CAPITULO 12

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 RITA 

5 AÑOS ANTES

Estoy harta de trabajar tanto, no puedo dedicarle el tiempo suficiente a mi familia, mi hija mayor debe de estar agotada de cuidar a la pequeña. Trabajo desde muy temprana edad, quizás desde los 12 o 13 años, conocí a mi esposo desde la infancia y me gustaba tanto pasar el tiempo con él, hasta que una decisión cambió por completo nuestras vidas, yo  nunca tuve la oportunidad de estudiar en la universidad, siempre fui muy lenta con lo que respecta al conocimiento, no era muy inteligente y mi vida se basaba en servir a otros.  Sin embargo, Mark mi esposo, siempre fue muy inteligente, no tenía  mucho dinero, pero siempre fue emprendedor, ganó una beca para ir la universidad, realizó sus estudios hasta el octavo semestre, hasta que llegó, Camile, nuestra hija a nuestras vidas, empezamos a ver que los hijos eran más difíciles de lo que pensábamos. Mis padres murieron cuando tenia una corta edad y fui criada por mi tía, lastimosamente lleva dos años de fallecida, por lo cual nunca supe como manejar esto de la maternidad, todo lo aprendí sola. Mi esposo dejó su carrera y comenzó a trabajar en bienes raíces, en una pequeña corporación donde no recibía mucho dinero, pero la cual fue lo  único que nos ayudaba a mantenernos.

Camile siempre fue una niña muy testaruda, siempre chocábamos por todo, pero ella era el único motor de mi vida, me despertaba y acostaba a causa de ella, como madre a veces cometemos tantos errores, el mio fue no dedicarle tiempo, e intentar que comprendiera que la vida no era fácil, y que las cosas no se conseguían solamente porque alguien necesitaba tenerlas, que la vida no era un juego y las cosas que quería no se conseguirían con un deseo o  en su caso cuando era pequeña con una carta a Santa Claus. 

Me equivoque no le enseñe de forma adecuada, siempre fui muy dura con ella pensaba enseñarle como me enseñaron a mi pero eso solo generó desconfianza y quizás por eso ahora estoy pagando mis acciones, cuando llegue a casa esa noche, mi esposo se encontraba en la cocina llorando por alguna extraña razón, con mi hija pequeña Lucy en brazos, le pregunte que pasaba y mostrándome un pedazo de hoja, mi corazón se inquieto y un extraño y mal presentimiento se introdujo en  mi.

MAMÁ.

Se que pronto pensarás que esta mala hija que tienes, que nunca siguió tus reglas y que te decepciono en todo algún día dejara de hacerlo. Lamento decirte que no, nunca seré eso que esperas, no me puedo convertir en una mejor versión de ti, solo porque decidiste cometer errores en el pasado. No haré lo mismo que tu, no te preocupes, pero me rehusó a llevar la vida que llevas, deberías descansar.

Esto que criaste, esta persona que estuvo frente a ti, escuchando tus regaños y tu forma de herirme, jamas dejara de ser lo contrario a lo que esperas. Por eso para ti, he decidido irme y hacerte feliz, no sabes cuantas veces llore, por no sentirme suficiente para ti e incluso muchas veces por mi mente paso el pensamiento de no existir y así dejar de preocuparte y así dejar de odiarme a mi. Te amo a pesar de todo mama, aunque admito que en algún momento de mi vida solo podía sentir odio hacia tu persona, hasta que comprendí que tu te sentías tan frustrada y llena de rencor del pasado, que esto te convirtió en una persona vacía, pero no por eso yo también debo ser igual que tu.

Estoy cansada de ya no poder complacerte, de equivocarme en todo, de llorar tanto, de no poder dar el ejemplo a mi hermanita, quizás por eso me refugie en personas que no debía, que en el fondo sabia que no me hacían bien, tal vez para llamar tu atención o  tal vez, solo  tal vez para que siguieras pensando en mi como la hija que nunca quisiste tener, esta que siempre te decepcionara, al darme cuenta que no era suficiente para ti, decidí huir, alejarme, decidí ya no estar.

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⏰ Última actualización: Apr 21, 2020 ⏰

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