«Te estoy mirando y a mi corazón le encanta la vista», Gabriella Montez.
...
—Hola, doc. —Le sonrío al Dr. Malone mientras me siento en la camilla común del consultorio.
—¿Cómo está mi paciente favorita? —Me regala una reconfortante sonrisa, cerrando ligeramente sus ojos marrones.
—Apuesto a que le dices eso a todos tus pacientes. —Me río mientras miro a mi oncólogo-hematólogo.
—Ahí es donde te equivocas, Leah. Ser tu padrino tiene sus ventajas. Eso te convierte de inmediato en mi paciente favorita.
Meneo la cabeza con una carcajada.
—No puedo creer que tu padre fuera demasiado perezoso para visitar a su mejor amigo. —Ahora él es quien sacude la cabeza.
—Tomó los últimos turnos anoche en el hospital. Además tomar un vuelo temprano... apenas durmió. —Mi mamá explica mientras le da un sorbo a su café.
—Pongámonos serios ahora, Leah —me dice, y yo asiento—. Sé que estas dos semanas han sido de «espera vigilante» con tu caso antes de asignar cualquier tratamiento serio. Pero tu padre sí me llamó varias veces, diciendo que los síntomas seguían apareciendo —dice el Dr. Malone, o tío Jack, como me gusta llamarlo, y yo asiento, pues es verdad—. Constante sangrado nasal y sangrado de las encías —dice para asegurarse, y yo una vez más asiento—. No quiero iniciar con la quimioterapia todavía, cariño. No creo que debamos llevarlo tan lejos —me dice tío Jack.
»Pero antes de que vayamos a tratamiento, quiero hablarte de tu nuevo novio. —Tío Jack me sonríe y yo ruedo los ojos.
—¡Mamá! —Gruño y ella levanta las manos en rendición.
—Yo no dije nada, lo juro. —Ella se ríe.
—Y tampoco fue tu papá. —Tío Jack llama mi atención—. De hecho, fue él, Justin... ¿Bieber? Me llamó bastante temprano hoy.
¿Cómo pudo Justin contactar a mi doctor?
—Estaba bastante preocupado por tu condición, pero tuve que decirle múltiples veces que estabas estable. Dijo que yo debería darte el mejor tratamiento que hay para ayudarte en esta batalla, lo cual por supuesto estoy haciendo. Pero dejó bastante claro que pagará por lo que sea necesario si tienes cualquier problema económico —explica tío Jack, y yo siento mi mandíbula caer.
Justin se puso en contacto con mi tío y estaba tan preocupado por mí que pidió el mejor tratamiento y ofreció pagar por él. No puedo dejarlo hacer eso, claro, pero fue muy dulce de su parte.
—De acuerdo, en primer lugar, no es mi novio. Y entiendo por qué está actuando así, yo más o menos exageré cuando le dije que me estaba muriendo. —Frunzo los labios mientras miro a mis manos.
—Leah —dice mi mamá con desaprobación.
—Ciertamente no estás muriendo. Ahora, deja de ser tan melodramática y hacer sufrir a ese pobre muchacho —me regaña tío Jack con una sonrisa—. Por ahora te daré una prescripción de Gleveec, esto actuará contra tu célula. Interferirá para que tus células de cáncer no puedan crecer. Este medicamento puede disminuir tus células sanguíneas, por lo que puede hacer que te enfermes con facilidad. Así que haremos que vayas a laboratorios para analizar tu sangre con frecuencia.
»Te veré de nuevo en un mes, querida. Cuídate. —Me entrega la prescripción y tira de mí en un abrazo—. Dile a tu papá que es un marica, pero que lo veré pronto.
Me río por su comentario.
—Oh, y solo para que sepas, Leah, Justin se refirió a mí como tu novio. —Tío Jack me sonríe y yo niego con la cabeza.
¿Lo hizo? ¿Justin se llamó mi novio? Más le vale a tío Jack no estar jodiendo con mis sentimientos ahora mismo. Solo me sorprende que, en el poco tiempo que nos conocemos, hayamos comenzado a tener unos sentimientos por el otro que son indescriptibles.
...
—Me alegra tanto que compraras ese vestido, te quedaba tan hermoso —dice mi mamá con emoción mientras caminamos por el pasillo hacia el apartamento.
—Gracias, mamá. Solo estoy feliz de poder irnos a casa mañana. No hay que quedarnos para analizarme o vigilarme. Todo eso cansa. —Suspiro y mi mamá asiente.
—Lo sé, dulzura. —Mi mamá mira cabizbaja. Una idea aparece en su linda cabeza—. Oye, quizá en vez de comprar boletos de avión podamos hacer algo diferente mañana. Quizá podamos rentar un auto o, mejor aún, tomar el bus y así podamos turistear un poco en las paradas —dice con emoción y yo asiento.
—Claro, eso suena muy divertido. —Sonrío mientras ella abre la puerta del apartamento—. Y estaba pensando que la próxima vez podríamos hacer algo distinto. Ustedes se quedan en casa y Aiden viene conmigo. —Me encojo de hombros ante la idea, y mi mamá sonríe.
—Creo que eso sería muy genial —dice mi mamá haciéndome sonreír.
—Oye, ¿papá? Estamos en... —Me detengo a mitad de la oración cuando noto la presencia frente a mí, detrás de mi padre.
Sus ojos avellanas y dulce sonrisa calientan mi corazón mientras le da otro sorbo a su café. Una sonrisa crece en mis labios a la vez que la alegría llena mi cuerpo. ¡Está aquí!
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¡Feliz Navidad, mis amores!
Espero que la hayan pasado muy bien y con sus seres queridos, que es lo importante. Y en segundo lugar, que hayan comido mucho, jeje.
Mi regalo para ustedes,
D.
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Behind My Blood → j.b → spanish version
Fanfic¿Puede un verano cambiar tu destino? --- Esta historia no nos pertenece, solo la traducimos con el permiso de su autora, @gabrielanovoa. Todos los derechos van a su persona.