Capítulo 1

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- ¡Me da igual que esté en medio de una conferencia, esto es urgente! - Kyuhyun levantó la mirada cuando Yesung, su mejor amigo y director jurídico de las empresas Cho, entró en su despacho con un montón de papeles en la mano y el rostro de color escarlata.

-Tengo que colgar- Kyuhyun interrumpió la conferencia con su equipo en New York y Londres - Como no te he visto correr en los siete años que llevamos trabajando juntos, imagino que traes malas noticias, ¿Acaso nos han estafado? - Preguntó en tono de burla.

-Rápido, conéctate a internet- El normalmente tranquilo Yesung recorrió el espacio que los separaba en dos zancadas, chocó contra el escritorio y tiró los papeles por el suelo.

-Ya estoy conectado- Intrigado, Kyuhyun miro la pantalla- ¿Qué se supone que debo buscar?-

-Ve a eBay- Le pidió Yesung, con voz estrangulada-Ahora mismo, tenemos tres minutos para pujar- Le apresuro mirando el monitor.
Kyuhyun no perdió el tiempo diciendo que hacer pujas(*NOTA: las pujas es el dinero que estás dispuesto a dar en una subasta) por Internet no solía formar parte de su jornada de trabajo. En lugar de eso, accedió a la página y miró a su abogado con expresión interrogante.

-Escribe "Diamante"... grandes y azules diamantes- Le ordenó.
Kyuhyun tuvo premonición, pero no, no podía ser, no podía haberlo hecho. Pero cuando la página de eBay apareció en la pantalla susurro una maldición mientras Yesung se dejaba caer en una silla.

- ¿Me he vuelto loco o es el diamante azul de la familia Cho, el que tiene casi cien años de antigüedad, está siendo vendido por internet? - Preguntó Yesung todavía incrédulo. Kyuhyun asintió con la cabeza.
Ver ese anillo lo hacía pensar en él y pensar en el desataba una reacción en cadena que lo sorprendió por su intensidad. Incluso después de tantos años de ausencia, Sungmin podía hacerle eso.

-Sí, es el diamante Cho, ¿Seguro que es él quien lo vende? - Preguntó en voz baja.

-Eso parece, si hubiera estado antes en el mercado nos lo habrían notificado. Tengo un equipo de gente investigando ahora mismo, pero la puja ya ha llegado al millón de wons. ¿Por qué eBay? - Inclinándose, Yesung reunió los papeles que había dejado caer al suelo - ¿Por qué no Christie's o Sotheby's o alguna de las famosas casas de subastas?, es una decisión muy extraña-

-No es extraña- Kyuhyun sonrió con la mirada fija en la pantalla-Es justo lo que él haría, Sungmin nunca iría a Christie's o Sotheby's-
Que fuera una persona tan normal era algo que siempre le había parecido encantador. No era pretencioso, un atributo raro en el mundo falso en el que vivían.

-Bueno, da igual- Yesung tiró de su corbata como si lo estuviera estrangulando -Si la puja ha llegado al millón de dólares hay muchas posibilidades de que alguien sepa que se trata del diamante Cho. ¡Tenemos que detenerlo! ¿Por qué lo hace? ¿Por qué no lo hizo hace cuatro años? Entonces tenía razones para odiarte-

Kyuhyun se echó hacia atrás en el sillón, considerando la pregunta, y cuando habló lo hizo en voz baja -Ha visto las fotografías- Sentencio.

- ¿De Heechul y tú en el baile benéfico? ¿Crees que habrá oído rumores de que vuestra relación es seria? - Pregunto con preocupación.

Kyuhyun volvió a mirar la pantalla -Si-

El anillo lo decía todo. Su presencia en la pantalla decía: "Esto es lo que pienso de lo que hubo entre nosotros". Era el equivalente a tirar el diamante al rio, pero mucho más efectivo. Estaba vendiéndolo al mejor postor de la manera más pública posible y el mensaje era claro: "Este anillo no significa nada para mí" . "Nuestra relación no significa nada".
Estaba furioso. Kyuhyun se levantó de la silla abruptamente, pensando que eso dejaba claro que había hecho lo que debía. Kim Heechul jamás haría algo tan vulgar como vender un anillo en eBay. Era demasiado discreto y educado como para eso. Siempre impecable, era un chico callado y discreto. Y, sobre todo, no quería casarse.
Luego volvió a mirar el anillo en la pantalla. Imaginando la emoción que había detrás de esa venta. No había nada contenido. El hombre que vendía el anillo entregaba libremente sus emociones.
Recordando lo "libremente" que lo hacía, Kyuhyun tuvo que apretar los labios hasta formar una fina línea con ellos. Sería bueno romper ese último lazo entre ellos. Y aquél era el momento.

Nueve MesesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora