Capitulo 19

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Desde el día en que fui por Sumire al apartamento de Boruto eh estado buscándola por todas partes sin tener éxito.

Ese día... al salir del edificio, le hizo la parada a un taxi, tomo sus maletas y se subió a el, no pude hacer nada, la muy desquiciada le pidió al taxista que la ayudara a subir, que yo era un maniático acosador que la seguía a todos lados. Como era de esperarse el pobre hombre de cabellos rubios cayo en la retorcida mentira de la "pobre acosada y embarazada mujer" y me amenazo con llamar a la policía. En ese momento la ira me inundó tanto que tire de mis cabellos y deje que se marchara a donde le diera la gana, tan solo quería hacerme cargo de mi hijo y ella reacciono de la manera más estúpida.

Pasaron un par de días y decidí buscarla de nuevo, no la encontré por ningún lado... No volvió a la universidad y seria una pérdida de tiempo llamar a su padre para preguntarle, por lo que pude averiguar con sus amigas su padre le retiro todo el apoyo al enterarse de su embarazo por ese motivo vivió con Boruto, no conseguiría nada con él.

Mi padre reacciono de la misma manera que Sasuke Uchiha, clavo su puño en mi ya maltrecha cara y me grito todas esas cosas que ya sabia; que era un inconscientes al dejar ir a Sumire así como así, que me comporte como un vil bárbaro y patán con Sarada, un traidor y cínico... Un canalla descarado. Mamá me veía con total decepción y tristeza, el hecho de haber sido el causante del accidente de Sarada fue más de lo que pudo soportar. Ella la quería tanto como a una hija y saber que su propio hijo la daño fue doloroso para ella, jamas me perdonaré el haber causado esa mirada de tristeza y dolor en sus ojos... Esas lágrimas...

¡Debes buscar a Sumire y hacerte cargo de tus actos! ¡Mi hijo no puede dejar su sangre regada por cualquier lado como si no fuera nada! ¡¿Entendiste?!

Esas fueron las palabras de papá... Se cumplido el mes desde eso y el investigador privado que contrate aun no había dado con Sumire. Empezaba a preocuparme, parecía extraño pero, rogaba a los cielos que ambos estuvieran bien.

Se cumplían dos meses y nada, seguía sin tener noticias. Al menos Boruto sabe que su hijo y Sarada están bien a pesar de que Sasuke Uchiha no le a permitido acercarse ni a veinte metros de Sarada desde que despertó... Algo que me lleno de alegría y alivio. La amaba tanto que no podía siquiera pensar en dejarla ir, un amor egoísta e imperfecto es lo que sentía por ella, y necesite mucho más amor para dejarla ir...

Apreté levente el volante de mi auto al recordar lo insensata que fue Sumire al huir así. Con la vista en la carretera trataba de tranquilizar el enojo que me invadía al recordar lo complicada que era esa mujer de cabellos morados.

Continúe el recorrido hacia el sur de Tokio, para ser más preciso me dirigía a Yokohama Chūkagai un barrio con variedad de tiendas con diferentes articulo, cerca de ahí se encuentra la avenida de Motomachi . Necesitaba comprar algunas acuarelas y lienzos para realizar cuadros y en ese lugar se encontraban los mejores materiales de origen occidental.

Debido a la cantidad de personas que merodeaban las calles estacione el auto a unas cuadras atrás en un estacionamiento y seguí el resto a pie. Camine sin preocupación por la calle viendo ir y venir a las personas, a unos metros de mi pude distinguir a una pequeña familia. El hombre llevaba a su pequeño hijo de aproximadamente cinco años sentado sobre sus hombros, su esposa iba al lado con una sonrisa radiante en los labios mientras se dirigían a una tienda de comida china; por un momento pensé en que tan posible era que Sumire y yo terminaramos de esa manera... Al darme cuenta de mis pensamientos sacudí la cabeza en un intento por disipar los y continúe mi camino. Camine unos metros más y finalmente me encontré enfrente de la tienda, me adentre a ella y elegí lo que necesitaba, me dirigí a la caja para pagar los artículos y grande fue mi sorpresa al ver a la persona que había estado buscando ¿cómo diablos llego Sumire aquí?

De Amigos a Amantes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora