TE HARÉ SUFRIR.

El DEMONIO

Capitulo 5.

Nombre: Jack Crawford.

Ocupación: ser el hijo favorito de papá, asesinó, vendedor y principal exportador de drogas ilícitas y armas ilegales de Alemania, también maneja un prostíbulo en las afueras de Wall Street unas cuadras antes de los bares de Antón en New York. Maneja también uno de los casinos de las vegas y uno de las mejores empresas exportadoras de petróleo del mundo.

Hobbits: Le encantan las armas suele salir a disparar a las 6 de la mañana todo los días sin excepción alguna en una de las fincas a las afueras de Miami.
Le gusta leer y comer. Suele no dormir demasiado por estar metido en la oficina. Le gusta el café y el tabaco.
Le encanta tener sexo.

Disgustos: Odia a toda costa la gente que no es trabajadora, pero eso es una estupidez por que el no suele mover un dedo es todo un fastidio. No le gusta la cebolla, el brócoli, la remolacha, Odia los Hot cakes le disgusta demasiado la policía.

Situación económica y vivienda: Alta demasiado dinero, pero no están pasando por una buena situación actualmente. Y en lo que respecta a dónde vive, en una casita de juguete con criadas, guardaespaldas, carros, ama de llaves, más de 20 habitaciones, entre otras cosas es la casa literalmente de Barbie.

La incomodidad de estar en unos matorrales teniendo que espiar a este idiota no se compara en nada con tener que matar a algún político, policía o algo por el estilo. Definitivamente eso era mejor. Que tiene el. No puedo matarlo de un tiro certero. Cinco años entrenando para asesinar a este idiota, algo debe estar detrás de él y eso es lo único que me motiva a seguir. 

Estoy sucia, mugrosa, asqueada, quiero irme a mi casa y dormir, seguramente aquel Jack se estará revolcando con una zorra en su cama grande de oro, con esa rica, seguramente deliciosa y esponjosa almohada. Horrible y miserable desgracia !Quiero mi cama! Ahora sí quiero matar a ese hombre.

Me levanté con furia, tropecé, caí en el barro, volví a estar de pie y salí de lo matorrales, agarre mi moto, maneje a toda velocidad a la casa, me bañe, cambie y fui lo más rápido al club para quejarme con el desgraciado de Antón y su trabajo, tres miserables días metida entre matas y barro.

Entre a toda prisa al lugar me dirigí a la oficina, entre y el estaba ahí dormido como un angelito de Dios, tenía mucha ira, yo vigilando y el aquí durmiendo.

-Antón pavlov despierta - Grité con la fuerzas que me quedaban.

-Dime mami - Respondió - ash eres tú Camile, que no ves que estoy durmiendo y es malo que despiertes a los viejos así. Me podría dar un paro cardíaco. ¿Tan poco me quieres?- Hizo cara de perro apaleado.

Cuando conocí al viejo pareció una persona realmente seria y madura, pero cuando entras en confianza es un niño de nueve años de edad, irónicamente así se comporta. Pero es todo un maldito cuando está enojado.

-Si te mueres me haríais un favor - Hizo cara de pocos amigos - y no. No te quiero. - Respondí- Ahora necesito que me digas la otra parte del plan porque enserio necesito dejar de espiar, necesito dormir Antón.

-Vale- Dijo - Empiezas mañana.

-No sabes lo que he tenido que pasar - Dije -  ¿Espera que dijiste?.