En una cafetería elegante, rodeados de un ambiente tranquilo se encontraban una pelimorada y un rubio de piel pálida, sentados en una de las mesas cercas a un gran ventanal de madera adornado con enredaderas de bellas flores, el sonido de la musica instrumental sonando de fondo hacia que el lugar se sintiera aun más relajante. Pero en la mesa de Inojin y Sumire el ambiente era tenso.
Las tazas humeantes de café permanecían a la mitad mientras las miradas serias de ambos jóvenes se conectaban.— ¿Entonces, no a dado resultado? — Suspiro exasperado.
— No por ahora, dice que se hará cargo de mi hijo pero no se casará conmigo, ambos sabemos la causa — Dijo Sumire llevándose la fina taza de porcelana a la boca intentando mantener la calma ante la situación.
— Creo que debemos darle más tiempo, obviamente esta aturdido por la noticia, pronto se calmara y cumplirá con sus responsabilidades — Una sonrisa burlesca se formo en sus labios.
— Ja, no puedo creer la frialdad con la que hablas, Sarada se casará con un autentico alacrán, casi puedo sentir lastima por ella — Ironizó y se llevo con el tenedor un pequeño trozo de Magdalena a la boca.
— Tú no te quedas atrás querida, mira que seducir y llevarte a la cama al novio de tu amiga, eso si es repulsivo.
— No opinabas lo mismo hace unas semana, en todo caso solo te cite para decirte que te mantengas alerta. Por ningún motivo permitas que Boruto se acerque a Sarada y no canceles tu boda — Le dijo con total seriedad.
— Seria un idiota si lo hiciera, no permitiré que se salgan con las suya; Sarada se casará conmigo y la haré vivir un autentico infierno — Estaba furioso y herido, debía cobrarse la humillación de alguna manera. Realmente amaba a Sarada y su traición le había herido profundamente, ella destrozó su corazón, hirió su orgullo de hombre y eso no se lo podía perdonar.
— Muy bien — Le felicito Sumire — aunque eres algo sínico sabes, enfadarte a pesar de que tu le fallaste antes, típico machismo, tú si la pudiste engañar a ella pero ella no puede hacerte lo mismo — Le pico soltando una pequeña risa.
— ¿No entiendo de que lado estas, del de Sarada o del mio? ¿acaso te hace feliz que Boruto te vea la cara? Además tú sabes que ella me orillo a eso con su indiferencia y ahora sabemos el porque de eso, Boruto se encargaba de endulzar le el oído a mis espaldas — Reclamo confundido y con el entrecejo fruncido.
— Obviamente del tuyo, y claro que no me hace feliz esta situación, solo fue una observación... Pasando a otro punto del tema, ¿no te da ni un poco de compasión hacer que tu amigo crié a tu hijo?
— Desde luego que no, bien sabes que no me importaba si te deshacías de él pero dadas las circunstancias nos sirve más vivo, ¿acaso tú si lo quieres? — Cuestionó alzando una ceja con un deje de burla en la voz.
Sumire se desconcertó por esa pregunta y su rostro se torno serio, se acomodo en su asiento mientras se formulaba de nuevo la pregunta ¿quería a su hijo? si bien era cierto que el bebé que llevaba en su vientre era un hijo no deseado pero no podía matar a un ser que tampoco había pedido ser concebido; Sus padres la criaron de esa manera por lo que creyó que esa era una de las razones por la que no haya pensado seriamente en abortar hasta el momento y no un cariño propiamente suyo hacia el bebé.
— Claro que no lo quiero, es mi única arma para retener a Boruto, si sintiera algún afecto por él seria solo por esa razón — Respondió intentando ocultar los nervios sin saber el porque se sentía así de repente.
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De Amigos a Amantes.
RandomSituada en la época actual. Sarada y Boruto son los mejores amigos, casi hermanos y como tal tienen peleas y buenos momentos. Pero, ¿puede eso cambiar después de una noche alocada de alcohol y pasión? ¿podrán ocultar sus encuentros clandestinos de...