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9 | Necesitarte

Dos horas después de la confesión de Jazzy, regresé a Panera yo sola. Por suerte me encontré con Daniel cuando entré.

—Hola, hermosa. —Me da una pequeña sonrisa—. ¿De regreso tan pronto? —pregunta mientras abre la puerta para mí.

—Sí, vine por una sopa que ordené —le dije.

—Yo ya me iba, pero puedo ayudar —sugiere a la vez que regresa al interior de la tienda. Antes de yo poder decir algo más, me dice que regresará pronto y se va a la cocina. Me siento en el pequeño taburete cerca de la entrada y espero al chico de los hermosos ojos azules.

En poco tiempo, él regresa con la bolsa. Caminamos juntos a la caja registradora y él ingresa su código.

—Debes amar Panera para venir dos veces el mismo día. —Daniel se ríe.

—Solo digamos que me encanta comer siempre que estoy estresada —le digo mientras le doy algo de dinero.

—¿Mal día? —me pregunta mientras me entrega el cambio.

—Puedes decir eso, pero mi día tuvo unos cuantos buenos momentos. —Sonrío.

—Bueno, me alegro. —Daniel sonríe—. Um, ¿quieres pasar el rato alguna vez? —me pregunta.

—Claro, me encantaría. —Asiento. Él me regala una pequeña sonrisa, antes de anotar su número. Salimos juntos y él me acompaña hacia mi auto.

—¿Estás libre mañana? —me pregunta, y yo asiento—. ¿Jeff's? ¿A las seis? —Daniel pregunta una vez más y yo asiento—. Te veré mañana, hermosa. —Él retrocede y yo me subo a mi auto, alejándome.

...

Salgo de la casa, escribiéndole a Lexi de camino a mi auto.

—Veo que tu teléfono no está roto, ¿así que solo elegiste ignorarme? —La voz de Justin suena detrás de mí. Me doy la vuelta para ver la terraza y a Justin levantado de su asiento.

—¿Qué, eres un acosador ahora? Y sí, te he estado ignorando. —Sueno mi cadera a la vez que él camina hacia mí.

  —¿Podemos hablar? —Justin ignora lo que he dicho.  

—No, no podemos. Tengo una ci... planes. —De inmediato cambio la última palabra.

—Oh, tienes una cita. —Suena sorprendido, y yo asiento lentamente.

—Sí, así que debo irme —le digo mientras me doy la vuelta.

—Espera, ángel. —Sostiene mi mano, y yo me derrito cuando me llama así—. Tenemos que hablar.

—No quiero hablar, Justin. Tienes tu pequeña vida perfecta, y tu propia pequeña novia perfecta con tu hermosa familia. —Niego con la cabeza.

—Espera, ¿crees que porque soy una celebridad mi vida es perfecta? Porque no lo es. —Justin está serio ahora.

—Lo sé, es solo que no encajo en tu vida. —Suspiro de manera cansina.

—¿De qué estás hablando? —Justin pregunta, molesto.

—Sabes que no puedo formar parte de eso. T-Tengo que irme. —Me doy la vuelta.

—Ángel —me llama y vuelvo a girarme—. Prométeme que hablaremos —pide vulnerablemente.

—Sí, de acuerdo —le digo, pero él toma mi mano—. Lo prometo, Justin. —Y con eso me deja ir.

...

—Stop, wait a minute. Fill my cup, put some liquor in it —canto en el auto de mi papá la canción de Bruno Mars, Uptown Funk, mientras conduzco por la carretera hacia mi cita. De repente siento un golpe en el auto y me asusto un poco.