"Y ahora sé por qué inventaron palabras para el amor, por qué tenían que hacerlo: es lo único que se acerca a describir lo que siento en este momento, la desconcertante mezcla de dolor y placer y miedo y alegría, todo recorriéndome bruscamente a la vez."
Lauren Oliver.
...
—Justin. —La palabra escapa de mis labios mientras dejo caer mis bolsas de compras y corro hacia él.
Sé que se supone que estamos en un tipo de descanso, para yo poder decidir qué hacer, pero, oye, acaba de volar hasta Nueva York para sorprenderme.
¡A mí! Estoy más que contenta. Al abrazarlo, se sorprende y por accidente derrama su café sobre mi blusa blanca.
—Lo siento mucho, Leah. —Justin se disculpa rápidamente y baja la taza de café.
—No te preocupes, fue culpa mía. —Coloco un mechón de cabello detrás de mi oreja—. Pero esto está hirviendo, mierda —digo, y mis padres me dirigen una mirada severa—. Hierba —me corrijo—. Me apetecen unas hierbas después de que me cambie la blusa. —Me río incómodamente y mi mamá rueda los ojos, pues mis padres dicen que es vulgar maldecir.
Justin se ríe mientras niega con la cabeza.
—Ya vuelvo. —Agarro mis bolsas de compras y comienzo a caminar hacia mi habitación—. Y, oigan —Me giro hacia mis padres—, no lo asusten. —Los señalo, pero principalmente a mi papá, y me alejo.
—No prometo nada —exclama él detrás de mí.
Entro a mi dormitorio y Sophie me saluda ladrando y olfateándome. Pero cuando oye la voz de Justin, sale corriendo por la puerta.
—Pequeña traidora —murmuro mientras arrojo mi blusa blanca al cesto de la ropa sucia y me pongo una negra.
Me quito los zapatos y regreso hacia Justin.
Está sentado con Soph en el sofá, y no hay señal de mis padres. Me siento a su lado y él me regala una cálida sonrisa.
Me pregunta cómo me fue con el doctor y yo le explico todo, lo cual hace que Justin me abrace y me bese la frente cuando le dije que de alguna manera me hallaba "más sana".
—Bueno, quería pasar el día contigo mañana, pero tu mamá me dijo que ya querías irte —me dice Justin, y toma su mano con la mía y coloca a Sophie en el piso.
—Así era, pero podemos quedarnos más tiempo ya que estás aquí. —Empujo su hombro con el mío.
—¿En serio? Porque si quieres irte a casa, está bien. —Justin me tranquiliza.
—Sí, estoy segura.
—¡Grandioso! ¿Y qué te parece cenar esta noche a las ocho? —Justin juguetea con mis dedos.
—¿Como en una cita? —le pregunto.
—Bueno, um, s-sí —tartamudea mientras se rasca la parte trasera del cuello, me lo encuentro completamente adorable—. Sé que estás pensando las cosas e invitarte a salir... —Justin continúa divagando.
—Me encantaría. —Lo callo al plantar un beso en su mejilla. Justin se sonroja ligeramente e intenta ocultar su rostro—. ¿Acaso acabo de hacerte sonrojar? —digo con emoción mientras tomo su barbilla para hacer que me mire.
—Ángel, detente. —Se sonroja aún más, haciéndome reír.
—¿Por qué? Pienso que es adorable. —Le pellizco la mejilla y él ligeramente baja mis manos.
—No soy adorable, ángel. —Justin intenta ocultar su sonrisa.
—Oh, ¿no lo eres? ¿Y qué eres entonces? —le pregunto mientras coloco mi codo en el sofá.
—Soy caliente.
...
Oigo un golpe en mi puerta mientras bebo un vaso de agua.
—Yo iré. —Les hago saber a mis padres antes de caminar hacia la puerta. Sophie corre detrás de mí, pero la aparto al arrojarle un bocadillo.
