene hacia aquí, dile algo ¿no? - Holly siempre tan... Holly.

- Hola. - Le saludé con media sonrisa al ver que pasaba por al lado de nuestra mesa.

Sus ojos azules se cruzaron con mis ojos verdes pero los apartó a los tres segundos. Estoy segura de que me oyó pero no dijo nada y no sabía la razón de ese cambio tan repentino.

Justo pasaron Zayn y Chelsea de la mano, no quería hacer el mismo ridículo que con Niall. No sé desde cuando estaban juntos pero Zayn me caía muy bien y Chelsea era como Tamara así que no me agradaba la idea.

- Adiós eh Sarah. - Me dijo aunque yo no le estaba mirando así que me giré.

- Zayn... - Se dirigió Chelsea hacia el chico echándole una mirada de mal gusto.

- Vamos Chels, no es como dice Tamara. - Le susurró a esta pero lo suficiente alto como para que yo pudiera oirlo.

- Hasta luego. - Añadí yo haciendo como que no me había enterado de sus pequeños comentarios.

Una vez que ya se habían ido, Holly y Emily me miraron serias.

- ¿Qué ha pasado con Niall? - Preguntó Emily.

- Te has dado cuenta tu también, ¿no? - Le siguió Holly. - Pero si siempre te saludaba. ¿Ayer te saludó?