Definitivamente esto era un error, un grave error. Creí que al estar esperando un hijo las cosas cambiarían entre nosotros pero no a sido así, Sumire sigue siendo tan controladora y asfixiante como antes. Y por milésima vez nos entrábamos discutiendo.
— No puedes hacerme esto Boruto, ¿acaso crees que estoy pintada? Soy la madre de tu hijo, no una cualquiera — Soltó histérica.
— Sumire, te aseguro que no e vuelto a buscar a Sarada, la ultima vez que lo hice te lo dije abiertamente. Simplemente se me fue el tiempo hablando con Shikadai, si quieres llamale para que te lo confirme — Respondí con la poca paciencia que me quedaba.
— No te creo — Puso sus manos en su vientre, que con tres meses comenzaba a verse abultado y comenzó a sollozar — Soy tu futura esposa por amor a Dios.
Definitivamente no lo soportaba más, las discusiones eran cada día más insoportables, Sumire no paraba de fastidiarme con sus celos injustificados porque lo eran, desde la ultima vez que hable con Sarada en los baños no la e vuelto a buscar, ya hacia dos meses de eso. Me había quedado bastante claro que no quería saber más de mi. Después de todo su boda con Inojin seguía en pie y eso me dolía bastante.
— Estoy contigo y pongo de mi parte para que esto funcione pero si vas a seguir con lo mismo, te aseguro que esto no tiene ningún sentido — Conteste soltando un suspiro exasperado, ya estaba harto de la misma situación, de tanto drama.
— ¿Estas insinuando que debemos terminar? Como si no tuviera motivos para desconfiar. Piensas dejar a tu hijo por una zorra. Ja, esto es increíble — Se sentó en el sillón beige de mi sala y sonrió amargamente.
— Sumire esto no es lo mejor para nuestro hijo, crecer en medio de discusiones, reclamos, gritos... Porque esto no va a parar, seamos realistas tu vas a seguir desconfiando de mi con o sin razón y yo ya no te amo, lo único que me detiene a tu lado es ese bebé — Tenia que ser sincero, si bien no podía estar con Sarada, tampoco podía vivir de esa manera con Sumire, no era sano para ninguno.
De pronto su rostro iracundo se transformo en uno que reflejaba miedo y nerviosismo. Mis palabras y mi tono de voz fueron lo suficientemente duros como para hacerle ver que terminaríamos. Se puso de pie y se acerco a mi para comenzar a acariciar mi cuello y abrazarme, abrazo que no correspondí, simplemente levante la mirada al techo de mi apartamento y entorne los ojos.
— No digas eso amor, lo mejor para nuestro hijo es tener a sus padres juntos, como debe ser. Yo sé que puedes volver a enamorarte de mi, por favor no puedes hacernos esto — Suplico entre sollozos.
La tome por los hombros y la separe cuidadosamente. Ella levanto la mirada hacia mi y pude ver sus ojos cristalizados por las lágrimas.
— Sumire, tendrás todo el apoyo que necesites pero casarme contigo seria un error, por lo que no lo haré, entiende que es lo mejor — Se alejo bruscamente de mi y ahí estaba de nuevo su rostro airado. Me cruzo el rostro de una bofetada y bufo acomodándose los cabellos hacia atrás y de nuevo poso sus manos sobre su vientre.
— Esta bien — Se limpio las lágrimas con las manos y me vio con fiereza — Pero atente a las consecuencias.
Se dirigió furiosa a la habitación que compartíamos y cerro la puerta de un portazo. Sintiéndome desesperado y frustrado me deje caer en el sillón y restregue mis manos contra mi rostro fuertemente.
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De Amigos a Amantes.
De TodoSituada en la época actual. Sarada y Boruto son los mejores amigos, casi hermanos y como tal tienen peleas y buenos momentos. Pero, ¿puede eso cambiar después de una noche alocada de alcohol y pasión? ¿podrán ocultar sus encuentros clandestinos de...