Una vez que abro, noto sus hermosos ojos avellanas. Viste una camisa roja a cuadros, pantalones de cuero negros y Supras rojas. Se ve mayor, sus perfectas orbes color caramelo me miran con una sonrisa. Él tenía razón... "caliente" lo describía. Aunque yo prefiero usar la palabra "apuesto".
Aparte de su gran estilo, lo que en realidad llamó mi atención fue la rosa roja que sostenía en la mano. Solo al verlo yo ya estaba sonriendo, pero ese dulce gesto me hizo sentir como si mi sonrisa fuese a romperme el rostro. Sin embargo, no podía importarme menos.
—Una flor para un hermoso ángel como tú. —Justin me entrega la rosa, y yo de inmediato me sonrojo. Tomo la rosa y la huelo—. ¿Quién se está sonrojando ahora? —bromea y yo lo empujo ligeramente.
—¿Cuánto tiempo has estado practicando esa frase? —bromeo yo en respuesta y él sonríe—. Mamá, papá, me voy. —Deslizo mi pequeño bolso alrededor de mis hombros.
Cuando salgo, oigo a mi mamá llamándome para que me detenga.
—Esperen, por favor. —Ella llega hacia nosotros, jadeando—. Déjenme tomarles una foto antes de que se vayan. —Respira profundamente.
—Mamá. —Me quejo un poco.
—Oh, vamos, Leah, es tu primera cita con un chico. Esta foto es necesaria. Me lo agradecerás después de todas maneras.
Siento que mi boca se abre.
—Mamá, me estás avergonzando.
Miro a mi hermosa flor. Justin está ahí de pie con una sonrisa en el rostro.
—Cariño, eso es parte de mi trabajo. —Ella se ríe—. Ahora ven. —Hace gestos para que nos acerquemos más.
Justin coloca ágilmente su brazo alrededor de mi cintura, y yo pongo el mío alrededor de su cuello mientras acercamos nuestros rostros y sonreímos.
—Perfecto —dice mi mamá con emoción tras tomar la foto y regresar adentro.
—Te ves hermosa —me elogia Justin cuando cierro la puerta. Acaricio mi vestido blanco de encaje y le agradezco.
—Tú te ves muy atractivo —le digo mientras él entrelaza nuestras manos. Un escalofrío recorre mi columna. Uno bueno.
...
Justin abre la puerta de su auto rentado, un Porsche negro, y yo entro. Cuando deslizo mi cinturón de seguridad, Justin se sienta en el lugar del conductor y enciende el motor.
—Antes de irnos, quiero darte algo. —Justin se gira para buscar en el asiento trasero y me entrega una caja envuelta con un lazo púrpura encima. Rompo el papel y Justin lo toma, regresándolo al asiento de atrás. Abro la caja, que revela una hermosa blusa azul marino con pequeñas flores en detalle—. Quería compensarlo por derramarte café antes. —Se encoge de hombros.
—No tenías que hacerlo, fui yo quien saltó hacia tus brazos. —Me río.
—¿Te gusta? —pregunta nerviosamente.
—Me encanta. —Le doy un abrazo, antes de regresar la blusa en la caja. Justin la coloca en el asiento trasero antes de conducir lejos del estacionamiento.
Después de un rato de Justin conduciendo y nosotros cantando la música, llegamos a Times Square y Justin se estaciona a unos pocos autos del restaurante. Leo el nombre, pero es muy difícil de pronunciar, aunque suena italiano.
Lo que llama nuestra atención principalmente es un gran grupo de personas con cámaras afuera del restaurante, esperando y hablando entre ellos.
—Joder. —Justin murmura.
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Hola! Aquí con otro capítulo más para ustedes.
Hasta la próxima, D.
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Behind My Blood → j.b → spanish version
Fanfikce¿Puede un verano cambiar tu destino? --- Esta historia no nos pertenece, solo la traducimos con el permiso de su autora, @gabrielanovoa. Todos los derechos van a su persona.