-Jennifer?- muy bien, ahora qué mierda le contesto!?-
-Por qué me preguntas eso mamá?- dije con algo de nerviosismo -
-Sólo quiero saber si es verdad.- miré a Lyna a través del cristal, de espaldas a mi -
-...- suspiré - Sí.- cerré los ojos bien fuerte -
-Bien, hablaremos en cuanto llegues.- colgó y lancé el móvil al sofá -
-Hey... fiera...- Lyna entró a donde estaba yo rodeándome por la cintura -
-Mi madre lo sabe.- se separó bruscamente -
-Q-Qué?-
-Te escuchó en el avión y ahora me lo preguntó...- frunció el ceño -
-Por qué no le has dicho que no?-
-No sé mentir a mi madre.- bajé la mirada -
-Cómo se lo ha tomado?- dijo más calmada -
-Nosé... me dijo que hablaríamos en cuanto llegara.- suspiré y me cogió de la mano cariñosamente -
-Tranquila... todo irá bien, ahora vamos a cenar, sí?- asentí con una sonrisa -
En el restaurante...
-No, pide tú.- dije por enésima vez -
-Pido lo mismo para las dos.- asentí - Bien, dos del número 24 porfavor.- pidió amablemente y algo formal -
-Me encanta cuando hablas así.- dije apoyando mi cara en mis manos y mis codos sobre la mesa -
-Así como?- preguntó acercándose un poco más -
-Así... te cambia la voz, es más... elegante.- soltó una risita -
-Y eso te gusta?-
-No sólo eso...- le guiñé un ojo - Es más... me... excita.- le susurré al oído levantándome un poco de la mesa -
-Ahora no Jennifer...- dijo rozando su pierna con la mia por debajo del mantel de la mesa, cosa que me hizo ponerme tensa al instante -
-Lo que dices y lo que haces no coinciden...- dije y reímos mientras ella seguía con su juego por debajo de la mesa que me hacía ponerme a mil -
-Pide el postre...- cogió el teléfono como si le llamara alguien y al segundo llegó el camarero - Pide tú cariño...- dijo con una sonrisa maliciosa y rozó su pierna con la mia haciendo que diera casi un bote en el asiento y la asesinara con la mirada -
-Em...- costaba hablar con ese juego bajo la mesa - Un... de-de...- tosí nerviosa - Esto.- señalé algo en la carta que no sabía muy bien ni lo que era y asintió marchándose - TE MATO.- dije gritando en un susurro -
-A sexo? Encantada.- reímos - Qué has pedido?-
-...-
-Jennifer no jodas que no sabes...-
-...-
-Oh vamos!- se quejó y reí -
-Lo siento mucho cariño...- le dí un beso por encima de la mesa pero no me alejé, simplemente me quedé a escasos centímetros de su cara con los ojos cerrados -
-Ahora mismo te subiría a esta mesa...- susurró con la voz ronca con su aliento chocando contra mi oído, haciendo que se me pusiera la piel de gallina - Y te haría cosas que no olvidarías...- mordió el lóbulo de mi oreja y noté mi zona palpitar demasiado -
-Lyna... joder...- susurré mientras me sentaba mejor - Te aseguro que en cuanto me acabe el postre...- me mordí el labio -
-Aquí está, señora.- dijo el chico sonriente dejando dos platos de una tarta amarilla con una salsa de caramelo y una fresa encima -
-Señorita...- susurré para mi algo molesta -
-Lo siento, señorita.- volvió a sonreír y yo noté mis mejillas encenderse levemente -
-Gracias...- dije y se fué -
-No está tan mal.- sonrió de medio lado mirando el plato -
Comenzamos a comer y yo lo acabé antes que ella, estaba delicioso, esto debería costar demasiado, pero simplemente disfruté de su compañía, de su sonrisa, de su risa, de sus acciones... de ella.
-Aquel chico lleva media hora mirándote...- señalé un hombre una mesa por detrás de ella y cuando se giró para mirar le robé un trozo de tarta con mi tenedor y me la metí a la boca rápidamente -
-No me mira...- frunció el ceño y me miró con la boca entreabierta - Abre la boca.- me ordenó con una sonrisa de medio lado - Me has robado tarta...- reí tragando - Vas a tener castigo.-
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Después de clases 2
Teen FictionSegunda parte del libro "Después de clases" "Cambiaste mis planes, mi futuro y las sábanas. Cambiaste mi manera de ver ciertas cosas, de enfrentarme a otras, de paladear la mayoría. Cambiaste mis amuletos por tu sonrisa, mi suerte por tenerte y arre...