Hola....

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Capítulo 12

Después de eso, me levante en una posición demasiado incomoda, los músculos de las piernas me dolían, ahí yacía una Camile con sus ojos cerrados, su cara de ángel, sus labios, pestañas y cejas estaban perfectamente sincronizadas dando una expresión tranquila.

Trate de moverla pero hizo un mohín, y se acomodo cruzando sus brazos en mi cintura. Agarre sus manos y las quite de mi cintura. Sentí un vacío en mi estomago. Posicione mis manos en su tronco y la eche para atrás, la acomode en la cama y salí hacia el baño.

Me lave la cara, cepille mis dientes y salí de la habitación para desayunar. Baje y Rita la señora de servicio, me preparo unas tostadas con café. Ella se había ausentado por su pequeña hija, esta se encontraba con problemas, había sido contratada un día después de mi boda por lo cual apenas se esta familiarizando. Lo único que quería es que Camile viera a Rita.

Una soñolienta Camile bajaba las escaleras. La sirvienta,tenia puesta su mirada en el suelo, por cual no la visualizó. La contrate porque tenia problemas económicos y quería ver la reacción de mi esposa al enterarse que ella se encontraba en la casa. ¡Que divertido! pensé.

Al darse cuenta de ella, salio corriendo escaleras abajo, hasta la puerta del baño del primer piso, su cara de pánico lo decía todo, no quería que la descubrieran.

Pasaron varios minutos y ella no salia de su escondite por lo cual empecé intranquilizarme, fui hasta el baño y toque la puerta varias veces, la idea de que saliera del baño me excitaba, quería saber como serian sus reacciones.

- Nena, ¿estas bien?.- Pregunté con una sonrisa en el rostro.

Camile

Claro que no estoy bien grandisimo idiota, ¿Que hago ahora? ¿Acaso el lo sabrá?, no puede saberlo, no puede descubrirlo tan facilmente, ¿Cómo saldré de esto?.

Debo idear un plan, debo llamar a Anton. Reviso mis bolsillos, pero  descubro que no lo tengo por lo cual,  supuse que mi celular lo deje en la habitación, posiblemente si salgo ella me verá y eso no lo quiero. Empiezo a batallar conmigo misma.

Ella te vera en algún momento- Susurró para mi misma.

Nena ¿estas bien?-  Repitio la pregunta por segunda vez.

- Que invento ahora.

- No estoy bien- respondi, simulando mi voz de manera en la cual el notara  que estoy indispuesta- me cayo mal la cena-  Debías decir eso ¿enserio?, no se te pudo ocurrir otra excusa.

- ¿Te traigo algo? -  Dijo con tono chistoso.

- Te estas riendo?-  Revolotee los ojos.

- No, claro que no, Rita, traeme unas pastillas para la señorita que se siente mal, seguramente tiene una descomposicion en el estomago- Dice, noto su tono burlesco.

Ella no puede verme o al menos por ahora no.

Sali del baño y para mi suerte.  ella estaba en la cocina, así que me apresure a subir hacia la habitacion, me cambie de forma refinada, unos tacones altos, una falda pegada al cuerpo un poco mas arriba de mi rodilla, una blusa de seda corta lo suficiente como para que se viera una abertura de mi estomago, me acomode el cabello tratando de que se me vieran las ondas, me puse maquillaje. 

 - Por que te estas arreglando tanto?- pregunto de forma intuituva.

Porque me quiero ver linda para ti- Inventate otra cosa,Camile, que cosas dices, puso los ojos en blanco, se fue acercando hasta quedar solo unos centimetros de mi cara, puso sus manos en mi cintura. se acerco a mi oido y me susurro.

-Mentirosa- lamio el lobulo de mi oreja. automaticamente me erize y las hormonas de mi cuerpo se revolucionaron. Trate de separarme pero falle en el intento, sus fuertes brazos me acercaron hacia el cortando el espacio que nos separaba, como un jaguar yendo por su presa, de forma salvaje, estampo sus labios contra  los mios. Su lengua se introdujo de manera instantanea en mi cavidad bucal. recorrio, palpo, mordio... se detuvo, sus labios bajaron hasta mi cuello y con simples besos fue recorriendo un camino hacia mis senos, una de sus manos se posiciono en mi pierna ascendiendola lentamente, subio mi falda hasta llegar a mis medias, lo detuve.

- Es aun temprano para eso. - Se separó de mi, dejando una distancia de dos metros, agarró su celular y tecleó en el, durante más o menos 5 minutos y luego lo guardó. Me miró al rostro y asintió, dando a entender que debía irse. Sonreí de forma cariñosa hacia el, y me devolvió la sonrisa, se acercó y me abrazó. Se separó de mi y salió por la puerta de la habitación, dejándome muda.

Pienso ahora, aunque esto es falso, ese abrazo fue muy cálido, me hizo sentir en casa, mi pecho se apretujo, se sintió un vacío de repente, sentí que lágrimas vendrían, cuando alguien tocó mi puerta. Sabia quien era, yo no podía ocultarme siempre, debía dar la cara.

- Adelante - Dije.

- Señorita, aquí estan sus pastillas. - Dijo sin alzar su cabeza, me acerqué y me las entregó.

- Gracias - Respondi, vi como tensionaba sus músculos, sus ojos pronto se posicionaron en mi.

- Camile - Susurró.

- Hola mamá- respondi.



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TE HARÉ SUFRIR.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora