III

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Llegó a la puerta. Intentó ver por la ventana, pero no logró ver quién gritaba, sólo vio un montón de médicos pasando de un lado a otro, algunos sosteniendo a la persona fuertemente, ya que se intentaba ir. Le dolía ver eso, pero le intrigaba saber quién era.

Cuando por fin se calmó y los médicos se iban a correr, todo se desvaneció, pero ésta vez, ante sus ojos. Todo en negro, la neblina que no dejaba ver sus pies, y los susurros en el vacío.

Intentó volver y pensar en otra cosa, pero no lo logró. De repente sonó su celular, era Thiago.

- ¿Nate?

- Thiago -dijo casi llorando- ¿dónde estás? ¿Qué hora es?

- Estoy llegando, son las 5, ¿qué pasa? ¿Estás bien?

- No.

- Ya estoy entrando, esperame.

- No cortes, no sé dónde estoy.

- ¿cómo?

- Veo todo negro, no hay nada.

- ¿otra vez? mierda.

La llamada se cortó. Nate escuchó pasos acercarse, y una voz desconocida "Te encontré", eso dijo. Cuando lo tocó todo volvió a la normalidad. No era Thiago ni nadie que conociera.

- ¿quién sos?

- No importa, pero me llamo Matteo, podes llamarme Matt. ¿Vos cómo te llamas?

-... Nate, bah Nathan.

- ¿tan raro te parezco?

- ¿cómo...? ¿Qué?

- Se te nota.

- Okay... ¿quién sos?

- Si tanto te interesa, soy un pibe que está acá hace 2 semanas, te veo todos los días, actúas raro, pero quería conocerte.

- Perdón pero nunca te había visto por aquí.

- Dije que yo te veo, no que me deje ver.

- ¿me espías?

- Técnicamente si, pero no de una mala forma.

- Después nos vemos, estoy esperando a un amigo.

- Entiendo, un gusto conocerte Nate.

Él veía la realidad.

Nathan siguió esperando a Thiago, no tardó mucho en llegar. Cuando lo vio parecía desorientado, pensó que seguía en ése estado.

- ¿estás aquí?

- Si.

- ¿no hay habitación oscura?

Nate miró a todas partes y asintió con la cabeza. A Thiago le alegraba saber eso.

Fueron hasta su habitación, Nate se abrigó y fueron a caminar por el patio. Pasaron una hora juntos, hablando, luego llamaron a Nathan para que vuelva a entrar y vaya su sesión diaria, y se despidieron.

Volvió a la habitación con el sillón, ésta vez sabiendo lo que hacía.

- Buenas tardes, Nathan, ¿cómo te sientes hoy?

- Hola. Me siento bien, creo.

- Okay, ¿volvió a pasar?

- ¿qué cosa?

Ella no pudo terminar de hablar, todo volvió a ser oscuro. -¿Por qué cada vez que intento recordar algo se crea un vacío?- él se lo preguntaba constantemente.

Ya estaba acostumbrado, intentó distraerse para que todo vuelva a ser normal. Se levantó y se fue caminando.

Sauce GrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora