Algo inimaginable.

Capítulo 5.

Me despertó el sol de la mañana, me había dejado la persiana subida ayer por la noche así que la luz me daba en toda la cara despejándome.

Era el cumpleaños de mi padre, miré el reloj y pude ver que eran las 9:45. Me levanté y me dirigí hacia la cocina.

- ¡Felicidades! - Le vi en la cocina y fue lo primero que dije. Me acerqué y le di un beso en la mejilla.

- Muchas gracias mi niña.

Mi padre era encantador, me llevaba mucho mejor con él que con mi madre pero entre semana le veía muy poco porque tenía que trabajar bastante, en cambio, en fin de semana estaba libre.

El problema era que siempre le daba la razón a mi madre, se podía decir que estaba demasiado enamorado de ella. En parte me gustaba, pero en otra pensaba que debía ser más independiente.

Mi madre trabajaba todas mañanas excepto el domingo, y las tardes las tenía libres.

- Tengo una cosa para tí. - Subí a mi cuarto a por el regalo que compré ayer y volví a la cocina lo antes que pude. - Aquí tienes.

- No tenías por qué Sarah. - Me dio un abrazo y lo abrió.

- Bueno, ¿te gusta?

- Un montón, además necesitaba uno. Que bueno gusto tienes. Muchísimas gracias. - Dijo mi padre con una sonrisa en la cara, se le veía feliz.

- Me alegro, puede decirse que me han ayudado. - Dije sonriendo y me salió una pequeña risa.

- ¿Ah sí? ¿Y quién?

- Un amigo.

- Bueno, bueno, no quiero sorpresas. - Se rió y yo hice lo mismo.

Me subí a mi habitación para hacer los deberes y así poder salir esta tarde con Emily, pero antes la llamé.

- Hey Emily. - Dije cuando vi que había cogido el teléfono.

- ¿Qué tal Sarah? Me has despertado mala persona. - Dijo medio dormida y yo me reí.

- No era mi intención. ¿Salimos esta tarde? - Así le contaba lo de ayer por la tarde, siempre suelo contarle todo a Emily.

-Claro, oye... ¿Puedo decírselo a Holly? La chica que estuvo el miércoles almorzando con nosotras que luego vino a comer también.

- Sí claro, a mi no me importa.

- Genial, ¿quedamos a las 5:00 en la parada del bus? - Propuso mi amiga.