Parte doce.

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Ambos adolescentes estuvieron despiertos antes de que dieran las nueve de la mañana; con los estómagos vacíos y los ojos hinchados de tanto haber dormido, Stiles se levantó de la cama, quitándose el vestido mientras caminaba hacia el baño de la habitación, dejando todas sus prendas detrás de sus pasos, quedándose completamente desnudo sin pena alguna.

- Necesito un baño - habló el castaño, entrando al baño y quedándose quieto bajo el umbral para mirar a Derek -. ¿Entras a la ducha conmigo, o prefieres dañar al planeta gastando más agua?

- ¿Desde cuándo te preocupa el planeta? - respondió Derek, haciendo todo lo posible por mirar el rostro de Stiles y no su cuerpo.

- ¿Eso importa? - le alzó una ceja, mirando cómo el azabache se levantaba de la cama y se desabrochaba los pantalones -. Vaya...eso...eso fue fácil - balbuceó Stiles, mordiéndose el labio cuando Derek le daba la espalda y se quitaba los pantalones por fin -. Oh...oh mi dios - jadeó él, boqueando y balbuceando todavía más.

- Deja de reaccionar así - pidió Derek, decidido a dejarse únicamente los bóxers para entrar al baño junto a Stiles, quien torpemente cerró la puerta una vez que ambos estuvieron dentro.

- Los bóxers no los necesitas - señaló el castaño, poniéndose de pie frente a Derek.

Ambos se quedaron en silencio, mirándose a los ojos mutuamente, notando que sus pupilas estaban dilatadas debido a la ligera excitación que les estaba poseyendo.

- ¿Y por qué no me lo quitas? - contestó Derek casi en un jadeo.

Entonces Stiles llevó sus manos hacia la cadera del otro, metiendo sus dedos entre la tela del bóxer, jugueteando con el al tiempo en que veía a Derek con una sonrisa llena de vagancia.

- Tú tienes manos, tú quítatelo - dijo Stiles, alejando sus manos de Derek para entrar a la regadera sin decir más.

No lo odien, recuerden que tiene serios transtornos de bipolaridad.

- Bien...- comprendió Derek, teniendo las mejillas enrojecidas por culpa del calor que su cuerpo sentía. Y sin darle más vueltas al asunto, se quitó los bóxers para entrar a la ducha con el castaño.

Stiles hizo todo lo posible por concentrar su atención en cosas realmente innecesarias; como en leer la etiqueta del shampoo mientras dejaba que el agua tibia le cayera sobre los hombros.

- ¿Sabías que éste shampoo tiene keratina? - habló Stiles, soltando un jadeo de gusto cuando sintió el pecho de Derek pegado a su espalda.

- ¿Ah, sí? - susurró el azabache, pasando la punta de su nariz sobre la oreja de Stiles, que volvió a jadear.

- Sí...sí...¿Sabes qué...- un pequeño gemido le interrumpió cuando Derek le dejó un beso sobre el hombro, pero enseguida terminó de decir -. ¿Sabes qué...es la keratina?

- No - jadeó Derek, pasando su mano sobre el pecho del otro -. Justo ahora no sé nada...- agregó, sonando ronco.

- De hecho, nunca sabes nada - el castaño sonrió al sentir ambas manos de Derek posándose con fuerza en su cintura.

- Idiota - gruñó el de ojos verdes al mismo instante en que pegaba mucho más el cuerpo de Stiles al suyo; necesitaba sentirlo, quería tocarlo, tenerlo para él.

No quisieron desaprovechar su tiempo en hablar más, así que se fueron directo a los actos. Actos de caricias, mordiscos y apretones aún bajo el agua de la regadera. Derek era el que más tenía la oportunidad de tocar y hacer de las suyas, pues Stiles tenía ambas manos contra la pared, con la única opción de dejarse hacer por esas grandes manos que viajaban por todo su cuerpo.

T.S.O.T.S.G 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora