Océano ocásico

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No hay quien entienda
que ocurra lo que no debiera.
La probabilidad,
incapaz de explicar mi camino,
dicta, si no es cosa del destino
será casualidad.

Pese a un cambio de carácter sempiterno
el verano nunca fue eterno,
el otoño supo a nuevo,
mas sólo fue el más largo de mis inviernos.

Si los sueños ya no son realistas
y la única vía
es la vida onírica,
siempre tendrán cabida,
tus historias y las mías,
en cada una de nuestras pesadillas.

Mucho que perder
poco por ganar
no esperes otra señal
estamos en guerra
abre los ojos, merece la pena.

La joya más valiosa,
lealtad,
por el ayer y el mañana,
sinceridad,
no las ve,
aquel que viene del mar.

Me podré caer,
me podré perder,
mas sólo será muerte
desaparecer.

Miedo al rozarte,
al silencio perenne,
lo contrario a palpable,
eres arcotangente.

Pasado fijado
futuro encauzado
presente imperfecto
esa es
la Flecha del Tiempo.

Prados sanguíneos,
otoños boscosos
placeres perdidos
en corazones daltónicos.

Un mundo interior,
imposible de ser escrito,
sólo seré yo,
viviré fugitivo.

Matinal,
vísperas a empezar
historias por firmar,
finales a sellar.

La extensión del marDonde viven las historias. Descúbrelo ahora