Sus manos acariciaban frenéticamente mis piernas y pechos mientras con sus labios besaba sensual y apasionadamente mi hombro, sus embestidas pausadas en mi interior se sentian magnificas. Tan solo podia pensar en lo feliz que me hacia estar de nuevo entre sus brazos, que estuvieramos haciendo el amor en la misma cabaña y aun mejor sabiendo que no teniamos que ocultarnos de nadie, que al fin eramos libres de amarnos sin culpas ni miedos.
Al fin sus padres y los mios dejaban de entrometerse entre nosotros y nos permitian amarnos como lo hace cualquier pareja que se ama...
Voltee levemente mi cuerpo hacia él y mi mano viajó hacia su mejilla para sostenerla tiernamente e irme acercando a sus labios, los rocé delicadamente y finalmente nos unimos en un beso ardiente, lo fui invitando de apoco a cambiar de posición. Se colcó sobre mi cuidadosamente y rompió el beso para verme a los ojos y apartar mi flequillo de la cara. Sonrió con picardía y besó mis mejillas y la comisura de mis labios repetidas veces, yo aproveché para ir deslizando una mano por su espalda y tocarlo sensualmente arañando su espalda, dirigiendome a mi objetivo... cuando rocé su miembro con mi mano lo oi gruñir para luego separarse de mi y verme a los ojos con una expresión agonizante.
- Sarada, por... por favor no hagas eso linda... - Dijo entrecortado y jadeante. Volví a repetir la acción.
- ¿Por qué? - pregunte intencionalmente mientras lo veía deseosa a los ojos.
- Porque sabes que puedo enloquecer y... Debo tratarte con cuidado esta vez.
- De acuerdo, no lo haré - Accedí atrayendo lo hacía mi para besarlo.
Nuestros labios de nuevo estaban unidos en un beso cargado de pasión y amor. Sus besos eran lentos y profundos y una manos firmes acariciando una de mis piernas. Se acercó a mí oido, mordió suavemente el lóbulo de oreja.
- Sarada, mi amor... Te extrañe tanto... - Susurro al tiempo que se acomodaba entre mis piernas.
- Y yo a ti - Respondí acariciando su espalda mientras el besaba mi cuello.
Ocultó una mano debajo de las sábanas que nos cubrían y pude sentir su miembro rozando mi intimidad, entonces lo supe, me amaría como hace mucho no lo hacía. Unió su frente a la mía y lo sentí entrar en mi.
Sus embestidas no tardaron en llegar haciéndome sentir viva, sensual... Haciéndome sentir una mujer deseada y amada, algo que aunque pareciera tonto, debido a mis cambios por el embarazo pensé que había dejado de ser ante sus ojos. Pero no, ahí estaba él amándome con todo su cuerpo y alma, diciéndome con cada caricia y embestida dentro de mí que me deseaba y amada como el primer día.
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Tanto tanto tanto la había extrañado, los meses que pasé si ella fueron infierno. Tantas veces soñé con el día en que pudiéramos estar juntos sin nadie que me lo impidiera. Por tiempo creí que el señor Sasuke Uchiha nunca cederia pero al final aceptó que nadie va a amar y a cuidar más a su hija que yo.
Nuestros cuerpos unidos como si fueran uno solo es lo único que necesitaba para vivir. Sus besos, sus caricias todavía torpes por la timidez me volvían loco. Entre jadeos y gemidos me dedique a amarla con todo mi ser hasta acabar agotados. Acaricié y bese su vientre mientras ella tomaba aire recuperándose de lo que acabamos de terminar.
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De Amigos a Amantes.
RandomSituada en la época actual. Sarada y Boruto son los mejores amigos, casi hermanos y como tal tienen peleas y buenos momentos. Pero, ¿puede eso cambiar después de una noche alocada de alcohol y pasión? ¿podrán ocultar sus encuentros clandestinos de...