Capítulo.05

15 4 8
                                        

—¿Nunca te cansarás de esto?— Cuestiona Taehyung, apoyado en el marco de la puerta que conduce al cuarto de Jungkook, permitiendo salir a una mujer alta, de piernas delgadas y torso esbelto, tenía el pelo igual de revuelto que el menor y su corto vestido presentaba arrugas e incluso el de pelo gris se sintió asqueado al ver una mancha en este, pero a la chica que salía sonriente del cuarto parecía no importarle nada.

—¿Cuál es tu problema con ello, Hyung? Sólo sigo el consejo de PD-nim— El de pelo gris se sentía arrepentido de decirle a su jefe, bastante adulto y experimentado, que buscara una solución para el estrés de Jungkook, pero traer gente a su cuarto para tener relaciones sin llegar a más de eso no era lo recomendable en su opinión, ¿De verdad no existía otra forma de liberar el estrés?—¿O acaso estás molesto porque todavía no has experimentado?—Su voz no era tosca, ni mucho menos buscaba una discusión, sólo buscaba burlarse de su hyung como casi siempre hace—Si quieres te puedo enseñar— le miró con una sonrisa lasciva, a lo que el mayor sintió un mal escalofrío recorrer su espalda.

—Me das escalofríos—se abrazó a si mismo para percibir por sus oídos la malvada risa del menor a  la vez que este se abrochaba la camiseta que tenía tirada en el suelo—¡Por lo menos ponte ropa nueva! ¿No has visto como estaba el vestido de esa chica?— señaló a la puerta, molesto al saber que Jungkook le hacía oídos sordos mientras tarareaba canciones al azar

Taehyung maldijo en un susurro la poca atención que había recibido del menor, él sólo pensaba en el bienestar del menor, el cual si sigue por ese camino, no podrá saber el verdadero significado de amar, necesitar y desear. Claro que no podía decirle nada por su muy poca experiencia en esas ramas, pero tampoco recibía la ayuda de ninguno de los miembros en hacerlo razonar. Sin embargo, no podía evitar sentir curiosidad respecto al tema, sobretodo teniendo en cuenta que sólo eran dos vírgenes en el grupo, no se sentía triste ni desplazado, pero si que sentía la duda de la sensación para enganchar tanto al menor, cuando anteriormente tenía terror a las mujeres.

Por supuesto, no sólo eran mujeres lo que pasaban por su cama.

Dejando escapar su cansancio sobre el tema en un largo suspiro, el mayor se despegó del marco y se adentró al cuarto del Jungkook que, por mucho que le asqueara su estado, quería estar con el menor, pues su aburrimiento sólo podía ser disipado por él. Jimin se estaba duchando en su propio cuarto y no iría a molestarlo por mucho que no fuera la primera vez que se duchaban juntos. Fijó la vista en el borde derecho de la mesa donde se encontraba un teléfono móvil que no pertenecía a Jungkook, además de que tenía la pantalla encendida con un mensaje escrito que no alcanzó a leer. Minutos pasaron hasta que el menor se dio cuenta de que Taehyung no le había escuchado absolutamente nada al centrarse demasiado en sus propios pensamientos.

—Es el teléfono de Jimin—Carraspeó el menor, llamando por fin la atención del de cabellos grises, se acercó a el teléfono y lo agarró con la mano para entregárselo al mayor—Se lo dejó aquí cuando vino a mi cuarto, ¿Podrías dárselo de mi parte, Hyung?— lo miró con una sonrisa angelical. Dios, podía entender por qué las fans se derretían por él. 

—Está bien, tenía pensado pasar por allí de todas formas- Añadió cogiendo el teléfono de la mano del contrario para darle la espalda y dirigirse lejos de ese cuarto—Ah,Jungkookie...— Se giró, recordando algo que quería mencionarle—No te estreses demasiado ¿Vale? Ya es la quinta persona que veo en los últimos tres días—El menor entornó los ojos, un poco cansado de escuchar los continuos consejos que recibía del mayor cuándo éste al final dejó el cuarto para llevar el dichoso móvil al cuarto de su mejor amigo. Sin embargo, no pudo apartar la vista al ver el mensaje que había entrado de notificación frente a un contacto que él desconocía incluso de cerca.

Memory [M.Y.G]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora