Capítulo 95

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Desperté con los rayos de sol calentando mi rostro, abrí lentamente los ojos dejando que estos se adaptaran a la gran iluminación de la habitación.
El sonido de las olas y los pájaros de fondo me tranquilizaban, era un momento para recordar, y más cuando noté a Lyna abrazaba a mi, desnuda, preciosa durmiendo, como siempre.
Sonreí de oreja a oreja al saber que ella era mia, y yo era suya, que estaba a mi lado y ahora estábamos juntas en un yate en el otro lado del mundo.
Era genial.
Cogí el móvil de la mesilla sin moverme mucho, para no quitar el brazo de Lyna sobre mi cintura, y miré los mensajes.
Tenía demasiados mensajes, entre ellos los de Laura y Thomas.
Decidí ignorarlos todos, aunque algo me daba mal rollo, y esque no había ninguno de mi madre desde la última llamada.
Hice una foto de nosotras abrazadas para recordar el momento y volví a dejar el móvil sobre la mesilla.
Me dí la vuelta para ver mejor a Lyna.
Radiante.
Era increíble lo que podía llegar a admirarla, podría tirarme horas y horas observándola.

-Buenos días...- susurró sonriendo con la voz ronca y con los ojos cerrados -

-Te he dicho alguna vez que no podría enamorarme de una sonrisa que no sea la tuya?- dije susurrando entrelazando nuestras manos -

-Osea que te has enamorado de mi sonrisa y no de mi?- susurró divertida y reí -

-No seas tonta, estaba siendo cursi.- reímos -

-Podría acostumbrarme a esto.- bostezó -

-Qué haremos hoy?-

-Volver.- hice un puchero - El lunes tienes clases.- volví a hacer un puchero - Está bien... pero... qué hacemos?- sonreí de medio lado -

-Vamos a bucear.-

-Qué?-

-Vamos a ver los peces y esas cosas.- propuse con entusiasmo -

-Está bien...- comenzó a marcar un número en su móvil - Hola... sí... Necesito que vengas a recoger las maletas.- se calló unos segundos - Iremos a bucear, luego iremos al aeropuerto... Adiós...- colgó - Le he dicho que vengan a buscar las maletas, no tardarán mucho en llegar, así que deberíamos empezar ya...- asentí -

Un rato más tarde...

-Esto da miedo.- dijo mirando el agua cristalina que dejaba ver la gran profundidad del mar y el que nos llevaba en la barca nos miró sonriente -

-Y sto hay que echarse así para atrás?- pregunté inclinándome de espaldas al agua -

-Sí, como una bola.- contestó el que remaba y cogí a Lyna de la mano poniéndome las gafas y el tubo -

-Tres... dos... uno...-

-Ya.- me eché para atrás con fuerza al igual que ella y caímos al agua -

Comenzamos a nadar en ninguna dirección, cogidas de la mano, moviendo nuestras piernas lentamente bajo el mar.
Su pelo parecía aún más rubio bajo los rayos del sol y se movía lentamente en el agua.
Observábamos cada pez,  cada coral, era precioso el color de la fauna con la arena blanca y las pequeñas rocas negras de fondo.
Habían peces de todos los colores, de todos los tamaños, de todas formas...
Habían algunos cangrejos y gambas.
La verdad es que era espectacular.
Lyna llevaba una cámara, una gopro, con una cuerda en el cuello.
Grabó, hizo fotos y hizo vídeos de todo lo que veíamos.
Yo comenzaba a tener un poco de frío, habían corrientes de agua fría y me hacía poner la piel de gallina.
Lyna lo notó, estaba tiritando, así que rápidamente salimos a la superfície y nos levantamos las gafas y el tubo.

-Por qué no me habías dicho que tenías tanto frío?- dijo con la respiración agitada de aguantar nadando -

-No tengo frío.- me miró con una ceja alzada - Bueno... un poco...-

-Vamos a salir ya, vale?- asentí y levantó la mano mirando hacia los lados -

Al poco rato llegó el hombre que nos trajo en la barca y subimos con algo de dificultad.
Nos sentamos en la barca hablando sobre lo que habíamos visto y mientras Lyna me abrazaba para darme calor.

Después de clases 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora